El Deportivo se marchó la temporada pasada al parón navideño sacudido por la bofetada que supuso la derrota contra el Celta B en Riazor (1-2). Aquel tropiezo abrió las primeras grietas en un proyecto que una semanas más tarde acabaría saltando por los aires con la destitución de Fernando Vázquez y la llegada al banquillo de Rubén de la Barrera.

Aunque el presidente por aquel entonces, Fernando Vidal, ratificó a Vázquez tras caer contra el filial celeste, las Navidades fueron agitadas para el club. Un año después, el panorama es completamente distinto para el Deportivo, instalado en lo más alto de la clasificación de su grupo y con una jugosa ventaja de cuatro puntos sobre su más directo perseguidor.

La metamorfosis ha sido completa después una profunda reconstrucción iniciada en verano que le dio la vuelta como un calcetín a la estructura de la primera plantilla. La nueva dirección deportiva otorgó el mando a un entrenador con experiencia y éxitos en la categoría y los resultados les están respaldando a los dos hasta ahora.

Borja Jiménez ha construido un equipo sólido, unas veces vistoso y otras más pragmático, pero siempre competitivo, que marca el paso en su grupo apoyado en su solidez. La fortaleza defensiva ha sido la base de una propuesta que ha encontrado en Quiles y Miku a sus dos referencias en la delantera. Cada uno suma ocho goles y figuran entre los máximos anotadores de la categoría cuando se está a punto de alcanzar el ecuador de la competición.

Precisamente a un paso de acabar la primera vuelta el Deportivo ya dispone de una cifra de puntos que le permitiría superar los 80 al final del campeonato si mantiene la proyección actual. El conjunto blanquiazul se ha mantenido de manera firme a lo largo de las 17 jornadas disputadas hasta la fecha en las cinco primeras posiciones y ha sido líder en 12 de ellas. Nunca se ha caído de las plazas que permiten al menos disputar el play off de ascenso a Segunda División.

La situación contrasta con las dudas que empezaron a aflorar hace algo más de un año y que terminarían con el despido de Fernando Vázquez a principios de enero tras la derrota en Zamora. La desconfianza no solo se manifestaba en el banquillo, sino que la confección de la plantilla también se empezó a cuestionar y el club se lanzó a la búsqueda de refuerzos en el mercado invernal. La ambiciosa apuesta en jugadores de un nivel a priori superior al de la categoría no garantizó los resultados y surgieron las críticas.

El giro en el club también se ha manifestado esta temporada en la elección de los futbolistas, la mayoría con experiencia en el tercer escalón del fútbol español. Borja Jiménez cuenta así con dos jugadores de garantías por posición que a la vez aseguran la competitividad interna, aunque el técnico ha apostado desde el comienzo por un bloque que acumula más minutos.

La opción del mercado invernal aparece así como secundaria, salvo que surja una opción que realmente mejore el equipo. Para ello, sin embargo, serán necesarias salidas. Los que más papeletas poseen para abandonar la plantilla son Alberto Benito y Jorge Valín, lastrados por los problemas físicos que han arrastrado y por la irrupción en el lateral derecho tanto de Trilli como de Víctor García. La adaptación de éste último a la defensa provoca que el extremo derecho sea la posición con más posibilidades de ser reforzada en caso de que el club acuda al mercado.

Estabilidad institucional

Desde las Navidades de hace un año, el club también ha conseguido alejarse del ruido que lo acompañaba y goza de un entorno más tranquilo en el que la afición ha vuelto a Riazor con cifras que rivalizan con las de los equipos de Primera y Segunda. Además, los seguidores acompañan en masa al equipo en cada uno de sus desplazamientos. El consejo de administración ha dado forma a un proyecto en el que el miércoles pasado volvió a quedar de manifiesto la dependencia del máximo accionista, Abanca. En la asamblea de socios se aprobó por mayoría la aprobación de un crédito participativo por un importe máximo de 12 millones de euros para paliar las pérdidas con las que se cerró el ejercicio pasado.