¿Ha asimilado su nueva vida? ¿Sigue adaptándose a la Cultural?

Cuando hay un cambio, nunca sabes cómo te va a ir, aunque tampoco es que me estuviese yendo muy bien la verdad. La acogida ha sido genial en León, en los entrenamientos me estoy encontrando bien. Mis compañeros me ayudan, estoy muy contento y agradecido.

“Cuando se ponía antes al jardinero de lateral que a mí, pues pasan estas cosas [su adiós]”

¿Cómo surgió su salida? ¿Partió de usted, del club o ni hizo falta hablarlo porque era evidente?

Yo no tenía oportunidades, me entrenaba para nada. Acababa entrenando de todo menos de mi puesto. No tengo nada malo que decir de mis compañeros y demás, pero el día a día se hacía difícil. Aunque estés a gusto con tus compañeros, cuando el jefe no te mira, la mejor opción es salir de allí. Yo y mi mujer éramos felices en la ciudad y estás en un Deportivo, que al final hay que valorarlo porque no estás en cualquier sitio. Llego a otro gran club como la Cultural, me llaman el entrenador y el director deportivo y como allí no iba a tener opciones, ni me lo pensé.

Por mucho que uno esté a gusto en un vestuario y una ciudad, ¿hay situaciones insostenibles?

El día a día era fantástico, un diez, ninguna pega. Nadie la tenía conmigo tampoco. He trabajado desde el primer día que llegué. Por circunstancias no empecé con buen pie, pero tampoco voy a hablar más de la cuenta. A mí tampoco me han dado una oportunidad. Jugué después de entrenarme diez días tras estar un mes fuera por el COVID y por un tobillo y ganamos 0-1 y con la portería a cero. Por muy mal que lo hiciera, que tampoco creo que fuese el caso, la confianza se coge dando rutina. Son muchas cosas. Cuando se ponía antes al jardinero de lateral que a mí, pues pasan estas cosas (la salida). Por muchas ganas que le pongas o por muy bueno que puedas ser, si no hay confianza del que manda, eso se nota.

¿Echó de menos, sobre todo, confianza y tacto por parte de Borja?

Tampoco le echo nada en cara al míster porque el Dépor va primero y no hay nada que decir. En mi caso particular, creo que no se ha sido justo, aunque igual yo estoy equivocado. También tengo parte de culpa. Venía con unas expectativas y al final no eran las que él pensaba o que yo he demostrado. Tampoco venía de no jugar un partido, tengo un bagaje en el fútbol profesional. Si me firmas, ya sabes lo que te puedo dar, no vengo de estar un día en el fútbol. Si al principio por circunstancias, no cojo el ritmo... Es algo que, al final, se pilla jugando y dando confianza y cariño al jugador. El fútbol es así, me ha tocado vivirlo ahora y de todo se aprende en esta vida.

“El Dépor es sólido en las dos áreas, gana hasta cuando está mal. No tengo duda de que va a ascender”

Ha vivido el Dépor, su afición y Riazor. ¿Era lo imaginaba?

No aguardaba menos, incluso me ha sorprendido. No por el club, sino por la situación. Todos sabemos el club que es. Hay equipos en los que depende de la categoría sus aficionados son más de él o no y en el Dépor es todo lo contrario, es al revés. Estando en Primera RFEF y con todo lo que pasó el año pasado que casi hay otra catástrofe, empezar como hemos empezado... Es que me parece una barbaridad la afición que hay y cómo apoya. Yo no lo he visto nunca. Sí que en el Zaragoza se vive mucho, pero el equipo está en Segunda. Quizás se pueda comparar algo. Va el equipo con la afición de la mano, independientemente de la categoría.

¿Le sorprende la superioridad del Dépor en la competición?

No. Estando allí (en Abegondo) en el día a día ya se ve. Lo que ha conseguido el cuerpo técnico y el nivel de los jugadores es superior a la categoría en la mayoría de los puestos. Eso puede ser bueno o malo, porque la temporada pasada ya había ese tipo de plantilla. Se ha dado con la tecla. Es un equipo muy sólido en las dos áreas, hasta los días que está mal gana los partidos. Van en un camino que si no pasa nada raro, el año que viene estarán en el fútbol profesional, que es el sitio mínimo donde deben estar.

“A Trilli no le veo techo y Víctor va hacer carrera de alto nivel de lateral”

Ha vivido de cerca la irrupción de Trilli. ¿Cómo lo ve?

No le veo techo, siempre con calma y los pies en el suelo. Tiene las ideas claras y la cabeza bien amueblada, tiene mucho futuro en el fútbol profesional, ojalá sea en el Dépor. En el fútbol de hoy en día con los laterales se trata mucho de explotar ese aspecto ofensivo y él lo hace. Cuenta con correa para ir adelante y atrás, tiene manejo de la pelota. La experiencia que está cogiendo este año le va a dar muchísimo. Tiene un nivel muy bueno y con Víctor va a tener buena competencia.

¿Le sorprende el nivel de Víctor?

No porque lo veo en el día a día en el campo. Va a ser futbolista de alto nivel de lateral. Me fastidiaba no jugar, da igual al que pongan. Yo con Víctor tengo una relación estupenda, de amistad. Igual que con Héctor o con Valín, que es increíble. Tiene que ver con lo que decide una persona, no con ninguno de nosotros. Queremos jugar siempre, no es culpa de uno o de otro.

Hubo muchas muestras de afecto cuando se fue. ¿Le reconforta?

Me sentía muy querido en el vestuario, no puedo hablar mal de nadie. Me trataron genial, yo a ellos también. Cuando te marchas de un sitio, eso es bonito. Con Valín, Héctor y Víctor es diferente al resto, aunque no por nada. Y sobre todo con Valín porque vivimos esa época, de como decimos los futbolistas, de estar fumadísimos, pero lo hemos llevado muy bien los dos, trabajando con Canosa. Valín es fantástico, de diez, le deseo todo lo mejor. De aquí en adelante me tiene para lo que quiera.

Es el momento de Jorge, ¿no?

Sí, de que Valín explote fuera de casa. Le vendrá genial para madurar como persona y como futbolista y para ganarse un puesto en el Dépor.

¿Se arrepiente de haber fichado por el Deportivo el pasado verano?

No me arrepiento de nada de lo que hago en el mundo del fútbol. Uno no puede vivir del pasado, no vale para nada, hay que pensar en el presente y en el futuro. Estoy agradecido por el trato y por vestir esa camiseta. La espina es no haber jugado como local en Riazor. Quiero desearle lo mejor al Dépor, a su gente, a todos y ojalá asciendan. No tengo ninguna duda de que lo van a lograr.