Un día por el COVID, al siguiente porque les reclaman jugadores del primer equipo o de la Youth. Los filiales sufren vaivenes, pero este Fabril aún más. ¿Cómo lo lleva?

Es una temporada atípica, tampoco es la primera con el COVID, que la hace más complicada aún por la falta de continuidad, por los aplazamientos. En un filial estás a expensas de los jugadores con los que puedes contar, pero esa también es la parte positiva de saber que los chavales tienen la opción de estar arriba.

Es un Fabril sólido que no se engancha a la parte alta. ¿Qué les pasa?

Tuvimos una primera fase de la temporada muy sólidos en defensa, con muy buen trabajo de los futbolistas en los entrenamientos diarios, aunque sí que nos faltaba un poquito de profundidad. Al principio fuera de casa teníamos más problemas para sacar los partidos adelante aún siendo defensivamente fiables.

“¿Fichajes? Hay unos déficits, se está trabajando, pero no siempre es fácil”

Y ahora ha cambiado...

En el último mes tuvimos más dificultades, incluso en casa, donde perdimos el primer partido y fuera no estuvimos bien. Forma parte de la adaptación de los futbolistas al rendimiento, al tipo de equipo que somos. Nos queda mucho, queremos ser más fiables en la segunda vuelta y mejorar los debes.

¿Cuál será la clave?

Tener un buen rendimiento en el trabajo diario. Y como filial podemos. Queremos incidir en esa mejora porque estamos teniendo dificultades en el día a día en el número de efectivos, porque los chicos del juvenil son muy jóvenes y tienen dificultades para entrenar por la mañana.

No descuidar los estudios, ¿no?

El club, de manera acertada, cree que hay que cuidar también la formación personal del jugador. No podemos olvidarnos de que son chicos en una edad en la que los estudios tienen que ser muy importantes para ellos. El club entiende que no hay que molestar esa progresión y, en ese sentido, hay que coordinar ambas cosas: el rendimiento deportivo y la formación personal.

¿Subir a 2ª RFEF? El rendimiento y la edad van en direcciones contrarias. Cuanto más jóvenes sean, más posibilidad de mejora y de llegar al primer equipo, pero menos rendimiento inmediato tendrán

Ya han pasado los Reyes, pero ¿le ha pedido algo a la secretaría técnica? ¿Van a fichar en este mercado?

El club está siempre trabajando en ese tipo de mejoras. Sabemos que tenemos una serie de déficits, sobre todo por el día a día, en cuanto al número de efectivos. Se está trabajando (para fichar), pero no siempre es fácil aprovechar lo que tenemos y que lo que pueda venir que sea para ayudar y para relanzar el trabajo de cantera que se está haciendo.

El primer equipo está cerca. ¿Genera ilusión o ansiedad en ellos?

Yo no percibo esa ansiedad. Cuantos más futbolistas de cantera lleguen al primer equipo, más posibilidades y más expectativas habrá en los demás. Eso es muy positivo para todos. La ilusión de Noel, Trilli o Peke o de Villares ayuda al trabajo que nosotros hacemos, sobre todo, en la motivación de los jugadores porque lo ven factible y cercano. Se genera una situación de retroalimentación. La cantera ayuda al primer equipo y ellos lo ven a un paso no tan lejano.

¿Cómo ve a Noel y a Trilli?

Bien. Todos vemos que su rendimiento es bueno cada vez que participan, pero hay que incidir en la capacidad de mejora que tienen y en la capacidad de trabajo que deben seguir teniendo para dar pasos hacia adelante en el club y para seguir reivindicando el papel de la cantera en el primer equipo.

Se atreven, no se cortan...

El jugador del Dépor está acostumbrado a lo largo de toda su formación a ser protagonista, a que todas las miradas estén en él y eso se nota en estos momentos. Deben ser capaces de asumir ese rol de ser protagonistas y que no les pese la exigencia. Lo están haciendo muy bien todos, se nota en el campo.

¿Noel y Trilli? El jugador del Dépor está acostumbrado en su formación a ser protagonista, a que las miradas estén en él y se nota

¿Debe estar el Fabril en Segunda RFEF o tan jóvenes es imposible?

El rendimiento y la edad van en direcciones contrarias. Cuanto más jóvenes sean, más posibilidad de mejora hay y de llegar al primer equipo, pero menos rendimiento inmediato tendrán. Está clarísimo. El club apuesta por un filial que es el más joven que yo recuerdo. Estamos muy contentos de que sea así y de, a partir de esa base, ir creciendo.

¿Cómo ve a Barcia?

No me gusta personalizar porque no se le hace bien a los jugadores. Dani tiene una progresión muy buena, al igual que otros compañeros, como ya pasó el año pasado. Este, en un paso más, está respondiendo, aunque con sus altibajos por la edad y la inexperiencia. Hay que tener esa paciencia y esa calma para que los pasos sean hacia adelante y, aunque sean más lentos, que sean seguros.

No todos a la misma velocidad...

Lo creo firmemente. Unos necesitan una medicina y otros otra. Unos necesitan más confianza y otros más exigencia. En ese tira y afloja que siempre hay cuando subes a un jugador es como vas calibrando. Poco a poco. Y, aunque jugadores con buenas condiciones parezca que se frenan, a veces lo hacen para coger un impulso más fuerte. No digo que no tengan que subir, sino al contrario. Que suban en el momento adecuado y que se rueden a diferentes velocidades, es lo que reclama cada uno.

Habla de velocidades y es inevitable referirse a Jairo. ¿Cómo está?

Sí. Esa es otra fase. Jairo trabaja con nosotros diariamente, pero las lesiones le están impidiendo tener continuidad no solo en partidos, también en entrenamientos. Con nosotros no debutó y con el juvenil ha jugado poquitos partidos, sobre todo, por esas lesiones. Ha trabajado de manera intermitente, pero hay que tener calma y prepararlo física, táctica y también mentalmente para estos momentos que le llegan a los jugadores a lo largo de su carrera.

Y hay quien toca el primer equipo y luego regresa al Fabril. ¿Cómo lo encajan psicológicamente?

La carrera de un futbolista o de un proyecto no siempre es en línea recta ni ascendente, tiene subidas, bajadas, momentos en los que va rápido o otros en los que se estanca y a veces hay que dar un pasito atrás. Es nuestro trabajo prepararlos para estos contratiempos. Hay que contarles claramente cómo es el camino. El camino no es siempre liso y llano, a veces hay obstáculos y hay que aprender a saltarlos, a superarlos.