Todos los aficionados que abandonaron el pasado miércoles Riazor se marcharon con esa mezcla de dolor y orgullo por la eliminación y la imagen ofrecida ante uno de los mejores equipos de la primera fase de la Youth League. Un cóctel de sensaciones que poco a poco fue dando paso a una pregunta que se repite de manera cíclica tras cada exhibición desde que esta generación juvenil se proclamó campeona nacional hace unos meses en Marbella: ¿Tiene capacidad el Deportivo como club para retener a todo este contingente de talento, a pesar de ser una entidad endeudada y que se encuentra ahora mismo en Primera Federación?

El club va ganando terreno, va haciendo conquistas, porque desde la plaza de Pontevedra se ha atado a la columna vertebral del equipo con contratos profesionales, en su mayoría hasta 2024. Así los Jairo Noriega, David Mella, Trilli, Yeremay Hernández o Dani Barcia tienen vinculación de este tipo con el club firmada este pasado verano que evita que se produzca un nuevo caso Guille Bueno, que un día desapareció de Abegondo sin dejar rastro para no respetar lo firmado en calidad de aficionado y enrolarse en las filias del Borussia Dortmund. El Dépor defiende a día de hoy sus derechos en este contencioso, aunque su posición es de menor fuerza que si ocurriese con algunos de los que estamparon su firma este pasado verano. Trabaja ahora para seguir el mismo camino con otros de sus baluartes, que tienen ofertas. La competencia es enorme dentro y fuera de España y un hipotético ascenso le daría aire económico en esta lucha casi diaria.

Club de cantera

Todas estas decisiones forman parte de los pasos cortos, pero decisivos que pretende dar el Dépor para convertirse en un club de cantera. Primero captar y pulir el talento que hay, sobre todo, a su alrededor y después ser capaz de retenerlo y de llevarlo al primer equipo. El secretario técnico Carlos Rosende disertó en su última comparecencia sobre las líneas maestras que guían al club en esta metamorfosis y el feedback que encuentran. “El Dépor tiene claro que es un club de cantera. Hay una partida presupuestaria importante. Los chicos y sus familias ven que el club en los últimos meses está dando un paso en un sentido. Esta es una relación de confianza y necesitamos que ellos la tengan. Sabemos cómo es esta industria, las cantidades que se mueven, lo atractivo que es irse de España. Vienen grandes generaciones por detrás en Abegondo y las familias perciben que esto no es humo ni papel mojado. Se invierte en la cantera y esperamos que venga de vuelta en forma de confianza. Que lleguen al primer equipo y preparados, que el ascensor funcione. En el pasado por exigencias o por lo que sea, no se daba. Estamos en disposición de ofrecerles ahora esa posibilidad”, afirmaba.

De los asuntos que quedan por resolver hay dos que resaltan por encima de todos. Uno es el de Noel López, que cuenta con contrato aficionado hasta 2023 y que el club lleva meses intentando renovar. Su continuidad es ahora mismo la gran asignatura pendiente, no en la cantera, sino en lo que refiere a la planificación deportiva del primer equipo. Todas las partes esperaban resolverlo hasta del final de 2021, pero siguen sin llegar a un entendimiento. Desde el Dépor ya reconocen abiertamente que cuentan con la competencia de, al menos, los grandes del fútbol español y que la decisión está en manos de Noel, sus agentes y su entorno. El club no puede competir económicamente con esas propuestas y le ofrece, en cambio, un entorno conocido y la posibilidad de seguir creciendo de la mano.

Otro de los casos a resolver es el de Juan Rodríguez, uno de los destacados en el duelo ante Dinamo. El vigués y deportivista de cuna, con padre de Os Mallos, era la apuesta de antepenúltima dirección deportiva comandada por Carmelo del Pozo en la posición de zaguero y, en ese sentido, se le renovó en 2018 con dos años más otros dos opcionales. Estuvo en dinámica del primer equipo en la temporada del descenso a Segunda B (2019-20) con Fernando Vázquez, pero no llegó a debutar y en los últimos tiempos ha perdido peso y Dani Barcia se encuentra por delante en las preferencias de la entidad como central zurdo del futuro. De hecho, es él el que juega en esa posición en el Fabril y en la Youth League. La vinculación de Juan Rodríguez finaliza este mismo verano y las dos partes deben encontrar un punto de encuentro que no será sencillo.