Veinte años después, el célebre Centenariazo queda lejos ya en el tiempo, aunque cercano en el recuerdo de sus protagonistas y de los miles de aficionados del Deportivo cuando, como ahora, se acerca la fecha en la que se produjo semejante gesta. “El Centenariazo lo recuerda todo el mundo vayas donde vayas. Siempre va a haber un recuerdo especial y es algo increíble que nos haya pasado”, afirmó ayer Fran González en la víspera del 20 aniversario de la Copa del Rey conquistada en el estadio Santiago Bernabéu frente al Real Madrid el día que cumplía 100 años de historia.

Fue un 6 de marzo de 2002 y desde entonces la situación del Deportivo ha dado un vuelco por completo. Los títulos forman parte del pasado mientras el club afronta su duro presente, pero nunca está de más refrescarlos en busca de un futuro más prometedor. Ayer tanto Fran como Manuel Pablo, integrantes de aquella plantilla que celebró el Centenariazo y enrolados actualmente en el organigrama deportivista como director de la cantera y entrenador del Juvenil A, respectivamente, recordaron aquellos días.

“Fue un día histórico para nosotros. Era un partido único, que se da cada 100 años, y a nosotros nos tocó ese privilegio de estar en esa final”, apuntó Fran. El histórico jugador coruñés fue el encargado como capitán de recoger aquella copa de manos del rey Juan Carlos ante el delirio de los miles de aficionados deportivistas y el shock de los madridistas, que ya por entonces habían comenzado a abandonar el Bernabéu. Es su gran “recuerdo” de aquel día, pero al mismo tiempo tiene un poco desdibujado lo que ocurrió y lo que le dijeron cuando subió al palco a por el trofeo. “Ni me acuerdo. Estás como en una nube y no te lo crees. Vas saludando a todas las autoridades y luego cuando la recibes tampoco estás preparado para esa ocasión. Fue algo único y te envuelve todo el ambiente. Estás un poco como en otro lado”, resumió.

Fran fue protagonista sobre el césped, mientras que Manuel Pablo tuvo que vivirlo prácticamente como un aficionado más debido a la grave lesión que sufrió unos meses antes en un derbi por una entrada de Giovanella. “Yo lo viví casi con la afición, más en el medio, y fue espectacular”, recordó. “Hay dos sonidos, la afición del Dépor cuando se hace con el estadio y desde el primer minuto solo se les oye a ellos, y el segundo cuando marca el Madrid y hay un estruendo que parecía que venía el zafarrancho de combate”, destacó.

Aquello fue la culminación de los años dorados del club, junto a las semifinales en la Liga de Campeones, una etapa en la que el equipo se coló entre los grandes con actuaciones como aquella en el centenario del Real Madrid. “Estábamos en una época donde competíamos de tú a tú con los equipos grandes. Confiábamos en lo que hacíamos y salimos convencidos de que podíamos hacerlo. A pesar de toda la presión del Bernabéu creo que estuvimos siempre muy enteros en el partido. Hicimos un partido muy completo a todos los niveles”, recalcó.

Fran repasó el Centenariazo no hace mucho, durante el confinamiento de hace dos años que hizo a las televisiones desempolvar algunos de los encuentros recientes más recordados. “Lo vi otra vez y fue un partidazo en todos los sentidos. Cómo entramos al campo, cómo estábamos de enchufados, el fútbol que teníamos y cómo supimos jugarle al Madrid. Lo más difícil fue la segunda parte, en la que a pesar de ese empuje que tuvieron fuimos un equipo muy sólido”, defendió el excapitán.

El partido aparece siempre como uno de los más emblemáticos para el deportivismo, pero también para sus protagonistas. Fran va más allá y no duda en colocarlo entre las mejores actuaciones en la historia del club. “Mentalmente estuvimos muy bien preparados para este partido, supimos jugarlo muy bien y fue una victoria más que merecida, por eso siempre digo que seguramente fue, si no el mejor partido en la historia del Dépor, uno de los tres mejores de toda su historia, por lo menos en la que me ha tocado vivir a mí”, reflexionó.

El vigésimo aniversario del Centenariazo coincide con una etapa en la que el club mira al futuro, centrado en regresar a las categorías de las que se vio de repente desalojado. “Hay que ir poco a poco y ahora lo más importante es que el equipo consiga el objetivo este año. Creo que se están haciendo las cosas muy bien y hay que tener paciencia. Más que nunca hay que estar con el equipo y apoyarlos al cien por cien”, razonó el actual director de la cantera.