La Opinión de A Coruña

La Opinión de A Coruña

Mediocentro del Deportivo

Josep Calavera: “Futbolísticamente estaba un poco colapsado, pero lo fui superando”

“No nos veo mal, pero debemos exigirnos dos puntos más. No estamos lejos del equipo que éramos”

Josep Calavera posa ayer por la mañana en Riazor con un escudo del Dépor por detrás. | // CARLOS PARDELLAS

Nadie ha tardado más en la plantilla del Dépor que Josep Calavera (Cabra del Camp, 1999) en disfrutar de su primera titularidad en liga y oposita a hacerse con el puesto. Ha sido un largo camino en el que ha vencido incluso sus propias dudas y la falta de adaptación.

¿Vio Riazor ante el Racing al Josep Calavera que lleva dentro?

No sé con qué sensación salió la gente de mí, me quedo con la mía, con la del míster y mis compañeros. Tampoco pude dar mi mejor versión porque eso se coge con más partidos, con confianza y poco a poco. Me encontré bien e hice un buen partido. Es verdad que la tarjeta me condicionó un poco, fue muy temprano. Lo último que quería era dejar al equipo con diez. Aun así, intenté dar lo máximo de mí.

“¿Psicólogo? Hablé con gente que sabe. Es normal acudir a ellos, útil; no significa que estés loco”

decoration

¿En qué le condicionó?

Que tienes en tu cabeza que tienes una amarilla y que no puedes despistarte. Además de estar centrado en el partido, es otro ingrediente más y debes ser consciente de que tienes que ir con más cuidado, sobre todo, porque parecía que el colegiado sacaba amarillas como si nada.

Hay muchas maneras de influir, ¿no?

Exacto. Parece que no, pero son jugadas que te condicionan mucho y más al principio del partido. Es que no son ni faltas. La de Héctor, la mía. Hay árbitros que ni las pitan, pero esta vez no fue así y, además, te saca amarilla. Muchas faltitas, el juego estaba muy parado. No hubo toda la continuidad que a nosotros nos hubiera gustado. Y luego pasa lo que pasa con el penalti, que lo remata todo.

“Estudio ADE, una carrera. Me ayuda a desconectar, a pensar en otras cosas, a por las tardes no solo ir al gimnasio”

decoration

¿Le define su primer toque?

Sí, me gusta jugar rápido, fácil, a un toque o a dos. Muevo el balón de un lado a otro para encontrar a mis compañeros, a las líneas por delante de mí. Sin la pelota, quiero estar bien posicionado, dar equilibrio al equipo y recuperar los máximos balones.

Jugó por Álex. ¿Le dio algún consejo el sábado?

Me dijo que estuviese tranquilo, que hiciera lo que llevaba haciendo estas semanas y que iba a salir bien. Da tranquilidad sentir el apoyo del vestuario y de veteranos, y más en el caso de Álex, que somos competencia por el puesto. Es una de las claves. Vamos todos a una.

Borja tardó en apostar por usted, pero lo hace en un momento clave. ¿Cómo ha sido su relación?

Muy buena. Al principio, cuando no me encontraba bien, tuve una charla bastante distendida con él y me vino bien para coger confianza, para saber lo que quería de mí. Siempre me decía que la oportunidad iba a llegar, que últimamente estaba entrenándome bien. Yo esperé el momento y esta situación me ha valido para aprender para el futuro.

Porque no es llegar a A Coruña y empezar a rendir, ¿no?. Hay muchos factores, también personales.

Claro, son muchos condicionantes. Al principio cuesta adaptarse, aunque en realidad fue más responsabilidad mía. Tu cabeza no acaba de funcionar como tú quieres, te encuentras limitado. Quieres hacerlo bien, tu obsesión es hacerlo bien y las cosas no acaban de salirte y estás un poco así... He hecho muy buenos amigos este año en el vestuario, me he apoyado mucho en ellos y en mi entorno. Gracias a ellos, ya llevo un tiempo encontrándome muy bien.

¿Somos a veces nuestros peores enemigos?

Pues sí. Tú compites contigo mismo también, eres tú mismo a veces uno de tus peores enemigos. Es así.

¿Recurrió a ayuda psicológica?

Sí, estuve hablando con gente que entiende del tema, que sabe. Y fue un apoyo importante. Nos puede pasar a todos y no hay que sacarlo de contexto, ni mucho menos. Yo estuve siempre bien, pero lo que si es verdad es que futbolísticamente, en el campo me encontraba un poco colapsado, un poco que no acababa de fluir como había sido siempre. Son etapas, lo fui superando mentalmente y ya no hay ningún problema.

Y hay que normalizarlo, ¿no?

Obviamente. Es normal acudir al psicólogo, es bueno. Si uno no se encuentra bien consigo mismo, es una herramienta útil y positiva. Es una situación totalmente normal, no significa que estés loco, ni mucho menos.

Barcelona, Madrid, Lleida, Castellón. ¿Qué le da A Coruña?

Aquí estoy muy bien. Es una ciudad cómoda, bonita. Encima, el clima este año está siendo genial. Me encuentro muy aclimatado. Al ser más pequeña y accesible, me ayuda a estar cómodo. Soy feliz.

¿Pasa tiempo con Mario Soriano, con el que ya estuvo en el Atlético?

Sí (se ríe). Muchos ratos con Mario, con Víctor, con Jaime, con Héctor, con Doncel, con muchos. Nos intentamos ir juntando los que estamos así sin pareja o que tienen la novia fuera o que no cuentan con familia aquí. Solemos ir a dar un paseo por el centro, por las tardes a una cafetería o al cine; aprovechamos para estudiar o hacer trabajos.

¿Qué estudia?

ADE (Grado en Administración y Dirección de Empresas). No es fácil compatibilizar. Hay que llevarlo, organizarte bien. Es verdad que hago la mitad de asignaturas todos los años, no las cojo todas porque iría demasiado al límite. Hacer la mitad me ayuda a desconectar del fútbol, a pensar en otras cosas, a tener la mente ocupada, a obligarte por las tardes a no ir solo al gimnasio. Me va bien.

¿Cree que las cualidades que demanda su carrera tienen puntos de unión con su posición en el campo?

Puede ser. No comparo los estudios con el fútbol, intento separarlos lo máximo. Pero es cierto que soy una persona bastante organizada y, tal como juego en el campo, intento darle pausa al equipo y eso refleja también mi personalidad fuera.

¿Le gustaría echar raíces aquí?

Son cosas que no dependen de uno (está cedido). Llega un punto en el que a todo jugador le gusta tener estabilidad, es cierto. Tengo 22 años, pero sí es verdad que en los últimos cuatro o cinco he jugado en tres o cuatro equipos diferentes. Si se pudiera ser y más en un club gran club como el Dépor y en una ciudad en la que estoy tan cómodo, estaría encantado. Voy a seguir trabajando para que ojalá se dé.

En verano ayuda a su padre que es agricultor. ¿Le sirve para ver otras realidades, tener los pies en la tierra?

Siempre los he tenido. La familia que tengo no me trata diferente. Cuando estoy con ellos, soy uno más, solo faltaría. Intento hacer todo lo que me mandan, ayudar en casa siempre que estoy allí. Estoy agradecido por que me traten igual y por que no quieran cambiar las cosas por el hecho de jugar al fútbol a cierto nivel, que tampoco estamos hablando de la Champions. Hay que tratarlo con normalidad. Siempre he tenido los pies en el suelo y espero que siga siendo así para siempre

¿Qué le está pasando al Dépor?

Yo al equipo no lo estoy viendo mal, aunque es verdad que tenemos que exigirnos todos un punto o dos más porque si nos da para ganar, hay que hacer más. Tenemos que hacerlo y reengancharnos a ese equipo que éramos y que seguimos siendo. No estamos lejos del equipo que ganó tantas jornadas o que no perdía.

Tan lejos, tan cerca...

Creo, aún así, que tenemos muchas cosas que mejorar, tenemos que encontrarnos mejor en el terreno de juego, dominar mejor los partidos y crear más peligro en el área rival. A partir de ahí, creo que en los próximos encuentros vamos a notar mejoría. Ojalá sea así y que eso nos acerque mucho más a ganar partidos.

Compartir el artículo

stats