La Opinión de A Coruña

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Deportivo

Solo con Quiles no basta

El Dépor, de nuevo empequeñecido fuera de casa, no mereció más que un empate en Talavera, donde el andaluz volvió a sostener al equipo con su decimosexto gol - Mala primera parte y reacción tardía e insuficiente después

Quiles celebra con rabia su gol al Talavera Lof

El Deportivo desperdició en Talavera una gran oportunidad para consolidar su reacción del anterior fin de semana en Riazor con una nueva victoria a domicilio, su gran asignatura pendiente. Solo la buscó de verdad cuando se vio con el agua al cuello. Demasiado tarde. De inicio el que más intención mostró fue su rival. Ganó casi todas las disputas y poco a poco, a su manera, fue volcando el campo hacia el área de un Dépor al ralentí, muy bajo de revoluciones, como si esperara que le regalaran el 0-1, o que cayese del cielo. Demasiada parsimonia y relajación. También en la acción del gol de Monroy poco antes del descanso, un remate de cabeza 100% evitable. Quiles empató tras la reanudación e incluso mandó un balón a la cruceta que pudo haber completado la remontada, pero el Dépor no mereció más que un empate. Sigue buscándose, tratando de reencontrarse, con la competición ya en su recta final. Mal asunto de cara a un play off que, visto cómo compite el equipo a domicilio, a priori se hará menos cuesta arriba si finalmente tiene como escenario Riazor.

Borja Jiménez apostó por el estreno como titular del recién llegado Antoñito. Los demás, los mismos que venían de vencer y convencer ante el DUX en Riazor (3-0). No desentonó el lateral andaluz dentro de la línea gris de todo el equipo, sobre todo en una primera mitad muy pobre. Su concurso en el carril derecho permitió al técnico mantener a Villares donde mejor rinde, en el centro del campo, con el objetivo de dominar en la zona ancha juntando al vilalbés con Juergen y Álex. Pero al Dépor le volvió a faltar fluidez y frescura, lo de casi siempre fuera de casa. Lo del DUX fue un efímero regreso a los orígenes porque ayer el equipo estuvo tan plano como en anteriores salidas pese a que en la segunda parte, sobre todo en los minutos posteriores al 1-1, fue capaz de llegar con relativa facilidad al área.

Al Talavera le interesaba un partido trabado, de muchas disputas, y buscar los caminos más cortos para plantarse en campo rival. Cero riesgos en zonas calientes. Nada de intentar salir con el balón bien jugado desde atrás, una osadía que a las primeras de cambio condenó al DUX en Riazor. Al Dépor, por su parte, le faltó ritmo de balón e intensidad en sus acciones para sorprender a un rival muy solidario y muy bien organizado.

Juergen y Quiles fueron los únicos capaces de finalizar jugadas en un tramo inicial en el que el Deportivo no sufría atrás, pero no acababa de dominar. Bien taponado por dentro, solo era capaz de acercarse al área mediante centros lejanos en los que Quiles tenía casi siempre todas las de perder como única referencia rodeado de defensas. Con Soriano perdido, Juergen lejísimos de la portería contraria y William casi más tiempo en el suelo que de pie por las continuas faltas, el control era del Talavera o, por lo menos, se jugaba a lo que más le interesaba a Manuel Mosquera y sus hombres.

Poco a poco se fueron aproximando cada vez con más frecuencia a la portería visitante, armándose de fe para creer en poder conseguir algo más que un empate. Primero pidieron por mano de Jaime en un centro de Góngora y luego otro servicio del exdeportivista Añón lo aprovechó Monroy para rematar sin oposición ante la pasividad de la zaga. Su cabezazo en el 41 obligaba al Dépor a tener que remar en la segunda parte, aunque justo antes del intermedio pudo empatar Villares tras un córner lanzado por Juergen. Remató con intención, pero bajo palos respondió con eficacia otro canterano blanquiazul, el portero Edu Sousa.

El encuentro pintaba mal, muy mal para el Dépor después de una primera parte tan floja. El partido estaba para hacer cambios en el descanso, por lo menos un par. No lo entendió así Borja Jiménez, que pronto se encontró con el 1-1 tras una acción aislada en el 49. Gran asistencia de Álex Bergantiños y mejor definición de Alberto Quiles, que ha visto puerta en sus últimos cinco partidos y ya suma dieciséis dianas en Primera RFEF, más dos en Copa. Un lujazo.

El gol fue vitamina pura para el Deportivo, reanimado de golpe para buscar la remontada con casi toda la segunda mitad todavía por delante. Mucho tiempo, de sobras como para acabar plasmando sobre el terreno de juego su teórica superioridad. Al Talavera le entraron las dudas y se empezó a jugar casi todo el tiempo en su campo. Mérito del Dépor, capaz en esa fase de enlazar ataques continuos, uno detrás de otro, sin dar respiro a su rival. Pudo marcar William en el 53, pero el que tuvo las más claras fue Quiles, sobre todo un zapatazo al palo tras un servicio de Soriano a media hora del final.

Jiménez se jugó la carta de Yeremay para los últimos veinte minutos. El joven canario derrochó su característico desparpajo para intentar desbordar, pero el que más cerca estuvo de decidir el encuentro volvió a ser Quiles. Su disparo lejano en el 87, ya con Miku en el campo, lo desvió Edu Sousa con una gran intervención. Hacía ya tiempo que el Talavera daba por bueno el 1-1. Es un punto que suma para su objetivo de evitar el descenso. Al Deportivo, en cambio, el empate le resta parte de la confianza que había recuperado el anterior fin de semana en Riazor. Su gran asignatura pendiente siguen siendo los partidos fuera de casa. No gana a domicilio desde el 26 de enero en Zamora (0-1), demasiado tiempo sin enlazar ni tan siquiera dos victorias seguidas. Puede y debe mejorar mucho de cara al play off. Ese debe ser su objetivo para las cuatro jornadas finales: amarrar la segunda plaza, tan valiosa de cara a la fase de ascenso, y crecer como colectivo para no depender solo de un futbolista. Aunque sea tan determinante como Quiles.

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