Todo le salió redondo ayer al Deportivo, que firmó su actuación más completa de la segunda vuelta, amarró su presencia en el play off de ascenso de manera matemática y encontró la mejor versión de sus jugadores. Era un prueba importante para el equipo, ante un rival de la zona alta que lucha también por disputar la promoción y con la presión añadida que le puso la victoria del Racing de Ferrol, y salió fortalecido. Lo hizo también el entrenador, Borja Jiménez, al que esta semana a los problemas futbolísticos se le sumaron los líos en el vestuario. El despido de Menudo añadió incertidumbre a un equipo que despejó dudas con una actuación convincente, sostenida de manera constante durante todo el partido.
Fue un Deportivo que recuperó buena parte de las señas de identidad que lo diferenciaron en la primera vuelta del campeonato, hasta que esa propuesta se extravió entre malos resultados y ausencias determinantes. Huérfano de laterales derechos por las lesiones de Trilli y Víctor García, a Borja Jiménez no le quedó más remedio que improvisar y con ello el juego del equipo se resintió. Ha sido contar con un jugador específico para esa posición y el Dépor ha empezado a parecerse a aquel que fue.
Toda la profundidad que había perdido la ha recuperado en parte con la llegada de Antoñito, racionado por el momento porque su estado físico todavía no le permite soportar los partidos al completo. Ayer tuvo que retirarse al descanso con problemas musculares, pero tras dejar constancia de que con él ha vuelto la profundidad por los costados que diferenciaba al conjunto blanquiazul. En la primera parte atacó una y otra vez por su banda para aportarle llegada a un Deportivo que volvió a mostrarse agresivo en todas las acciones.
El partido se lo allanó ese primer gol del jugador sevillano, presente en el área para aprovechar una chilena defectuosa de su compañero Quiles que el árbitro no consideró falta. Prácticamente vivió en campo contrario antes de sus molestias musculares le recomendaran frenar para no comprometer su participación en el tramo final de la temporada.
La profundidad de los laterales convierte al Deportivo en otro equipo, así lo reconoció en varias ocasiones Borja Jiménez. Permite al conjunto blanquiazul situarse en campo contrario de manera más natural y colocar la presión un peldaño por encima. También atacar con más jugadores y tener la presencia en el área que acostumbraba en la primera mitad del campeonato.
El Deportivo suma resultados y al mismo tiempo sensaciones de cara al play off en el que se jugará la temporada. El objetivo inmediato pasa ahora por asegurar una segunda posición que le proporcione ventaja en la fase de ascenso y afianzar esas virtudes de un equipo que parecían perdidas después de una segunda vuelta para el olvido.
