La Opinión de A Coruña

La Opinión de A Coruña

DEPORTIVO

Ellos nos hicieron volver

Eduardo López ‘Beci’, Zoran Stojadinovic, Xisco Jiménez y Carlos Marchena fueron los artífices de los goles que sellaron los ascensos del Dépor en 1971, 1991, 2012 y 2014

Beci, Stoja, Marchena y Xisco

Si las cosas ocurren tal y como se espera en A Coruña, a estas horas uno de los integrantes de la actual plantilla deportivista lleva en sus botas un gol que entrará en la historia, como otros hicieron antes. Eduardo López en sus documentos legales, Beci para todos los demás, es un hombre de prioridades. Eso explica que se encuentre en Barcelona mientras el club de sus colores se juega la vuelta al fútbol profesional. “Estoy visitando a mi nieto. El Dépor es lo más importante del mundo, después de mi nieto, claro”, matiza. Beci anotó muchos tantos durante su etapa en activo como futbolista profesional, pero, confiesa entre risas, siempre le preguntan por el mismo.

Eduardo López ‘Beci’, Ascenso del 1971: “Todos los ascensos fueron importantes para mí, pero el de hoy, más”

decoration

Beci, junto a la imagen del gol que firmó el ascenso. | // VÍCTOR ECHAVE Marta Otero/Carlos Miranda

Fue el 6 de junio de 1971, con un Riazor al límite de sus capacidades como escenario, ante 45.000 aficionados entregados y frente a un Rayo Vallecano que nada pudo hacer contra los blanquiazules, a quienes, como hoy, bastaba el empate para ascender. Entonces era a Primera, pero todo se andará. En su caso, solo hizo falta un cabezazo de Beci, que nació en Lugo pero que morirá coruñés a todos los efectos. “Nos llamaban el equipo ascensor. Siempre acabábamos jugando finales. Si estábamos en Primera, nos jugábamos no descender; en Segunda, siempre peleando por ascender. La tensión casi era un hábito”, señala.

Stoja, con una camiseta con el escudo del Deportivo. | //LA OPINIÓN

Beci, hombre de finales, reconoce que, no obstante, pocas recuerda como la que se vive estos días en las calles de A Coruña, inmersa en una previa que ya dura quince días. Beci sonríe cuando recuerda las gestas pasadas, pero se pone serio si toca hablar del futuro. “Todos los ascensos fueron importantes para mí, pero este de ahora todavía lo es más por las circunstancias en las que se vive. Está en juego el futuro del club, del equipo. La afición y la ciudad no se merecen esto”, asevera. El veterano futbolista ya busca, en la ciudad condal, un lugar en el que ver ganar a su Dépor. La derrota, de producirse, no será catástrofe mayor. “Ser deportivista es así: ganar, perder, enrabietarte”, concluye.

Zoran Stojadinovic, ascenso del 1991: “Creo que vamos a subir, y normalmente no fallo”

decoration

Zoran Stojadinovic es otro que no olvida. El 9 de junio de 1991 pasó a la historia por el incendio que se comió la cubierta de Preferencia Superior, pero también por los dos goles del serbio Stoja ante el Murcia, con los que devolvía al equipo a Primera División tras 18 años que muchos sí prefieren condenar al olvido. Si Stoja cierra los ojos, recuerda con claridad las maniobras que precedieron a cada tanto. “Se me pone la piel de gallina cada vez que lo recuerdo. El primero por la izquierda, le da Sabino al segundo palo, lo pillo por exterior y lo meto en el palo contrario. El segundo al pase de Kanatlarovski en profundidad, el portero sale, le pillo en contrapié y le tiro de primera, ni le driblo ni nada”, evoca el crack, al teléfono desde Belgrado pero con la cabeza en A Coruña.

Xisco en 2012, al término del partido contra el Huesca. | // VÍCTOR ECHAVE

No le cuesta empatizar con el conjunto que, como él hace 31 años, se enfrentaba al peso de las expectativas de una ciudad entera. Para ellos guarda un consejo. “Cabeza fría para afrontar la situación, pero que sea más fuerte la emoción para subir”, recomienda. Stoja piensa en lo que diría quien fue su consejero, Arsenio Iglesias, que aleccionaba la moral del equipo en largos paseos en la concentración, pero, meigas fóra, se muestra optimista. “Confío en que vamos a subir, y yo normalmente no fallo”, augura, con los goles del 91 como el mejor aval de su puntería.

Xisco Jiménez, ascenso del 2012: “Que el equipo sepa que hay una ciudad totalmente volcada”

decoration

La historia cíclica del Dépor le haría regresar a la segunda categoría justo dos décadas después del incendio de Preferencia, aunque poco tiempo tuvieron para acostumbrarse a la plata. Un año después, un gol de Xisco Jiménez firmó la remontada al Huesca al sumarse a uno previo de Riki, y rubricó aquel sambenito del equipo ascensor que ya le colgaban a los de Beci. Aunque quisiese olvidar, que no es el caso, no se lo permitirían. “Estos días, de vacaciones en Mallorca, me he encontrado a un montón de gente de A Coruña. Es inevitable pararse y hablar del Dépor, y es imposible no recordar todo lo vivido”, relata con emoción evidente. Xisco descarta dar lecciones a quienes se la juegan ahora, pero no los libra de avisos: “Que sepan que hay una ciudad y una afición totalmente volcada que les va a apoyar y a animar hasta el final”, advierte. Aunque esta temporada ejerció en las filas del Alcorcón, A Coruña, su gente y sus colores, aun en horas bajas, nunca dejaron de estar presentes para él, especialmente desde que otro exblanquiazul, Borja Valle, empezase a vestir el amarillo junto a él. “Siempre lo he seguido, pero con Borja de compañero, siempre lo comentábamos y veíamos los partidos en los viajes”, admite.

Carlos Marchena, ascenso del 2014: “Ese cosquilleo, ese paseíto hasta Riazor. Lo cuento y se me eriza la piel”

decoration

Y aunque poco duró la alegría, pues el ascensor continuó con su dinámica implacable, el sevillano Carlos Marchena asumió la corona de Xisco en 2014 tras rematar una falta ante un Jaen que quedaba sentenciado a pelear la permanencia. Y más que el gol que selló el triunfo, Marchena pone fácil el asomarse, a través de sus ojos, a la ventana del autobús que llega al estadio en los instantes previos. “Ese cosquilleo, ese paseíto hasta Riazor. Te lo cuento y la piel se me eriza. Cuando llegan momentos y partidos como estos, hay que vivirlo intensamente”, indica. Más que el gol de la victoria y el recibimiento posterior, el futbolista, hoy retirado, grabó en su memoria el empuje de una ciudad que ni aún hoy abandona a su equipo. “Esta ciudad es lo que tiene, es así. Todo el mundo vive y respira por el mismo equipo. Lo ves en la calle, en el campo y hasta en el mercado”, señala Marchena, que evita, no obstante, designar posible sucesor. “No importa quién marque. Importa el equipo”, zanja. La fuente de Cuatro Caminos, que vio coronarse a todos los héroes previos, espera romper hoy un barbecho que dura ocho años, y conocer la identidad del próximo nombre que quedará escrito para siempre en la historia coruñesa.

Marchena celebra el gol del ascenso en 2014. | // VÍCTOR ECHAVE

Compartir el artículo

stats