La Opinión de A Coruña

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Dépor-Albacete

No va más, todo o nada en Riazor

La afición y el empate como resultado válido para ascender, aliados del Dépor en su final contra el Albacete

Los futbolistas del Dépor escuchan las consignas de Borja Jiménez ayer en Riazor. | // CARLOS PARDELLAS

El Deportivo se juega toda la temporada esta tarde en Riazor. Le separan 90 minutos, o 120 si hay prórroga, de un ascenso con el que sueñan Borja Jiménez y sus jugadores, pero sobre todo los miles y miles de deportivistas que en los últimos años solo han tenido decepciones, nada que celebrar. Hoy llenarán el estadio coruñés, teñido de blanquiazul casi en su totalidad. El factor campo debe convertirse en un gran aliado para el Dépor, que también contará con la ventaja de que el empate le vale para sellar un billete a Segunda, al haber finalizado el campeonato regular en mejor posición que el Albacete. Los manchegos, con su técnico al frente, Rubén de la Barrera, también tienen mucho que decir e intentarán dar la sorpresa, pero el equipo coruñés tiene a priori las mejores cartas en su mano para sacar el partido adelante. Primero, por el factor campo; segundo, porque le vale el empate; y tercero, y todavía más importante, porque si rinde a su mejor nivel tendrá muchísimas opciones de salir victorioso. Todo eso está de su parte. Pero no garantiza nada.

Salir a ganar es la primera premisa para alcanzar el éxito. Lo saben Borja Jiménez y sus jugadores, conscientes de que lo peor que podrían hacer sería entrar en el campo con el freno de mano, a especular con el hecho de que la igualada les vale. Sería un grave error que nadie en el Dépor quiere cometer. El técnico abulense confía en que su equipo sea el de casi siempre en Riazor, dominador y protagonista con la pelota, pero por supuesto con cabeza y rigor táctico, sin sobreexcitación y sabiendo controlar las emociones. A lo mismo aspira el Albacete, a llevar la iniciativa para sentirse cómodo como más le gusta, teniendo el balón y tratándolo bien para progresar en busca de la portería contraria.

El primero que marque tendrá mucho ganado, sobre todo si el que lo hace es el Dépor. Lo demostró en la semifinal contra el Linares. Sufrió muchísimo hasta el 1-0, por momentos sometido ante un rival teóricamente inferior, pero cuando se vio con ventaja fue capaz de liberarse y mostrar su cara más voraz para dejar el partido sentenciado en muy pocos minutos. Para bien o para mal, el primer gol tampoco puede ser definitivo en una eliminatoria que durará 90 minutos largos. Eso, como mínimo.

Todo o nada. No va más en Riazor para Deportivo y Albacete, que presentarán alineaciones prácticamente calcadas a las de semifinales. Solo Soriano, destacado revulsivo tras el descanso contra el Linares, aspira a entrar en el once blanquiazul por William. Los demás serán los mismos. También de la Barrera apuesta por la continuidad y planea repetir la formación que presentó en Balaídos el pasado sábado contra el Rayo Majadahonda.

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