La Opinión de A Coruña

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Fútbol - Deportivo

Riazor, caer y levantarse para ascender

En 1990 el Dépor se quedó a las puertas de subir en casa ante el Tenerife pero al año siguiente lo logró contra el Murcia - Antonio y José Ramón recuerdan aquel episodio

El once del Dépor ante el Tenerife en 1990 en Riazor. De pie, de izquierda a derecha: Fernando, Sredojevic, Lasarte, Antonio Doncel y Stoyanov; abajo: José Ramón, Cayetano, Gil, Fran, Sabin Bilbao y Aspiazu. | // L. O.

Era otra categoría, más alta, y también otro nivel de exigencia, más bajo, nada que ver con el actual, pero el Deportivo ya sufrió en 1990 el golpe de un ascenso frustrado en casa, en Riazor. Fue en el fatídico desenlace de la promoción contra el Tenerife, cuando se quedó a las puertas de regresar a Primera al perder 0-1 en A Coruña en el encuentro que decidió la eliminatoria tras el empate sin goles de la ida. El conjunto blanquiazul supo levantarse de inmediato para acabar quemando el meigallo al año siguiente en la histórica victoria ante el Murcia. Han pasado más de tres décadas desde entonces, pero aquel episodio permanece grabado en la memoria de sus protagonistas. Por ejemplo, en la de Antonio Doncel, titular en aquel 0-1 ante el Tenerife y al que el pasado sábado le tocó revivir desde la grada de Riazor “ese sentimiento de frustración y tristeza” que ya había experimentado sobre el césped.

Alineación del Deportivo en la final del ‘play off’ de ascenso a Segunda contra el Albacete. De pie: Lapeña, Jaime, Quiles, Miku y Mackay; abajo: Villares, Juergen, Soriano, Antoñito, Álex y Héctor. | // RCD

“Fui al partido con mi hija y se lo comentaba, el hecho de que el ambiente era muy parecido, y no quería pensar en que fuese a ocurrir lo mismo. Tuve esa sensación de haberlo vivido ya en el campo y pude comprobar lo mal que se pasa desde la grada”, relata Doncel. “El palo fue gordo”, recuerda, aunque aquel Dépor no estaba inicialmente confeccionado para ascender: “Nosotros nos metimos en la promoción sin que nadie contara con nosotros”. Coincide su excompañero José Ramón González: “El año de Tenerife nos encontramos con esa situación, no la buscábamos. Fue un premio. No estábamos preparados, por muchas razones. No teníamos grandes jugadores como para afrontar ese reto y veíamos al rival mucho más fuerte, pero al año siguiente el grupo sí estaba preparado y el objetivo ya era claramente ese, ascender”.

Un escalón más abajo

Entonces el Dépor luchaba por dar el salto de Segunda a Primera. Ahora se ha hundido un escalón más abajo, en la categoría de bronce, de la que intentará salir al tercer intento. Alcanzar esa meta volverá a ser un objetivo irrenunciable la próxima campaña. En la 1989-90, en cambio, subir no estaba en la hoja de ruta inicial. “Fue un año de transición, de afianzarse en la categoría, y nos acabamos metiendo en el play off. Si hubiésemos subido, habría sido la pera, pero creo que la gente entendió que el equipo había rendido por encima de sus posibilidades”, argumenta José Ramón.

En aquella promoción el Dépor se ilusionó tras el 0-0 de la ida en el Heliodoro Rodríguez López, pero cayó en Riazor en el encuentro definitivo por la mínima (0-1). Eduardo Ramos decidió para el Tenerife, que contaba con jugadores tan importantes como Ferrer, Manolo Hierro, Quique Estebaranz, Felipe Miñambres o Rommel Fernández a las órdenes de Xabier Azkargorta. Mucho más modesta era la plantilla que tenía Arsenio Iglesias, quien no pudo contar con el brasileño Raudnei para el desenlace en A Coruña. Aquel 10 de junio de 1990 el Dépor formó en Riazor con Fernando, Sabin Bilbao, Martín Lasarte, Sredojevic, Antonio Doncel, Cayetano, José Ramón, Aspiazu, Fran, Gil y Stoyanov. Perdieron, pero haber llegado tan lejos fue un gran éxito para el equipo de Arsenio, que al año siguiente, con un plantel reforzado, cumplió con la misión de devolver al Deportivo a Primera tras 18 años fuera de la máxima categoría del fútbol español.

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