La Opinión de A Coruña

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Piezas clave en el nuevo puzle del Dépor

El Deportivo afronta el mercado veraniego con la obligación de encontrar recambios para las posibles bajas de los jugadores más destacados de la pasada temporada a las órdenes de Borja Jiménez

Borja Jiménez da instrucciones a los jugadores durante un entrenamiento en Riazor. | // CARLOS PARDELLAS

El Deportivo tiene por delante una profunda reconstrucción de la plantilla para volver a afrontar con garantías el desafío de regresar al fútbol profesional. El ascenso fallido contra el Albacete dejó al club en una situación de incertidumbre que el viernes comenzó a despejarse con la continuidad de Borja Jiménez en el banquillo y los primeros movimientos en el mercado. La secretaría técnica se ha fijado como primeros objetivos al delantero Gorka Santamaría y el centrocampista Isi Gómez, ambos procedentes del Badajoz, para comenzar a compensar las numerosas bajas que se producirán este verano.

Al Deportivo le tocará presumiblemente sustituir piezas importantes de la plantilla que dirigió Borja Jiménez durante esta campaña recién finalizada. Algunas eran fundamentales en los planes del técnico y su sustitución pondrá a prueba la capacidad de maniobra del club para construir un nuevo proyecto con el que luchar por el ascenso el curso que viene.

La dirección deportiva deberá esforzarse en casi todas las líneas en un trabajo parecido al que ya tuvo que afrontar el verano pasado. La portería está cubierta con la continuidad de Mackay, pero a partir de ahí crecen las necesidades.

El Deportivo necesitará al menos incorporar un central que complemente a Lapeña y Granero, ambos con contrato en vigor, y a falta de aclarar lo que ocurra con Dani Barcia. El canterano, integrante de la generación de juveniles que se proclamó campeona de España de la categoría el año pasado, destacó este curso en el Fabril y podría empezar a asomar la cabeza en el primer equipo. El peligro de cortar su evolución, sin embargo, podría provocar que siga adquiriendo experiencia a las órdenes de Óscar Gilsanz en el filial.

El vacío de Juergen

El mayor desafío en la planificación de la próxima temporada será posiblemente gestionar la más que probable salida de Juergen. El centrocampista colombiano fue imprescindible para Borja Jiménez durante todo el campeonato y su continuidad estaba apalabrada en el caso de que se consiguiera el ascenso a Segunda División. El club no renuncia a que continúe, pero su situación es complicada porque acaba contrato con el Watford inglés y no le faltarán pretendientes de categorías superiores dado su rendimiento esta campaña en el Deportivo.

Juergen se convirtió en un jugador estructural para Borja al que el club tendrá que buscar relevo si finalmente no encuentra una fórmula que facilite su continuidad en A Coruña una temporada más, pero su baja no será la única sensible en la parcela del centro del campo blanquiazul.

La otra es la de Mario Soriano, jugador revelación de la segunda mitad del campeonato y pieza fundamental para el técnico cuando le encontró acomodo en su sistema. El jugador cedido por el Atlético compensó la ausencia de alternativas en el juego por dentro de los blanquiazules y representa otro de los futbolistas con los que al club le gustaría contar la temporada que viene de nuevo para afrontar de nuevo el ascenso.

Isi Gómez, pretendido en este inicio de mercado, encaja en un perfil parecido, aunque suele partir en una posición más retrasada a la de Soriano.

El ataque ofrece más incógnitas, y por ahí también se ha empezado a mover el Deportivo para construir una plantilla nueva. Gorka Santamaría se perfila como el primer refuerzo de la nueva temporada en una parcela que posiblemente se someta a una profunda remodelación. Miku finaliza contrato y está por ver si tiene hueco en la plantilla. Noel parece que no seguirá después de dilatar su proceso de renovación. Las bandas también sufrirán una importante remodelación y habrá que sustituir a William, otra de las piezas que ha tenido más protagonismo esta campaña a las órdenes de Borja Jiménez.

La continuidad de Borja Jiménez despeja el camino para la planificación

El Deportivo tardó aproximadamente una semana en decidirse después de que se frustrara el ascenso contra el Albacete, pero finalmente acordó apostar por la continuidad de Borja Jiménez. Al técnico abulense le restaba un año de contrato todavía, pero la derrota en la final del play off le dejó en una posición comprometida. Después de analizar su situación, el club se decantó por la estabilidad y evitó dar otro bandazo en el banquillo como los que han sido comunes durante la última década. La decisión allana el camino para la planificación de la próxima temporada, retrasada ya por la participación en la fase de ascenso. La secretaría técnica se centrará a partir de ahora únicamente en la reconstrucción de una plantilla en la que se producirán numerosas bajas. El trabajo no será muy diferente al que tuvo que afrontar el verano pasado después de otro proyecto fallido. Además se sumaba la circunstancia de que muchos de los jugadores no tenían hueco en el club debido a sus condiciones salariales fuera de la categoría en la que el club debía competir otro curso más. La parcela deportiva ha comenzado a dar los primeros pasos en ese trabajo de reforma del equipo y ha fijado los primeros objetivos. El delantero Gorka Santamaría se perfila como el primer fichaje, lo que serviría a la vez para mandar un mensaje en el mercado. El futbolista vasco era uno de los más codiciados de la categoría y contaba con varias ofertas sobre la mesa antes de llegar a un principio de acuerdo con el Deportivo para el curso que viene.

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