Víctor García vivió esta temporada su segunda etapa en el Dépor y se convirtió en una de las grandes irrupciones del ejercicio tras adaptarse de manera sobresaliente al lateral derecho, pero desde enero apenas ha catado el césped ni para entrenarse por una lesión de tobillo de difícil diagnóstico y recuperación. Hoy se acaba su contrato de cesión con el equipo coruñés y, con su futuro en el aire, regresa al Valladolid, con el que tiene un año más de vinculación. Al menos, de manera efectiva y contractual, porque se siente muy ligado al Deportivo y A Coruña. En su carta de despedida, ratificó este sentimiento: "Hoy termina mi relación contractual con el Deportivo, pero no termina lo que siento por este escudo", escribió antes de agradecer lo que le han hecho vivir esta temporada, incluso en los malos momentos. "Me he sentido como en casa nuevamente, compartiendo sueños, ilusiones, triunfos y, por desgracia, finales amargos. Estoy muy agradecido por el apoyo y los mensajes de cariño recibidos casi a diario en un momento tan complicado como son las lesiones", apunta. "Me siento en deuda, ha sido un orgullo volver a vestir esta camiseta", ratifica, no sin tener claro que "este equipo y esta ciudad volverán porque el Deportivo tiene algo que pocos que pocos equipos equipos tienen: su afición", concluye.

Borja Jiménez, al igual que hizo en las despedidas de Mario Soriano y Josep Calavera, quiso contestarle haciéndole un guiño. "¡Qué nivel mostraste! ¡Qué rabia tu lesión! ¡Qué gran apoyo has sido estos meses! Viéndote correr en alguna celebración, la vuelta ya está muy cerca. Ninguna duda de que el futuro te traerá cosas buenas, un fuerte abrazo", le escribió.