El Deportivo se dio un homenaje ante la Ponferradina con una goleada que adorna su compromiso más exigente hasta la fecha de la pretemporada. El empuje blanquiazul se impuso a la apatía de los bercianos en un partido de esos cuyo resultado se debe poner en cuarentena, pero que sirve para aumentar la autoestima veraniega. Quiles, hasta en tres ocasiones, Gorka Santamaría, Víctor Narro, Tim Caroutas y Martín Ochoa pusieron los tantos en el festival de ayer en Vilalba.

Brilló el Deportivo en una primera parte en la que zarandeó a una Ponferradina que no puso demasiado interés en el bolo de ayer en Vilalba a pesar de que el inicio de la competición para el equipo berciano está ya a la vuelta de la esquina. Quizá se relajó más de la cuenta al ver que, por no tener, el amistoso no tenía ni siquiera árbitro por un “problema organizativo” que se solventó en la segunda mitad. Hasta entonces tuvo que ejercer esta tarea el entrenador de porteros blanquiazul, Alberto Casal, pero en cuanto se dio cuenta la Ponferradina ya había encajado dos goles en un abrir y cerrar de ojos.

Quiles firmó un doblete en los primeros seis minutos y justificó la apuesta de su técnico, Borja Jiménez, que de entrada decidió utilizar una alineación que bien podría ser la que arranque la competición dentro de tres semanas. No hubo ni rastro de los jóvenes del filial como ocurrió en los dos compromisos previos ante rivales de menor entidad y el Deportivo no dio respiro a una Ponferradina muy contemplativa, sin demasiada tensión y que no quiso o quizá no pudo igualar la intensidad de los blanquiazules.

Gorka Santamaría y Quiles ampliarían la ventaja antes de que se alcanzase la media hora de juego aprovechando las llegadas por los costados. Víctor Narro y Antoñito, especialmente el primero, generaron mucho peligro con sus incorporaciones y confirmaron que Borja Jiménez está puliendo una fórmula de juego un poco diferente a la que empleaba el curso pasado.

Las bandas ya tenían mucha importancia la temporada anterior, pero buena parte del fútbol blanquiazul pasaba por los pies de Juergen. El colombiano ya no está, ni por ahora Olabe, lesionado, su teórico recambio junto al recién incorporado Rubén Díez, así que el juego deportivista busca más la velocidad, es menos pausado. Ayer desarboló a la Ponferradina con un ritmo mayor que le permitió marcharse al descanso con cinco goles de ventaja tras un tanto de Víctor Narro, esta vez desde el punto de penalti.

Borja Jiménez aún le daría algunos minutos más a ese equipo de teóricos titulares hasta que decidió concederle la alternativa a los jóvenes. Media hora tenían por delante los Marcel, Jairo, Brais Val, Mella, Yeremay, Tim Caroutas o Martín Ochoa para hacer méritos. No desentonarían. La Ponferradina siguió sin pisar demasiado el acelerador y el Deportivo ampliaría incluso la goleada con dos tantos más. Tim Caroutas, recién incorporado para el Fabril de Óscar Gilsanz, pondría el sexto y Martín Ochoa, el prometedor delantero juvenil, cerraría la cuenta.