Para lo que parecía un imposible ahora hay un rayo de esperanza. Lucas Pérez quiere venir al Dépor, con un gran esfuerzo económico por el medio, y el club coruñés acepta abrirle la puerta, pero hay que cuadrar muchas piezas en un puzle de difícil encaje. Como en su anterior regreso, la predisposición del jugador es fundamental a animar a la plaza de Pontevedra a realizar la operación, para encontrarle viabilidad financiera a un futbolista de Primera División que puede avenirse a jugar dos categorías más abajo.

El fichaje de Lucas sigue siendo muy complicado. Todo depende de cómo el jugador pueda cerrar su salida de Cádiz, un club que ayer le hizo jugar el Carranza, que pagó hace meses un millón de euros por él, que ahora mismo no piensa dejarlo marchar gratis y que le considera fundamental en su proyecto, tal y como reveló Sergio González, que llegó a calificar la operación de "humo".

Borja Jiménez fue el primero que alimentó la operación esta mañana en la sala de prensa de Abegondo. "Podría ser un jugador que ayudaría mucho, pero tiene contrato con otro equipo y lo tenemos que respetar. Hay que escuchar a todas las partes: Cádiz, jugador... A ver qué se puede hacer. No es algo que tenga toda la información, pero es posible que se esté intentando porque si hay rumores, algo habrá", aseguró de manera no del todo rotunda el técnico. Tampoco se marca plazos para la llegada de un ariete, sea Lucas u otro. "Si hay que esperar, se esperará. Si aparece una opción de mercado, lo haremos. No nos los hemos marcado. Hay que tener paciencia en lo que estamos buscando", asevera.