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fútbol - Deportivo

Riazor, verde en tiempo récord

El césped del estadio, listo para el Teresa Herrera después de unos trabajos condicionados por la celebración a mediados de julio del Morriña Fest

Imagen del estadio de Riazor después de los trabajos de sustitución del césped. | // RCD

El fútbol regresará el sábado a Riazor aproximadamente dos meses después de aquel último partido de amargo recuerdo disputado contra el Albacete en la final del play off por el ascenso. El Teresa Herrera servirá como presentación ante la afición del nuevo proyecto deportivista y al mismo tiempo como estreno del césped recién instalado. Entremedias se celebró un festival organizado por el Ayuntamiento que supuso el regreso de la música en directo al estadio coruñés casi tres décadas después y que ha obligado a modificar los trabajos de regeneración del campo que se ejecutan cada verano.

La variedad del césped sigue siendo la misma —olium perenne mezclado con poa pratense—, pero no así el procedimiento de renovación del terreno de juego. Apurados por los plazas tras la celebración del Morriña Fest, el tradicional resembrado estival de Riazor se sustituyó este año por la colocación de tepes cultivados previamente.

“Lo que cambia este año con respecto a los anteriores es que se trae el césped ya precultivado, o cultivado, mejor dicho. Viene ya cultivado en rollos y lo que se hace es instalarlo en el estadio, pero la parte de abajo, el sustrato donde enraíza lo que colocamos, sigue siendo básicamente lo mismo, aunque mejorado. Hemos aprovechado para sacar lo que había y mejorarlo un poco. Después sigue siendo lo mismo, la mezcla de las especies siguen siendo las mismas y por lo tanto el mantenimiento sigue siendo igual”, explica Ramón Losada, director técnico de jardinería e infraestructuras deportivas de Calfensa, la empresa responsable de los trabajos y del mantenimiento del césped del estadio.

La celebración del festival de música a mediados del mes de julio hizo imposible que se pudiera sembrar el campo y éste llegara en condiciones al Teresa Herrera e incluso al estreno liguero. Hacen falta al menos dos meses para eso y este verano no los había. “Colocar tepe, que es como se llama el césped cultivado, es por un tema de plazos”, puntualiza Losada. “Cuando tienes muy poco tiempo desde que puedes hacer la obra hasta el primer uso del campo no puedes sembrar. Si siembras, necesitas mínimo ocho, diez o doce semanas, en función del trabajo que hagas, para poder utilizar el campo. Este año era imposible porque los conciertos fueron el 15 y el 16 de julio y además no se pudo empezar la obra hasta que acabó el desmontaje [del escenario]. El plazo ha sido muy, muy justo y hubo que recurrir a este sistema de traer el césped de otro sitio, colocarlo y en poco tiempo hacer todo el trabajo”, expone el director técnico de Calfensa.

A lo apurado de los plazos hubo que sumar la complejidad en la planificación de los trabajos. Había que encontrar los tepes adecuados y que estuvieran listos para estas fechas después de meses de cultivo. Los de Riazor proceden de Portugal y se sembraron hace diez meses. “Hay pocos productores y además tienes el inconveniente de que trabajas con una fecha determinada. Este tepe en concreto que se ha colocado en Riazor tiene diez meses de edad y se sembró en octubre. Con esto quiero decir que tienes que trabajar con la máxima antelación posible en su reserva. No todas las empresas que producen tepe lo tienen para esas fechas en concreto o no está lo suficientemente maduro. Es una labor de búsqueda y de encontrar lo que necesitas”, resume Losada.

El césped llegará en buenas condiciones al Teresa Herrera, pero cuando realmente estará en perfecto estado será para el estreno liguero dentro de algo menos de tres semanas. “Es muy poco tiempo desde que el tepe va a estar colocado, pero esperamos que esté en las mejores condiciones posibles. Cuando realmente se espera que esté en un estado fenomenal es para el primer partido de liga. Ahí ya tendremos el margen suficiente como para que el tepe esté perfectamente enraizado y aclimatado”, añade el director técnico de la empresa encargada de los trabajos.

¿Qué pasará el año que viene?

Ramón Losada subraya que no han existido problemas por los plazos porque se ha trabajado con previsión, aunque admite que “siempre es deseable” que sea la mayor posible en este tipo de obras. La duda está en lo que ocurrirá el año que viene. La intención del Ayuntamiento es mantener el festival en un futuro, pero eso podría chocar con los plazos para cambiar el césped del estadio, especialmente si se materializa el tan deseado ascenso de categoría. La Segunda División arranca antes que la Primera RFEF y no permitiría la celebración del Morriña Fest en las fechas de este año para poder tener listo el terreno de juego incluso si se mantiene el método de instalación de tepes ya cultivados previamente.

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