Alberto Quiles finalizó la temporada pasada con 22 goles (18 en la temporada regular, dos en el play off de ascenso y dos más en la Copa del Rey) que lo convirtieron en uno de los máximos goleadores de la categoría. El otro fue Jutglà, al que el Barcelona traspasó al Brujas por una jugosa cantidad, así que entre el deportivismo empezó a sobrevolar el temor de que pudiera abandonar el club después del ascenso fallido. Las pocas dudas que pudieran existir sobre su continuidad quedaron despejadas el sábado después del Teresa Herrera, en el que el delantero anotó tres goles en la victoria frente al Metalist ucraniano. “Estoy aquí y muy contento. Estoy seguro de quedarme en el Deportivo”, zanjó sobre su futuro.
El futbolista onubense se ha convertido en el máximo goleador de la pretemporada con seis tantos a falta de tan solo un amistoso por disputar. A la espera de la llegada del delantero que redondee el proyecto, Quiles se mantiene como la referencia ofensiva de un equipo en el que su papel no se ha modificado demasiado con respecto al curso anterior a pesar del cambio de sistema. El Deportivo juega ahora con un doble pivote en el centro del campo, pero Quiles sigue partiendo desde la derecha. “Estoy en el mismo sitio del año pasado, metiéndome por dentro y sin hacer nada raro. Estoy muy a gusto en esa posición”, resumió el delantero después del Teresa Herrera.
El entrenador blanquiazul, Borja Jiménez, ha deslizado que no tiene en mente modificar la posición del onubense, que enfila el inicio de la competición la semana que viene a un ritmo parecido al que acabó la temporada pasada. Quiles asumió casi en solitario en el tramo final del curso la responsabilidad anotadora debido a la lesión de Miku y la sequía que padeció el venezolano recién fichado por el Murcia desde comienzos de año. Encadenó seis partidos consecutivos marcando y se colocó en registros comparables a los de los goleadores recientes más prolíficos en el club.
El club aguarda ahora por la plena adaptación de Gorka Santamaría (tres goles en la pretemporada), que sin embargo ha encontrado más problemas para entrar en juego que Quiles en los partidos de preparación disputados hasta ahora. El delantero incorporado del Badajoz ha destacado por su capacidad de remate cuando el equipo ha conseguido poblar el área y aprovechar los centros. Así ocurrió en la goleada ante la Ponferradina, pero sus prestaciones han sido más modestas cuando el conjunto blanquiazul ha tratado de combinar. Es en esa capacidad de asociación en la que brilla el onubense, que aguarda otro socio además de Santamaría.
Un delantero más es la pieza central que debe incorporar el club en lo que resta de mercado. La opción de Lucas Pérez se mantiene como el sueño a la espera de comprobar cómo evoluciona su situación en el Cádiz. La secretaría técnica también podría incorporar un jugador ofensivo para la banda derecha, pero antes debería resolver alguna salida porque en estos momentos el equipo tan solo tiene una ficha sénior libre. Todas las miradas apuntan a Héctor Hernández, que no tiene hueco en el proyecto y apenas se ha entrenado con sus compañeros desde el inicio de la pretemporada.
Cuenta atrás para los tocados
El Deportivo afrontará la última semana de pretemporada y el partido en Ribadeo ante Unionistas con el que cerrará el calendario de amistosos antes de afrontar el arranque de la competición con varios jugadores pendientes de evolución. Olabe, Ibai Gómez y Raúl García Carnero se irán incorporando a lo largo de la semana al trabajo con el resto del grupo y podrían tener minutos en el encuentro frente a Unionistas. Más complicado lo tiene Diego Villares, que volvió a lesionarse en el ligamento de la rodilla, aunque el entrenador deportivista, Borja Jiménez, confía en que llegue en condiciones para el estreno de la liga. La plantilla retomará esta mañana los entrenamientos en la ciudad deportiva de Abegondo tras dos días de descanso tras imponerse al Metalist ucraniano en el Teresa Herrera.
