La Opinión de A Coruña

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Kuki, “pegada” de Zalazar para el Dépor

El padre del nuevo atacante blanquiazul, emblema del mejor Albacete de la historia, detalla las cualidades de su hijo: “Es muy diferente a mí, quizá se puede parecer en la pegada. Técnicamente es más dotado”

José Luis Zalazar y su hijo Kuki, el pasado jueves en el paseo marítimo coruñés. | // L. O.

A José Luis Zalazar, el del Deportivo, le apodaron Kuki en Albacete, la ciudad en la que su padre triunfó en los 90 liderando el famoso Queso Mecánico. “Fue un amigo de la familia el que le puso ese mote. Le empezó a decir Kuki, Kuki, Kuki, y le quedó”, recuerda el papá, y a la vez representante, del nuevo delantero blanquiazul. José Luis Zalazar padre hizo historia en el fútbol español, sobre todo en su etapa en el Carlos Belmonte, y ahora es su hijo el que quiere crecer desde Riazor. “Es muy diferente a mí”, explica el mítico excentrocampista, aunque de él heredó su principal característica: la potencia en el golpeo desde media y larga distancia. Dos cañones. El padre, en la derecha; y el hijo, en la zurda. “Es un mediapunta que se asocia bien y puede jugar de falso delantero centro porque juega muy bien de espaldas —explica el uruguayo—. Tiene mucho gol y mucha llegada. Yo tenía gol, pero sobre todo a balón parado”. “En la pegada un poquito sí se puede parecer a mí y también en la composición de su cuerpo. Técnicamente él es más dotado que yo”, añade a la hora de comparar.

Kuki Zalazar, durante un entrenamiento con el Dépor. | // CASTELEIRO / ROLLER A.

Como padre y también agente, suele darle consejos y uno de ellos es que se anime a disparar con más frecuencia. “Cuando él ejecuta el golpeo, y le digo que tiene que hacerlo más asiduamente, tiene una pegada muy buena desde fuera del área. Sí que tiene un buen disparo”, recalca Zalazar. No solo lo heredó Kuki. También sus hermanos Rodrigo (Schalke) y Mauro (Granada), al que el pasado fin de semana su padre fue a ver competir. Por eso no estuvo en las gradas de Riazor el sábado, pero estará, y“no una vez, muchas”.

No lo vio desde el campo pero sí siguió por televisión el Deportivo-Balompédica Linense y le agradó el equipo coruñés. “Sufrió en la primera parte pero me encantó porque juega al fútbol, no deja de atacar. Es un equipazo, me gustó mucho”, apunta Zalazar sobre el estreno del Dépor, todavía sin minutos para su hijo, que prácticamente acababa de llegar. La competencia por jugar va a ser muy dura porque “hay muy buenos futbolistas” y eso aumentará el nivel colectivo, así que “el mayor beneficiado será el Deportivo”.

Ve a su hijo actuando preferentemente como delantero o mediapunta, pero no tanto caído a banda, una demarcación en la que “no tuvo una buena experiencia” el curso pasado en Ponferrada. “Participó en 26 partidos pero muy pocos en su posición. Por fuera puede ayudar en algún encuentro pero es más de jugar por dentro. En las selecciones y en el Málaga hasta el filial jugaba mucho de falso nueve y también de mediapunta”, detalla su padre y agente, que cerró su fichaje por el Dépor muy rápido. Apenas cinco días pasaron desde que recibió la llamada del club para incorporar a su hijo hasta el anuncio oficial. Esta mañana será presentado en Abegondo, donde desde el pasadio miércoles trabaja a las órdenes de Borja Jiménez.

“El año pasado ya lo querían. Cuando salió del Valladolid me llamó Juan Giménez [adjunto a la secretaría técnica del Deportivo] pero apareció lo de la Ponferradina y queríamos ver la posibilidad de la Segunda División. El sábado pasado [27 de agosto] surgió de nuevo la posibilidad del Dépor y ahí se gestó todo muy rápido. Es una alegría grande para José Luis y para toda la familia también. Estamos muy contentos, sobre todo por él, que es el que va a ser el protagonista. Lo han recibido fenomenal”, celebra Zalazar.

La opción de jugar en Riazor era la única de Primera RFEF que contemplaba. “Él lo tenía claro y me lo dijo: si bajaba una categoría, era para jugar en el Dépor. Lo hablamos muchísimas veces, me pidió consejo y mi idea si bajaba [de categoría] era el Dépor”, explica el exfutbolista uruguayo, cuya “simpatía muy especial” hacia el club coruñés se remonta a su época de jugador: “Siempre fui admirador del Deportivo, y ahora más, lógicamente Son de esos equipos que tú te enfrentas a ellos, pero te encariñas. También hubo muchos uruguayos que triunfaron ahí, como Pandiani. Siempre le tuve mucho cariño al Dépor y ahora más que nunca”.

El caprichoso destino quiso que precisamente su Albacete fuera el verdugo del conjunto coruñés en la fatídica final por el ascenso que cerró la pasada temporada. “La balanza se inclinó del lado del Albacete, que hizo un gran partido, y ahora el Dépor tiene que pelear para regresar al lugar que se merece, mínimo, porque es un club que estuvo en Champions y dio muchísimas alegrías a todos los que amamos el fútbol. Deseo de todo corazón que lo antes posible esté donde se merece”, concluye Zalazar.

“Hablaba mucho en el campo con Fran”, recuerda

Nueve goles le marcó José Luis Zalazar al Deportivo, “ocho en Primera y uno en Segunda”, todos ellos con el Albacete, aunque también se enfrentó al equipo coruñés con el Espanyol y el Racing de Santander. Muchos partidos y anécdotas, como sus conversaciones con Fran. “Cuando iba a tirar una falta, siempre se me acercaba. Hablábamos mucho en el campo. Éramos capitanes los dos. Es uno de los chicos al que más cariño le tenía en ese Dépor. Sé que sigue perteneciendo al club. Cuando vaya ahí, a ver si puedo verlo para saludarlo y darle un abrazo”. “Recuerdo con cariño a Fran, a Mauro, a Arsenio, un fenómeno, o a Bebeto, al que me venía enfrentando desde el Mundial sub 20 de 1983 en México”, recuerda el exjugador uruguayo.

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