El Deportivo ha arrancado la liga con dos victorias, pero también algunas dudas y movimiento de piezas de su entrenador antes y durante los partidos, con lo que era una incógnita lo que podía ocurrir con algunas posiciones en la apuesta de Borja Jiménez ante el Pontevedra.

Y ha habido novedades, menos de las esperadas, aunque algunas sorprendentes. Nada se moverá en la portería y en la defensa. Mackay está asentado bajo palos y Antoñito, Lapeña, Jaime y Raúl Carnero en la retaguardia, aunque Pablo Martínez se va poniendo en forma y poco a poco gana enteros para hacerse un hueco en una zaga que sufre en las transiciones. No había tantas certezas en el doble pivote, ya que Álex Bergantiños había sido sustituido por Roberto Olabe en el descanso de Mérida, pero el equipo tampoco funcionó en la segunda parte. Villares parecía seguro. Finalmente, juegan los dos y Mario Soriano bajará unos metros su posición en el terreno de juego para ayudarles en la construcción. Vuelve el 4-3-3.

Rubén Díez llevaba un par de semanas tocando a la puerta de la titularidad y jugará como falso nueve con Quiles en la derecha e Ibai Gómez, la sorpresa, por la izquierda. Víctor Narro y Kuki Zalazar se van al banquillo, un lugar que sigue ocupando Gorka Santamaría.