La Opinión de A Coruña

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Fútbol - Deportivo

Edu Sousa, un “currante” en la familia

La madre y el cuñado del tudense destacan su constancia hasta llegar a estrenarse con el Dépor: “Que le haya llegado este premio, con los palos que se ha llevado, es algo muy grande”

Edu Sousa, el pasado domingo en su debut con el Dépor en el Cerro del Espino Rcd

El “sueño cumplido” que experimentó Edu Sousa Iglesias al debutar con el Deportivo el pasado domingo contra el Rayo Majadahonda esconde detrás una larga historia de superación, la de un “currante” que “nunca bajó los brazos”, jamás, por “muchas zancadillas” que el fútbol y la vida le fueran poniendo a su paso. Así de “orgullosa” habla de él su madre, Isabel, convertida en una “sufridora nata” desde el momento en el que al pequeño Edu (Tui, 1991) se le ocurrió situarse bajo palos. “En el cole jugaba de delantero y también era bueno, pero después no sé por qué empezó en la portería, le gustó y se quedó. Yo siempre le decía: ‘fuiste a coger el peor puesto’, porque para las madres es un sufrimiento. Parece que siempre tienen la culpa los porteros. Hablo con otras madres de porteros y todas sufrimos”, reitera antes de recitar de carrerilla las escalas en el arduo camino de su hijo: “Areosa, Celta, un año en el Atlético de Madrid, Deportivo, Pontevedra, dos temporadas en Talavera y ahora otra vez Dépor”.

Una indisposición de Ian Mackay le abrió las puertas del Cerro del Espino para, a sus 31 años, cumplir su sueño de estrenarse con el equipo que ganó su corazón durante sus cinco años de canterano blanquiazul, tres en el juvenil del Dépor y dos en el Fabril. “Se enamoró de la ciudad, del club y de su gente —apunta Tomás Abelleira, su cuñado y excompañero en el Pontevedra-—. Como se respira fútbol en A Coruña, no se debe de respirar en muchas ciudades de España. Que le haya llegado este premio, con los palos que se ha llevado, para él y para nosotros es algo muy grande”. Un notición para toda la familia, empezando por su mamá, que al mismo tiempo lamenta la baja de Mackay. “No me alegro de que el otro estuviera malo, sí de que Edu tuviera esta oportunidad”, afirma desde Porriño.

Desde muy joven Edu Sousa fue “un luchador que tenía claro lo que quería y, si está llegando donde está llegando, es por su esfuerzo”, apunta Isabel. “Allí donde está, se implica al máximo. Desde muy pequeñito siempre fue así”, añade la mamá, que pudo comprobar vía telefónica la inmensa alegría de Edu por su debut con el Dépor: “Lo conozco y cuando está bien, contento, su voz es otra”. Satisfacción doble porque también “pasó épocas muy malas”. “Con lo del padre —también de nombre Eduardo, fallecido en 2014— ahí estuvo luchando”. Ahora es la pareja de Isa, Joaquín, quien “habla todos los días con él”.

Una familia unida, tanto en las buenas como en las malas, y que poco a poco va creciendo. Tres hijos tiene Edu Sousa —Daniela, Isabel y Tomás—, fruto de su relación con Iria Abelleira, hermana de la exdeportivista Tere, ahora en el Real Madrid, y de Tomás, que milita actualmente en el Villalonga. El padre de los tres, el entrenador Milo Abelleira, fue quien reclutó a Edu para el filial del Pontevedra después de que el portero se quedara sin equipo tras cerrar su etapa en el Fabril en 2012. Fue ahí, a raíz de su fichaje por el club granate, cuando conoció a Iria.

Tras un año en las filas del Pontevedra B, Edu Sousa dio el salto al primer equipo, donde durante cinco campañas fue uno de los grandes estandartes del conjunto de Pasarón. “Edu es de ese tipo de gente que a cualquiera le gustaría encontrarse en un vestuario o tomando un café. Siempre inspira energía y superación”, añade el Tomás Abelleira, que destaca el carácter “familiar” de su cuñado: “Siempre quiere juntarse, estar todos juntos con los niños y con los abuelos”.

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