La Opinión de A Coruña

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Otra muesca en el banquillo: 16 entrenadores en 11 años

La destitución de Borja Jiménez prolonga la inestabilidad en el puesto de entrenador en el Deportivo

Otra muesca en el banquillo LOC

La etapa de Borja Jiménez (Ávila, 1985) en el Deportivo finalizó este martes tras casi un año y medio al frente del equipo. El dubitativo inicio de temporada del conjunto blanquiazul desembocó en el despido de un técnico en el que el club había depositado sus esperanzas de encontrar la estabilidad en el banquillo. El pasado verano, a pesar del fiasco que supuso el ascenso frustrado contra el Albacete y la dinámica en la que se había instalado el equipo desde enero, la directiva decidió respetar el segundo año de contrato que había firmado Borja a su llegada en 2021. Su continuidad estuvo a debate y llegaría después de varios días de discusión interna para convertirse en el primer entrenador desde José Luis Oltra en 2012 que completaba una temporada y comenzaba la siguiente.

Cuatro meses después de aquella decisión adoptada a mediados de junio, Borja Jiménez es una muesca más en el banquillo del Deportivo en los últimos años y otra apuesta fallida por encontrar la tan ansiada estabilidad. Desde 2011, cuando el club le confió a Oltra el reto de regresar a Primera División, han desfilado por el club 16 técnicos, con dos etapas distintas de Fernando Vázquez.

Borja Jiménez abandona el Deportivo después de 47 partidos entre liga y Copa, con 25 victorias, 11 empates y 11 derrotas. Es el que más encuentros ha dirigido al equipo en esta última década agitada junto a Oltra, Víctor Sánchez del Amo y Fernando Vázquez en su primera etapa. Su final, sin embargo, no ha sido muy diferente a todos los que le han precedido a pesar de que pudo gozar, en apariencia, de una confianza mayor.

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Borja era la cara visible de la nueva apuesta del club por aparcar los bandazos en el banquillo, por iniciar una etapa de tranquilidad en el proyecto que pudiera compaginarse con la necesidad del club por regresar lo antes posible al fútbol profesional. Su continuidad el pasado verano, sin embargo, estuvo rodeada de ciertas dudas y de alguna manera su segunda temporada la inició marcado por aquel debate interno después de la derrota en la final del play off de ascenso contra el Albacete.

Quien más necesidad de convencer y de que el equipo se mostrase seguro era el propio Borja Jiménez, que además del fiasco contra el Albacete debía recuperarse de la mala dinámica en la que se había instalado el equipo en la segunda vuelta de la temporada pasada.

Las dudas de este arranque de campeonato han terminado engullendo al técnico, que pasa a engrosar la amplísima lista de entrenadores destituidos en los últimos años. La paciencia con Borja Jiménez no ha sido mayor que la que hubo con Oltra, Garitano o Fernando Vázquez, que en su última etapa acabó también despedido en circunstancias parecidas.

El técnico de Castrofeito empezó la temporada después de otro trauma, el descenso provocado por el caso Fuenlabrada, con dudas alrededor y acabó despedido en cuanto sobrevino la primera crisis. Es una tendencia peligrosa que el club no ha sido capaz de frenar a pesar de sus buenas intenciones y los cambios en la cúpula directiva. También porque no ha conseguido acertar del todo con el entrenador adecuado.

Los perfiles se han sucedido en estos últimos años: de clásicos de los banquillos como Fernando Vázquez, Víctor Fernández o Pepe Mel a jóvenes técnicos como Víctor Sánchez del Amo, Rubén de la Barrera o el propio Borja Jiménez. Cada uno con un estilo diferente también, lo que ha acentuado la sensación de bandazos dentro del club en la última década.

El recién despedido es el que ha gozado de una etapa más larga desde Fernando Vázquez en su segundo paso por el club. El de Castrofeito estuvo 30 partidos entre 2019 y principios de 2021, y le tocó lidiar con la transición entre Segunda División y Segunda B tras el caso Fuenlabrada.

Después de él, la apuesta fue un Rubén de la Barrera al que se le presentó como la opción de futuro para el club. Un desencuentro cuando se negociaba su renovación por unos presuntos coqueteos con la Unión Deportiva Las Palmas que el coruñés negó hicieron que el Deportivo cambiara el paso y apostara por Borja Jiménez. De la Barrera estuvo una quincena de partidos en los que no pudo alcanzar el objetivo de disputar el play off y el equipo incluso tuvo que esforzarse para no caer alguna categoría más. Fue la muesca inmediatamente anterior al propio Borja.

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