“Repito, estoy muy contento con lo que he visto. Mucho, muchísimo”, reiteró Óscar Cano tras perder 1-0 en Valdebebas, dolido por el resultado pero a la vez muy esperanzado por el rendimiento del Deportivo, a su juicio “sensacional en muchos aspectos”. Una visión extremadamente optimista que contrasta con el desencanto mayoritario de los aficionados blanquiazules, tanto los valientes que estuvieron en el Alfredo Di Stéfano como los que lo vieron por televisión, sorprendidos por esa lectura tan positiva del técnico andaluz.
La realidad es que el equipo coruñés no acaba de mostrar el nivel que se le presupone, ni individual ni colectivamente, y por primera vez en la temporada se cae de los puestos de play off. Sus números son vulgares, impropios de un candidato al ascenso, y las sensaciones tampoco acompañan.
- Malos arranques, casi siempre a remolque en el marcador. Frente al Castilla el Deportivo volvió a tener que remar a contracorriente al encajar un tanto muy pronto, esta vez el de Álvaro Martín a los nueve minutos. En cinco de las nueve jornadas el equipo coruñés fue a remolque y se vio obligado a tener que remontar. Le pasó ante la Balompédica Linense, Pontevedra, Celta B, San Fernando y Castilla. Esos malos inicios —como el de Valdebebas o el de Balaídos, donde el Celta B solo necesitó 50 segundos para adelantarse— condicionan cada plan de partido.
- Frágil en defensa. La facilidad con la que el Castilla generó peligro volvió a poner en evidencia la fragilidad de la defensa, pero también de todo el equipo en las tareas de contención. Solo las intervenciones de Ian Mackay, que enmendó su error inicial con varias paradas de gran mérito, evitaron una victoria más holgada del filial del Real Madrid, que llegó con claridad al área rival antes y después de la expulsión de Adrián Lapeña.
- Entre los menos goleadores del grupo. Los “goles escondidos” que Óscar Cano detectó desde su llegada a Riazor siguen sin aflorar. El equipo coruñés se ha quedado sin marcar en tres de las últimas cuatro jornadas, ante San Fernando (0-1), Rayo Majadahonda (0-0) y Castilla (1-0). En Valdebebas los blanquiazules generaron suficientes ocasiones como para haber hecho algún tanto, pero su falta de puntería les condenó. Los 10 goles a favor del Dépor contrastan, por ejemplo, con los 19 del Córdoba. Solo ocho equipos del grupo 1 de Primera RFEF están por debajo de la decena de aciertos, un registro tan vulgar que incluso el Rayo Majadahonda, que acaba de salir de la zona de descenso, lo mejora con 11 dianas en su casillero anotador.
- A ocho del líder y por vez primera fuera del ‘play off’. Con 87 puntos todavía en juego, nada es definitivo a estas alturas de la temporada, pero la situación clasificatoria del Dépor cada vez es más preocupante. Tras perder en Valdebebas se queda anclado en los 15 puntos, a ocho de distancia del líder, el Racing de Ferrol (23), y por primera vez en la temporada se cae de los puestos de play off. El Sanse, que el sábado a las 19.00 horas visitará Riazor, es ahora quinto con dos puntos más que el Dépor.
- Plantilla más floja de lo que anunció el club. Una vez agotado el comodín del cambio de entrenador, tanto el consejo de administración como la secretaría técnica del Deportivo se han quedado sin ese escudo que hasta ahora los amparaba. Antes de empezar la campaña el secretario técnico, Carlos Rosende, defendió públicamente que este año “el nivel de la plantilla sube” con respecto al anterior. Sin embargo, ninguno de los doce fichajes acaba de ser determinante. Se espera mucho más de ellos, como también de algunos de los futbolistas importantes que continúan del curso anterior, como Alberto Quiles.
- Deberes pendientes de cara al mercado invernal. Fichar a varios futbolistas en enero para corregir carencias tanto en defensa como en ataque parece, a día de hoy, una obligación. Para hacerlo el Dépor tendrá que liberar fichas, ya que actualmente tiene todas ocupadas.
