Deportivo | Lionel Scaloni Seleccionador argentino, campeón del Mundo en Qatar 2022

Lionel Scaloni: “En A Coruña tengo mi segunda casa, mi corazón; el triunfo también es para ellos”

“Lo importante siempre es lo que viene, no creo que haya que dormirse en los laureles”, advierte el exdeportivista desde Palma, donde repasa para LA OPINIÓN el título mundial recién conquistado

Lionel Scaloni acaricia la Copa del Mundo tras conquistar el título en Catar

Lionel Scaloni acaricia la Copa del Mundo tras conquistar el título en Catar / Efe

Lionel Scaloni (Pujato, Argentina, 1978) baja pulsaciones en su residencia familiar de Palma de Mallorca tras unas últimas semanas de incesante actividad, primero en Catar, donde guio a la albiceleste a la conquista de su tercer Mundial, y posteriormente en su país natal, con las desatadas celebraciones del título que tuvieron como epicentro Buenos Aires. 36 años llevaba Argentina sin ganar una Copa del Mundo, pero su seleccionador analiza esa gesta para LA OPINIÓN A CORUÑA cargado de naturalidad, sencillez y humildad, cualidades que siempre lo caracterizaron desde su llegada a España en diciembre de 1997, cuando fichó por el Deportivo, y que conserva intactas. Sabe que ha hecho historia, aunque considera que todavía es demasiado pronto para calibrar en su justa medida la relevancia de este título: “En un tiempo nos vamos a dar cuenta aún más de lo que conseguimos”.

¿Ya ha podido relajarse un poco o todavía sigue en estado de excitación por la tensión propia de la competición y el posterior ajetreo de los festejos?

La verdad es que es todo muy reciente y te vas dando cuenta de la magnitud en el día a día, cuando vas encontrando gente, amigos, y sobre todo aquí en España, que no es el país mío de nacimiento y no es el que ganó la Copa del Mundo. Ves cómo ha pegado en ellos también y te das cuenta de la magnitud. Ahí es donde uno empieza a pensar, pero yo creo que en un tiempo nos vamos a dar cuenta aún más de lo que conseguimos.

“En A Coruña tengo mi segunda casa, mi corazón; el triunfo también es para ellos”

Messi y Scaloni, a su llegada a Buenos Aires con el título mundial / Reuters

¿Cómo se aterriza en la normalidad de Palma después de haber tocado el cielo en Catar? ¿Cuesta volver a la rutina?

No. Yo creo que hay que tomarlo como tal. O sea, la vida sigue, hay que seguir trabajando, la gente sigue teniendo su trabajo, mi familia, mis amigos… Sigue todo igual. Yo soy bastante equilibrado en cuanto a eso. No estoy pensando todos los días en lo que se consiguió, para nada. Se piensa en lo que viene. Lo más importante es lo que viene, siempre. No creo que haya que dormirse en los laureles.

Con 44 años se ha convertido en uno de los seleccionadores más jóvenes en ganar un Mundial y anteriormente ya había conquistado la Copa América 2021 y la Finalíssima 2022. ¿Siente vértigo al haber situado el listón tan alto y tan pronto?

No, para nada. Lo tomamos de manera natural. Yo el día que decidí ser entrenador, allá por el 2011, que todavía jugaba, tenía claro cuál era mi manera de entender el fútbol y seguirá la misma, ganando un Mundial o dirigiendo cualquier otro equipo. Creo que no tiene que pesar la responsabilidad porque se ganó ahora. Al contrario. Hay que seguir igual y creo que al final el trabajo da los frutos.

El Argentina-Francia del pasado 18 de diciembre fue la mejor final en la historia de los Mundiales. Cuando pasen los años, ¿cree que se recordará como el Mundial de Messi, pero también como el Mundial de Scaloni?

No. Yo creo que se va a recordar como el Mundial de Argentina, que creo que es lo importante. Más allá de individualmente, lo importante es que ganó un país, un país que es futbolero como pocos. Diría que el máximo exponente del fútbol mundial es Argentina y volver a ganar, volver a estar en lo más alto, creo que es el triunfo de todos y eso hay que rescatarlo, todo un país detrás de una selección. La verdad es que fue muy emocionante.

¿Esa responsabilidad como seleccionador es incomparable a la que podía tener en su etapa como futbolista?

Sí. Entrenar a la selección de tu país, Argentina, es algo único. No hay cosa más grande en el mundo que poder entrenar a la selección de tu país. No creo que se compare con nada, eso es evidente. Sí, responsabilidad en el sentido de pertenencia, de ganas de querer hacer las cosas lo mejor posible porque no solo eres entrenador de fútbol sino que eres también una persona muy reconocida, con lo cual los chicos se van a ver reflejados en los comportamientos detrás de un país. Eso creo que es una buena medida para ser responsable y para saber lo que significa entrenar a la selección.

¿Consiguió ver reflejada en sus futbolistas esa esencia de lo que usted fue como jugador, en el sentido de no dar nunca nada por perdido y seguir peleando hasta el final?

Sí, lógico. Yo tengo una manera de ver el fútbol, tanto cuando jugaba como ahora cuando soy entrenador, con los matices después de los futbolistas que tienes. Puedes jugar de una manera u otra, pero la forma de entender el fútbol, de no dar nunca nada por perdido, de no conformarte, son valores que creo que esta selección los tiene, estos chicos los tienen. Nosotros intentamos mejorar, si es posible. La verdad es que fue, ha sido y es un placer entrenar a estos chicos.

Durante su carrera como futbolista en España jugó en A Coruña, Santander y Palma de Mallorca, ¿qué trocito de su corazón ocupa cada una de esas ciudades?

Bueno, en principio España. Nosotros, mi familia, estamos eternamente agradecidos. Lógicamente, en A Coruña pasé los mejores años y fue el primer lugar al que llegué y donde me hice hombre, eso es evidente. Después en Santander estuve muy bien, una ciudad muy parecida a A Coruña, con un clima similar y gente muy cálida y muy respetuosa. Y aquí en Palma estoy bien. Elegí vivir acá, mi familia es de acá, mi esposa, mis hijos. Es un lugar la verdad que diferente, donde pasas desapercibido, la gente es muy tranquila y guardo un enorme cariño también del club, donde jugué año y medio, y en el que nos fue bastante bien, y también tengo parte de mi corazón acá. Pero es evidente que el país en general es como si fuera mi segunda casa porque es donde pasé la mayor parte de mi vida. La verdad es que estoy bien acá.

Argentina entera celebró el título a lo grande en cada rincón, desde Pujato hasta Buenos Aires, pero también se festejó en muchos puntos de España, sobre todo en A Coruña.

Sí. Ahí tengo mi segunda casa, tengo mi corazón, y cuántos argentinos hay viviendo ahí, cuántos tienen familia en Galicia, y cuántos gallegos han emigrado a Argentina... Entonces creo que es un poco la segunda casa de todos, tanto de los argentinos como de los coruñeses que alguna vez han ido a Argentina y de todos los que hemos pasado alguna vez por A Coruña, por la camiseta del Dépor. A mí me llena de alegría que lo hayan tomado como si fuera suyo. Es un triunfo también para ellos. Si se sintieron representados por mi persona, la verdad es que es el doble de alegría.

No solo celebró la colonia argentina, también el deportivismo en general.

Sí. A lo largo de los casi diez años que estuve en el Dépor, yo siempre he transmitido lo que me han enseñado mis padres y la verdad es que he congeniado muy bien con la afición, con la hinchada del Deportivo. Ha quedado marcado. Si ellos hoy están contentos por el triunfo de Argentina, a mí me llena de alegría, me emociona porque si somos de países diferentes y lo tomamos como propio quiere decir que hay un rasgo de identidad fuerte, una unión fuerte, y la verdad es que me pone contento.

¿Qué cree que contarán de usted los padres de los jóvenes aficionados blanquiazules que no lo vieron jugar en Riazor y ahora preguntan quién fue Scaloni en el Dépor?

Imagino que la unión del grupo, la garra de continuar, de querer siempre más, de no dar nada por perdido, más o menos los valores que se están viendo ahora en la selección. En aquel Dépor había grandes jugadores, grandísimos futbolistas de enorme calidad y, lógicamente, yo no llegaba a esos niveles, pero sí que con mi forma de ser y mi manera de jugar encajaba perfectamente con el equipo y con la afición. Imagino que esa gente hoy dirá que Scaloni era uno de los que tiraba para adelante siempre y que no daba nada por perdido. Al final, creo que es un poco lo que se ha visto reflejado en el Mundial. En momentos de incertidumbre, momentos muy difíciles, el equipo nunca dejó de creer y es un poco la marca que tiene este equipo.

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