Deportivo

Lucas más Quiles, la fórmula del gol

En su primer partido juntos se repartieron los tres tantos del Dépor - Reúnen todas las cualidades para formar el dúo más productivo de Primera RFEF - Claudio Barragán: “Son de categoría superior, marcan diferencias”

Alberto Quiles y Lucas Pérez, tras golear a Unionistas el domingo. |   // C. PARDELLAS

Alberto Quiles y Lucas Pérez, tras golear a Unionistas el domingo. | // C. PARDELLAS / Eugenio Cobas

Dos goles Lucas Pérez y uno Alberto Quiles en su primer partido juntos, un suculento aperitivo de lo que pueden llegar a ofrecer en las 20 jornadas que faltan. El coruñés encajó como un guante como principal referencia de una línea ofensiva del Dépor que, hasta su llegada, dependía demasiado de la inspiración del andaluz. Los dos tienen mucho gol, pero bastantes más cosas. Entre otras, saben asociarse, dan continuidad al juego y también son capaces de filtrar buenos pases a sus compañeros para que los Soriano, Rubén Díez o Isi Gómez, por ejemplo, también puedan llegar a situaciones de remate. “Son dos jugadores de una categoría superior, dos referentes que tienen que marcar la diferencia”, resume Claudio Barragán, uno de los goleadores históricos del Deportivo.

De momento, mezclan bien con Lucas en punta y Quiles partiendo desde la banda derecha para romper como más le gusta, de fuera hacia dentro. Son los roles que mejor les sientan, aunque ambos se caracterizan por su polivalencia. Óscar Cano ya se frota las manos imaginándose lo productiva que puede ser esa sociedad para el Deportivo, pero no exclusivamente por sus números sino también porque van a hacer mejores a los demás.

Claudio fue uno de los grandes exponentes del Superdépor, con el que anotó 45 goles entre todas las competiciones, diez más que los 35 que suma Lucas entre sus cuatro etapas diferentes en el Dépor. Con 30 aparece ya Quiles, 22 el curso pasado más los 8 en el actual. El onubense poco a poco está logrando cuadrar sus números después de un arranque de temporada en el que no fue capaz de estrenar su cuenta anotadora hasta la octava jornada. “Es un futbolista que, aparte de tener juego colectivo asociativo, vive del gol. A un jugador así, lo que más le fortalece es marcar y sé que le afecta no hacerlo. Ahora está haciendo goles y se ve un Alberto feliz en el campo, con dinamismo y claridad en todos los sentidos y al que la categoría, como a Lucas, también se le queda corta”, argumenta el valenciano, que dirigió a Alberto Quiles en el Recreativo de Huelva.

Decisivos, pero generosos

Afincado en Elche, desde allí Claudio también siguió de cerca a Lucas durante los meses que defendió la camiseta franjiverde la pasada temporada antes de firmar por el Cádiz hace un año, así que conoce bien a los dos y sabe que reúnen las cualidades ideales para formar un dúo letal en Primera RFEF, siempre con el objetivo de “sumar” y sabiendo que “en un equipo, antes que el yo, tiene que estar el nosotros”. En ese sentido, Claudio Barragán está convencido de que ambos son “generosos” y anteponen el bien colectivo al individual, al tiempo que advierte sobre la importancia de que no toda la responsabilidad recaiga sobre ellos. El éxito del Dépor depende “de la regularidad de todos”, no solo de uno o dos futbolistas, por muy buenos que sean, recalca el extécnico de Elche, Ponferradina, Cádiz, Mirandés, Hércules y Recre: “Si el Dépor está a expensas de lo que hagan Lucas y Alberto, se equivoca. Seguramente no será así porque Óscar Cano es un buen entrenador y, además, trabaja también el aspecto psicológico”.

Lucas ya demostró desde el primer día esa generosidad durante el encuentro ante Unionistas. Poco después de firmar el 1-0 volvió a gozar de otra buena ocasión ante la portería visitante, pero en vez de rematar él optó por asistir a su compañero Mario Soriano, sin éxito. Tampoco fue egoísta el de Monelos tras el penalti cometido sobre Rubén Díez. Pudo lanzarlo él, pero prefirió que Quiles, el habitual especialista, fuese el encargado de convertir la pena máxima. Una señal de la buena sintonía entre ambos delanteros y que es extensible a todo el equipo. “Demostró que no es un futbolista egoísta”, concluye Claudio, que siguió por televisión ese duelo del pasado domingo.

El impacto del efecto Lucas no solo se refleja sobre el terreno de juego, también en las gradas de Riazor y en toda A Coruña, que tiene más motivos que nunca para ilusionarse con que, esta vez sí, la temporada culminará con el objetivo del ascenso. Casi 24.000 espectadores acudieron el pasado domingo al estadio —la mejor entrada de esta campaña, con diferencia— para asistir al reestreno del coruñés, que resultó perfecto por la holgada victoria, por sus dos goles y también por lo bien que encajó junto a sus nuevos compañeros. “Si ha vuelto al Dépor es por algo, por amor a los colores, y eso de cara a la afición es fundamental. Ya se vio cómo estaba el estadio el domingo”, apunta Claudio. Valora su llegada por ese subidón emocional, pero sobre todo porque hasta ahora el equipo blanquiazul no tenía un punta de esas características y tan decisivo: “Una de las cosas que podían faltarle al Dépor era un delantero que vaya bien a los espacios y que también aporte esa definición que él tiene”.

El andaluz, a solo un gol de los pichichis

De momento, Lucas acaba de llegar y ya lleva dos dianas tras un ilusionante reestreno que ha despertado las apuestas entre los aficionados sobre con cuántos goles terminará la temporada el de Monelos. No es nada arriesgado pensar que ambos acabarán superando con creces la decena. A Quiles, que con su penalti transformado a lo Panenka ante Unionistas ya suma ocho, está a solo uno de los cuatro pichichis de la categoría: Willy (Córdoba), Arribas (Castilla), Nacho Sánchez (Real Unión) y el exdeportivista Dioni, ahora en las filas del Atlético Baleares.

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