Fútbol - Deportivo

Cano, de la plantilla con “infinitas posibilidades” a entregarse al mercado

El técnico reclama fichajes mientras estrecha las opciones de la plantilla

Óscar Cano observa a los jugadores durante un entrenamiento. |  // CARLOS PARDELLAS

Óscar Cano observa a los jugadores durante un entrenamiento. | // CARLOS PARDELLAS / M. Otero

Marcos Otero

Marcos Otero

“Somos un equipo muy purista”, pronunció Óscar Cano luego de la derrota en Alcorcón en una frase que sonó a lamento. Entiende el entrenador deportivista que el equipo necesita jugadores con perfiles diferentes a los que posee y que enriquezcan sus posibilidades. Ha insistido en ello desde antes incluso de que se abriera un mercado al que el técnico parece haberse entregado mientras estrecha cada vez más la profundidad de la plantilla y desnuda, quizá sin pretenderlo, la planificación de la temporada.

“A ver si en el mercado podemos cambiar que nos quedemos en pie, que seamos capaces de presionar sin hundirnos, a eso me refiero cuando hablo de la necesidad de tener otros extremos que tengan otro tipo de características. Que defiendan, rechacen a los adversarios, que no nos hundan”, proclamó en Alcorcón para justificar la falta de minutos de Víctor Narro o Yeremay en el tramo final del partido.

Esas declaraciones contrastan con el modo en el Cano aterrizó en el Deportivo para sustituir a Borja Jiménez. “Entrenando en el día a día estos chicos van mostrando que tienen posibilidades infinitas”, proclamaba a principios de noviembre. “Pero la categoría es exigente y cada vez mejor”, añadía a modo de advertencia.

A su llegada era incluso más contundente sobre el nivel de la plantilla deportivista. “Quiero que alguien me diga con honestidad porque aprenderé, ¿a qué no puede jugar el Deportivo? Tiene jugadores que si quieres jugar a una cosa puede jugar. Si quieres jugar a otra puede jugar”, afirmaba en su presentación a mediados de octubre. “A mí me parece un plantillón. Lo digo como lo siento. Si no me pareciera no iba a rajar aquí de la dirección deportiva, pero omitiría mi respuesta. Me parece un plantillón. Asumo con total naturalidad decirlo porque es lo que siento”, añadía.

Tres meses después ese discurso parece haberse matizado y al equipo ya no le siente bien cualquier traje. “Lo que tengo claro es que no nos conviene el ida y vuelta”, aseguró Cano en Alcorcón de un modo parecido a unas palabras anteriores de Borja Jiménez.

El Deportivo se ha entregado a una propuesta basada en sus centrocampistas e interiores que sin embargo le condena en no pocas ocasiones a partidos en los que termina atascándose por el centro. La situación se vuelve más difícil de comprender si se tiene en cuenta que quizá el mejor partido de la temporada fue contra el Racing de Ferrol con Víctor Narro en la banda izquierda en ausencia de Mario Soriano por sanción.

Cano, sin embargo, ha limitado artificialmente su propuesta prescindiendo de buena parte de la plantilla. Un grupo de alrededor de 13 jugadores concentra las oportunidades en el equipo titular, hasta el extremo de que contra Unionistas y Alcorcón ni Trilli ni Retuerta tuvieron participación a pesar de las lesiones de Antoñito y Raúl Carnero.

Gorka, un síntoma

La salida de Gorka Santamaría expuso un punto débil de la planificación. Cano argumentó que no se adaptaba al estilo del equipo mientras sus decisiones cuestionan alguna carencia más.

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