Óscar Cano: "Ser líder supondría concretar una buena remontada"

No espera "hipermotivación" de Gorka y avisa de que habrá que "tener paciencia" y saber "identificar cuándo acelerar" ante el Badajoz

Óscar Cano da instrucciones a Villares y Soriano en presencia de Antoñito sobre el césped de Abegondo. |  // ARCAY / ROLLER AGENCIA

Óscar Cano da instrucciones a Villares y Soriano en presencia de Antoñito sobre el césped de Abegondo. | // ARCAY / ROLLER AGENCIA / e. Cobas

RAC

Hace tres meses y medio se puso a diez puntos del liderato tras perder en casa del Badajoz y mañana se podría acostar líder si gana al mismo rival en Riazor. El Deportivo es el encargado de meter presión esta semana a sus rivales, Castilla y Alcorcón, con el añadido de poder acceder a una posición de privilegio que, aunque provisional, puede suponer un refuerzo para el grupo, según Óscar Cano. "Sería en parte anecdótico, porque tampoco tiene una trascendencia vital, pero anímicamente sería importante porque supondría concretar una buena remontada", reconoce.

El equipo coruñés, tras dos partidos fuera, regresa a su estadio, donde se siente muy a gusto, que es su gran fuente de puntos. Llegados a este punto, ya cuando ha conseguido ganar por rutina en su feudo, uno de los enemigos que aparece en el horizonte es una hipotética desconexión, una bajada de brazos inconsciente. Cano no percibe síntomas que anuncien tal circunstancia y manda un aviso. "Con lo que hemos sufrido y remado para ser fiables en casa, mal iríamos, ni creo ni quiero pensarlo. Si no ganamos en casa, va a tener que ver con que el rival lo hizo mejor. No creo que el equipo se relaje. Sabemos lo que nos jugamos y somos responsables, el grupo no tiene esa tendencia", asegura.

Su contrincante llega reforzado por su seguridad defensiva e intentando huir de la zona de la quema. En su vanguardia estará un viejo conocido, Gorka Santamaría. "Él siempre tiene ganas, no hay que buscarle tres pies al gato. Su visita es también una alegría, porque fue jugador y es amigo. A veces a un amigo hay que decirle que va a tener pocos minutos y hay que hacer algo. No esperamos hipermotivación ni de él ni de nadie", sentencia.

Más allá de lo que supone el regreso del delantero, el técnico blanquiazul está preparado para medirse a un rival replegado, que reducirá espacios y líneas de pase y que buscará hacer daño en las transiciones. "Es un equipo al que le cuesta ganar, pero a los rivales también les cuesta hacerles ocasiones, ya no solo ganarles", avanza. "Tiene un gran trabajo detrás, recupera y cuenta con recursos, como Adilson, que es de otra categoría. Aquella pretemporada que tuve con él pensé que nos lo iban a comprar por millones. Se presupone que llevaremos el peso, pero no hay que desesperarse ni perder el balón. Son aplicados en defensa y peligrosos en las transiciones". Paciencia y saber cuándo poner una sexta marcha: "Hay que identificar los momentos para acelerar. Si no sabemos hacerlo, no sirve de nada tener la pelota. Riesgo siempre va a haber, pero que sea ordenado".

La sanción a Diego Villares abre una vacante en la media, junto cuando regresa Rubén Díez. Al técnico, que reconoce "un par de dudas", no le preocupa en exceso esta circunstancia. "Una baja siempre reduce el abanico, pero tenemos muy buenos jugadores, el equipo está preparadísimo en esa zona del campo y en todas". El Dépor aún debe hacer el último entrenamiento en una semana con muchos tocados, aunque las únicas bajas que se esperan son las del pivote de Vilalba, Kuki Zalazar y Jaime Sánchez. Mario Soriano, Antoñito, Pepe Sánchez o Raúl Carnero, listos para entrar en la lista.

Paso adelante fuera de casa

No le tocará al Dépor jugar esta semana a domicilio, pero Óscar Cano quiso tener un reconocimiento a sus jugadores tras los partidos ante Sanse y Talavera. "Más que por resultados y a todos nos gusta ganar, mi cabreo, por decirlo de alguna manera, por los partidos fuera era que veía que el equipo sufría, le hacían ocasiones, era menos consistente. Minimizamos a dos equipos que venían en una buena trayectoria. Alcorcón lleva un punto más como visitante y ellos muy bien y nosotros, desastrosos. No puede ser. Eran más las malas sensaciones que la realidad (de los puntos). No me estaba gustando lo que veía y se habían ganado partidos (Ceuta, Algeciras, Fuenlabrada....), pero no me acababa de convencer. Ahora somos un equipo más compacto, que permite menos y, en cualquier momento, podemos ganar. Va a a ser difícil hacernos ocasiones de gol", resume.

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