Es lo que tiene fiarlo todo a Riazor, que tarde o temprano se acaban trastocando las cuentas, en este caso las del ascenso del Deportivo. Sigue teniéndolo en su mano porque depende única y exclusivamente de sí mismo para ser campeón, con el Alcorcón a dos puntos y todavía pendiente de visitar Riazor, pero el 1-1 del pasado fin de semana ante el Castilla descuadra la media inglesa a la que el equipo coruñés se había abrazado como fórmula del éxito. Esto es, ganar en casa y empatar fuera. El pinchazo ante el filial madridista, que incluso mereció llevarse el partido en la segunda parte, obliga al Dépor a enmendar ese error ganando el domingo en el Reino de León (17.00 horas) para recuperar el paso.
Desde que cerró la primera vuelta perdiendo en Alcorcón (3-1), el conjunto de Óscar Cano empató tres partidos fuera, ante San Fernando (2-2), Sanse (0-0) y Balompédica Linense (0-0), y solo regresó con los tres puntos de un desplazamiento, el de Talavera (0-1). En Riazor, en cambio, en esta segunda mitad del campeonato había ganado sus tres partidos —1-0 al Rayo Majadahonda, 1-0 al Mérida y 5-0 al Badajoz— hasta el tropiezo de la pasada jornada. Ese empate ente el Castilla eleva la exigencia del Dépor para su siguiente compromiso, el del domingo en León. Otro empate, lo habitual fuera de casa, puede que no alcance esta vez.
En ningún caso el choque ante la Cultural será definitivo, pero sí servirá para ubicar al Deportivo de cara a las últimas diez jornadas, en las que tendrá que afrontar enfrentamientos directos ante Celta B, Racing de Ferrol, Córdoba y Alcorcón. Muchos puntos todavía en juego y con cuatro aspirantes claros a esa plaza de ascenso directo, separados únicamente por cuatro puntos: el líder Alcorcón (53), más Dépor (51), Racing y Castilla, ambos con 49.
La Cultural recibirá al Deportivo en una situación desahogada, noveno en la tabla con 35 puntos. Sin embargo, el conjunto leonés acumula una larga racha de malos resultados en esta segunda vuelta de la Primera RFEF. Su última victoria fue el 15 de enero, 2-0 contra el Mérida. Desde entonces, no ha vuelto a ganar, con un balance de cinco derrotas y tres empates en sus ocho partidos más recientes.
Cano, pendiente del estado de Antoñito, sometido a pruebas de imagen en los isquiotibiales
Antoñito tuvo que ser sustituido en el minuto 64 del partido que enfrentó en Riazor al Deportivo y al Castilla el pasado domingo por culpa de unas molestias en los isquiotibiales. El andaluz se quedó ayer en el vestuario de Abegondo y no participó en la sesión de recuperación que completaron los demás titulares ante el filial blanco. El lateral está pendiente del resultado de las pruebas de imagen para saber si sufre o no una lesión muscular. El domingo Óscar Cano optó por reubicar a un centrocampista, Diego Villares, como improvisado lateral derecho para suplir a Antoñito, en vez de apostar por la solución natural, Trilli. Al margen del grupo sigue Isi Gómez, que ayer realizó tareas personalizadas bajo la supervisión del readaptador, Álex Canosa. Hoy la plantilla blanquiazul disfruta de un día libre. Mañana, a las 10.30 horas, el equipo volverá a ejercitarse en Abegondo para enfocar la preparación hacia la visita del domingo al Reino de León, un partido para el que Cano recupera a Alberto Quiles tras su sanción ante el Castilla.