FÚTBOL - Deportivo

Un banquillo ‘trituratécnicos’

Óscar Cano, el decimoséptimo entrenador despedido desde el año 2012

Un banquillo ‘trituratécnicos’

Un banquillo ‘trituratécnicos’ / M. otero

Marcos Otero

Marcos Otero

Óscar Cano (Granada, 1972) ya es agua pasada en el Deportivo. No ha durado demasiado en el banquillo blanquiazul, pero su etapa no ha sido de las más breves dentro de la vorágine de cambios de entrenadores en la que se ha instalado el club en su época más reciente. El técnico granadino es el decimoséptimo en ser despedido desde el año 2012 y una víctima más de la trituradora en la que se ha convertido el banquillo a lo largo de más de una década.

Un banquillo ‘trituratécnicos’

Un banquillo ‘trituratécnicos’ / M. otero

Cano deja el Deportivo tras 29 partidos de liga con un bagaje de 14 victorias, nueve empates y seis derrotas, pero con la sensación de que nunca llegó a conectar del todo con el club ni sobre todo con la afición. Su reto consistía en enderezar una temporada que arrancó torcida y nunca llegó a tomarle el pulso del todo a la competición como sustituto de Borja Jiménez. El liderato lo ocupó solo de forma provisional y siempre lo vio lejano, incluso a diez puntos, después de la derrota en Badajoz.

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Su paso por el banquillo blanquiazul no es muy diferente a la de sus predecesores, engullidos por la falta de resultados, las prisas y los vaivenes constantes en el banquillo. La estabilidad ha sido siempre el objetivo de las directivas, especialmente desde que Abanca se hizo con la mayoría accionarial y el control del consejo de administración, pero esas buenas intenciones nunca se han trasladado a la realidad.

Los proyectos a largo plazo y con la suficiente continuidad nunca han llegado a plasmarse, a pesar de que Cano ha sido uno de los últimos inquilinos del banquillo deportivista que más partidos ha podido disfrutar. La temprana destitución de Borja Jiménez en la séptima jornada le proporcionó al técnico granadino el margen suficiente para alterar la marcha de un equipo que no había arrancado la temporada de la mejor manera después del trauma en el play off. Los 29 partidos de Cano son la mayor cifra de las campañas más recientes junto a los 47 que estuvo al frente el propio Borja y los 30 que acumuló Fernando Vázquez entre el final de la temporada 2019-20 y el comienzo de la siguiente.

Ninguno de los dos, sin embargo, pudo echar raíces a pesar de la voluntad del club por enterrar de un vez por todas la inestabilidad en el banquillo. Esa fue un poco la idea que llevó el pasado verano a que el consejo de administración y la secretaría técnica se decidiesen por la continuidad de Borja Jiménez a pesar del fiasco por no lograr el ascenso en la final del play off. El club buscaba una continuidad que se ha ido diluyendo en medio de las urgencias por abandonar una categoría que representa una condena deportiva y económica difícil de alargar demasiado en el tiempo.

Las pérdidas millonarias que se ha visto obligada a asumir Abanca para mantener la estructura del club convierten el regreso al fútbol profesional en irrenunciable, lo que se traduce en una exigencia máxima para la plantilla y el cuerpo técnico. La situación actual no es muy diferente de la que atravesó el club cuando peleaba por mantenerse en Primera División o buscaba el ascenso desde Segunda.

Desde el cese de José Luis Oltra a finales de 2012 el baile de entrenadores ha sido constante, hasta el punto de que tan solo tres en todos esos años llegaron a completar una temporada. El primero fue Fernando Vázquez en la 2013-14, cuando se logró el último ascenso a Primera. Aquello, sin embargo, no le valió para seguir porque fue destituido por discrepancias con la directiva entonces encabezada por Tino Fernández. El segundo fue Víctor Sánchez del Amo en la 2015-16, al que lograr la permanencia tampoco le valdría por los conflictos existentes en el vestuario. Borja Jiménez sería el último la campaña pasada a pesar del fiasco del play off y en la búsqueda de esa estabilidad tan deseada.

Entremedias de todos ellos, muchos nombres distintos que nunca llegaron a afianzarse en ese carrusel de entrenadores de todos los estilos y personalidades. Oltra, Fernando Vázquez, Víctor Sánchez y Borja Jiménez han sido los que han dirigido más partidos en esta etapa convulsa, a la espera de encontrar la figura que aporte la estabilidad necesaria al proyecto. Lo intentaron antes otros muchos como Víctor Fernández, Gaizka Garitano o Natxo González, con más continuidad que los efímeros Cristóbal Parralo, Seedorf, Anquela o Luis César.

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