La vida sin Quiles, otra vez

El onubense no tiene afectados los ligamentos de su rodilla derecha, con lo que esquiva la baja de larga duración, pero se perderá el ‘play off’ con el Deportivo

Alberto Quiles se retira lesionado del césped del Pasarón junto al doctor Carlos Lariño. // Gustavo Santos

Alberto Quiles se retira lesionado del césped del Pasarón junto al doctor Carlos Lariño. // Gustavo Santos

Carlos Miranda

Carlos Miranda

El Deportivo se va a tener que acostumbrar a la fuerza a vivir sin Alberto Quiles. Todo el fatalismo parecía haberse acabado con esa patada de Ekaitz Jiménez en Córdoba y ese mes que estuvo de baja tras operarse la cara, pero otra lesión le estaba esperando a la vuelta de la esquina y esta para tumbarle definitivamente, al menos esta temporada. Cuando no quedaba tiempo ni para respirar en el partido ante el Pontevedra y cuando acababa de meter un penalti y se le abría el cielo al equipo coruñés al verlos a él y a Lucas juntos de nuevo, un mal apoyo tras una pelota dividida con Miguel Román provocó una extensión antinatural de la articulación e hizo temer lo peor. Muchos de sus compañeros se echaron las manos a la cabeza ante la posibilidad de que se hubiera roto los ligamentos de la rodilla y de que le esperase una ausencia de varios meses, de larga duración. Las pruebas médicas a las que fue sometido en la mañana del domingo descartaron el peor de los diagnósticos, pero sí revelaron que sufre una “distensión de la cápsula posterior con una contusión ósea en la meseta tibial”, tal y como revela el comunicado oficial emitido por el Deportivo. Eso sí, el mismo parte es claro al decir que es “una lesión que le hará ser baja por lo que resta de temporada”.

Esa media hora larga que jugó en Pontevedra fue un ensayo general de lo que podía haber sido y que, finalmente, no será. Era la primera vez que Rubén de la Barrera podía alinearlos a ambos juntos y los lances siguientes a que entrase el onubense en el terreno de juego no pudieron ser más esperanzadores. Una avalancha, un balón al palo... Esas pruebas no servirán de nada y ahora el técnico tendrá que buscar un plan B que, en realidad, es el A. La figura de Max Svensson cobra más importancia para este final de temporada. El hispanosueco, como ocurriera hace un año con Mario Soriano, llegó el día del mercado para ocupar una ficha sub 23 y poco a poco ha ido ganando protagonismo en los planes de los entrenadores y poco a poco ha ido sumando simpatías en la grada de Riazor. Tras la destitución de Borja Jiménez, fue una apuesta de Óscar Cano a su llegada y pasó lo mismo en el primer partido del técnico coruñés, máximo responsable actual. El futbolista cedido por el Espanyol es valorado por ambos técnicos por ser un jugador que libera de trabajo y presión al resto de futbolistas para que se expresen y porque es capaz de estirar al equipo y ofrecer nuevos registros y desmarques a un equipo que, por momentos, ha abusado del juego al pie.

De la Barrera ya ha dicho que irá más que nunca día a día y que pensará en planes de concretos de partido más que en ir confeccionando un equipo o un proyecto a su imagen y semejanza. Aun así, con la baja de Quiles y con Arturo como tercera alternativa en ataque, es más que probable que se convierta en casi fijo ese dibujo táctico que ensayó y que le dio tan buenos resultados ante el Algeciras. Un rombo en ataque y un 4-2-3-1 en defensa con esfuerzos extra en la banda derecha para Lucas Pérez, Diego Villares y Trilli. Es una apuesta que potencia a Lucas, quien será aún más importante con la baja de larga duración del onubense. Este nuevo panorama hará prevalecer sus cualidades como creador de juego en la última línea más que como finalizador. Todo aquel “bendito problema” del técnico coruñés para encajar a Quiles ha desaparecido.

Incierto futuro del ‘9’

El Deportivo perderá a Alberto Quiles para el próximo mes por una lesión que añade aún más incertidumbre al futuro del onubense. El ‘9’ del Deportivo acaba, en teoría, su contrato con los coruñeses este próximo 30 de junio, pero existe una salvedad en lo firmado. Si el club blanquiazul acabase subiendo a Segunda División, la vinculación se ampliaría un año más, con lo que Quiles tampoco puede, de momento, comprometerse con otro conjunto a partir del 1 de julio. El propio jugador ya ha dicho en más de una ocasión que su gran objetivo es jugar en el fútbol profesional la próxima temporada y si es en Riazor, mejor. Una subida del Dépor es el mejor escenario de todas las partes, aunque para el ex del Recre y del Córdoba es dar el salto a una categoría superior sea donde sea. Un nuevo intento fallido separará los caminos de ambas partes, aunque Quiles se ha adaptado a la perfección al equipo y a la ciudad.

El Deportivo siempre ha querido renovar a su delantero referencia de los dos últimos temporadas (es el máximo goleador de la historia de Primera RFEF) más allá de este 30 de junio o del próximo, el de 2024, fecha tope si se acabase dando el regreso del Deportivo al fútbol profesional. El club coruñés lo quiere en su proyecto, ya sea en la segunda o en la tercera categoría nacional, y piensa en él a largo plazo ahora que se empieza a acercar a la treintena. Ha sido el propio jugador el que ha pospuesto esa negociación paralela a la espera de lo que ocurra en este mes de junio. La lesión del pasado fin de semana en Pontevedra no varía, en un principio, la hoja de ruta de ambas partes una vez descartada la afectación a los ligamentos. El Dépor se jugará en el próximo mes mucho más que el ascenso a Segunda División.