Al Dépor le costó ser lo que pretendía

Competitivo, no encontró espacios en la primera parte, se le vio desbordado tras el gol

Mario Soriano, ante el georgiano Kochorashvili.  | // CASTELEIRO//R. A.

Mario Soriano, ante el georgiano Kochorashvili. | // CASTELEIRO//R. A. / Casteleiro/Roller Agencia

Carlos Miranda

Carlos Miranda

El Castellón sale derrotado de Riazor, pero le mandó un serio aviso al Deportivo: sabe cómo incomodarle, tiene herramientas para contrarrestarle y hacerle daño. Con los parámetros de Riazor le puso contra las cuerdas. Cambiarán los códigos en Castalia y también le apretará. Lo que antes Rubén de la Barrera y su colaboradores veían en los vídeos, lo que la grada de Riazor desconocía, lo comprobaron ayer a pie de campo. El equipo castellonense está muy suelto con la pelota, no tiene miedo a arriesgar y cuando es pertinente, es capaz de replegarse, de cerrar pasillos interiores. Ahí el equipo coruñés no supo aprovechar del todo las bandas, sobre todo en la primera parte y por el flanco diestro. Antoñito estuvo fallón y timorato. Le generó su rival un desarregló extremo a un Deportivo que solo pudo hacerle daño cuando le apretaba arriba. Antes del descanso le pudo hincar el diente. No lo hizo. Eso sí, lo pasó muy mal en cuanto respiraba el Castellón, sobre todo en la segunda parte. El calor, la apuesta por futbolistas que no han tenido excesivos minutos con Cano y los inestables engranajes del Deportivo de De la Barrera le pasaron factura. Era inevitable. El equipo coruñés supo desfilar una vez más sobre el alambre. Es su sino.

Rubén de la Barrera, quien vive al día, debe improvisar un nuevo equipo y una nueva apuesta en los próximos siete días. El Castellón le planteó unos desafíos y le generó nuevas incógnitas tras el gol. Rugía Riazor, no pudo subirse el equipo a esa ola. En Castalia el Deportivo será feliz o estará más cerca de llegar a la final, mientras sepa llevar el encuentro a campo contrario, mientras sepa subir líneas. Rubén de la Barrera lo sabe, ya lo verbalizó en su rueda de prensa. La semana será corta en tiempo y larga en trabajo. El partido también será interminable.

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