Optimismo para combatir la presión en el Deportivo

Visita al Albacete en busca de enderezar el rumbo en este comienzo de temporada

Los jugadores deportivistas, durante un entrenamiento.

Los jugadores deportivistas, durante un entrenamiento. / Iago López

Marcos Otero

Marcos Otero

A COruña

Seis partidos después el Deportivo se ha visto atrapado en un escenario inesperado. Instalado en los puestos de descenso tras un inicio titubeante —una victoria, un empate y cuatro derrotas—, el equipo maldice su mala fortuna mientras trata de construir un clima de optimismo. “Va a ser un año bonito”, afirmó Lucas, pero el conjunto blanquiazul necesita algo más que fe y buenas intenciones para espantar las dudas de aquellos que piensan que el regreso al fútbol profesional podría no ser el cuento de hadas que se esperaba. Al equipo le faltan muchas cosas, quizá no optimismo ni confianza en sus posibilidades, pero sí la solidez necesaria para transitar sin demasiados sobresaltos por la jungla en la que se ha convertido la Segunda División.

Cualquier rival representa una amenaza, como demostraron Córdoba y Burgos en la dos últimas derrotas. Dos equipos muy diferentes entre sí, con armas distintas, y a los que el Deportivo no supo contrarrestar. Esta tarde (20.30 horas) el Albacete de Alberto Quiles representa otra prueba con la que alimentar el optimismo y la creencia de que la situación se va a enderezar. Porque apelar a que la temporada pasada se consiguió es una prueba más de que el presente no es el mejor.

El Deportivo necesita fe y confianza, pero sobre todo solucionar los problemas que evidencian su juego desde el comienzo del campeonato. Endeble en defensa después de los experimentos de su entrenador —Mella de lateral izquierdo, Villares en el derecho-—los partidos hasta la fecha han estado trufados de errores individuales graves, el último el de Petxarroman contra el Burgos. Y lamentablemente el Dépor todavía no posee la contundencia en ataque como para compensar semejantes pifias. Lleva tres goles y es el equipo que necesita más remates para marcar, Barbero y Bouldini están inéditos e Idiakez todavía no ha encontrado el encaje idóneo para Mario Soriano en la estructura que construyó para alcanzar el ascenso el curso pasado.

El madrileño fue suplente contra el Burgos y está por ver si vuelve a quedarse en el banquillo esta tarde en el Carlos Belmonte. Para que entre alguno de los de arriba tiene que ser el sacrificado, pero hay demasiados condicionantes. Lucas no está cómodo como referencia y Yeremay y Mella han sido de lo más clarividente en ataque del equipo hasta la fecha. La opción del mediocentro tampoco funcionó y no hay demasiadas opciones más sin cambiar el sistema.

Obrador y Barcia se perfilan de nuevo como titulares ante el Albacete de Alberto González, un equipo de luces y sombras, alegre y al mismo tiempo vulnerable, aunque reforzado para no sufrir y con la referencia arriba del que fuera pichichi blanquiazul Alberto Quiles.

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