Imanol Idiakez, con un pie fuera del Deportivo

Los responsables del club se reunieron una vez finalizado el duelo para tratar su despido en una cumbre que siguió de madrugada

Idiakez, ante el Racing

Idiakez, ante el Racing / Iago López

Carlos Miranda

Carlos Miranda

El pitido final del árbitro certificó la derrota del Deportivo ante el Racing de Santander y colocó a Imanol Idiakez en una nueva situación límite. El empuje del equipo y la sensación de que, al menos, mereció un empate no evitaron que los dirigentes del club se reuniesen de urgencia minutos después para tratar su futuro en el club, una eventual destitución del técnico vasco como entrenador de los blanquiazules. La cumbre se prolongó de madrugada y, al cierre de esta edición, aún no había una decisión tomada al respecto.

En el parecer de los dirigentes hay dos extremos de la balanza en los que, por un lado, pesa la marcha errática del equipo en este inicio, la dinámica y la sensación de que no está exprimiendo lo que tiene a su disposición y, en el otro, se encuentra su capacidad de resiliencia y que la temporada pasada en una situación parecida supo sostener el mando del vestuario y encaminar al equipo hacia el ascenso a Segunda. Más allá de lo que decidan los dirigentes y de que pueda acabar continuando en el cargo, con Michelle Clemente, Massimo Benassi y Fernando Soriano a la cabeza, la situación de Imanol Idiakez pende de un hilo con el encuentro del próximo fin de semana ante el Cartagena en el horizonte. Son dos equipos de la zona baja que no se pueden permitir un tropiezo, menos el Dépor porque justo después se le complica el calendario.

Este tipo de situaciones al borde del abismo han sido habituales en la trayectoria de Imanol Idiakez en el Deportivo. Lleva unos quince meses en el cargo y ya salvó dos situaciones límites en los recordados encuentros ante el Arenteiro y frente al Barcelona B en los que dos goles de Davo le sirvieron para salvar la cabeza. El propio Idiakez reconoció meses más tarde en una entrevista a LA OPINIÓN que, ante la coincidencia con las Navidades pasadas, había dejado dos maletas preparadas en la puerta: una para marcharse definitivamente a casa y otra para regresar tras Reyes.  

Idiakez es un técnico con ascendencia entre los jugadores importantes del vestuario, pero la situación vivida puede acabar desembocando en la toma de decisiones drásticas.

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