Entrevista | Ex entrenador del Deportivo
Idiakez: «El Dépor me ha llegado tan dentro que ahora mismo no me veo en ningún otro equipo»
El vasco rompe su silencio dos meses después de su despido

Idiakez atiende a una pregunta el día de su presentación como nuevo técnico del Deportivo. | Carlos Pardellas

El Dépor está a un día de jugar su último partido de un 2024 intenso en el que uno de sus protagonistas fue Imanol Idiakez (Donosti, 1972). El vasco cuenta cómo se siente, cómo va encajando su adiós y repasa sus quince meses en el banquillo blanquiazul, una experiencia que le ha marcado para toda la vida
Su despido fue una decisión traumática. ¿Cómo lo va llevando?
Ha pasado tiempo y no está siendo fácil. No lo está siendo porque me sentía muy arraigado, tenía mucha ilusión. Hacía mucho que no tenía tanta ilusión como ahí [en el Deportivo]. Y el sentimiento que me queda, cuando ya ha pasado el tiempo y te asientas en tu casa y lo puedes ver con un poco más de perspectiva, es de mucha pena porque estaba muy convencido de lo que habíamos construido y de que el equipo iba a ir para arriba, como así está siendo. Está siendo difícil de asumir porque tenía tanta ilusión que ahora me cuesta imaginarme en otro sitio. Me he quedado con pocas ganas. Me he quedado un poco plof.
¿Va poco a poco?
Sí, entiendo que es cuestión de tiempo y que seguro que dentro de unos meses podré tener otra vez ilusión. Pero es que el Dépor, para mí, ha sido algo muy potente en mi vida. Uno sabe que va de un sitio para otro, sobre todo nosotros, que tenemos una vida itinerante y te cuesta encontrar un lugar en el que te quieras quedar. Y este era el sitio. Intento quedarme con lo bueno y no con lo malo, porque cuando tienes tiempo libre le das muchas vueltas a la cabeza y no es muy interesante. Estoy bien, con la familia, tranquilo, viendo fútbol de todo tipo.
«Desde noviembre siento que esperaban a que perdiera tres partidos para echarme»
No deja de ser un duelo, ¿no?
Sí. Yo ya lo había pasado antes. Cada vez que te vas de un sitio, que te echan, es diferente. Y en este caso, ha sido especial porque el año pasado fueron como cinco años de vida. Muy intensos. La dimensión del Deportivo, del deportivismo, a mí me ha llegado muy dentro. Y tampoco me esperaba la decisión.
¿Sigue sorprendiéndole?
Nosotros, dos semanas antes de la decisión, tenemos una comida y me transmiten la confianza absoluta, que creen que voy a estar mucho tiempo. Me pilló muy por sorpresa. Entonces, está siendo difícil de aceptar, no me queda otro remedio.

Celebra, bufanda en mano y sobre el césped, el día del ascenso ante el Barça B. | Carlos Pardellas
¿Cómo lleva el día a día?
Bueno, te levantas y, como mi mujer trabaja, haces alguna cosa en la casa y luego hago un poco de deporte. A la tarde, pues con cosas de los críos. Y sí que estoy viendo bastantes partidos sin mucho orden. Lo que me apetece ver, de Primera, de Segunda, de Primera RFEF, ligas inglesas, Grecia... Veo un poco lo que me sale, porque hay siempre. Así estoy matando un poco el gusanillo.
¿Puede ver algún partido del Dépor ya o le es aún imposible?
Sí, he visto algún rato. No negaré que duele. Yo sentía ese equipo mío. Es como que si te quitan un hijo de las manos, ¿no? Les he visto algún rato, algún partido y lo que yo creía: que el equipo iba para arriba. Estoy seguro, además, de que así va a ser.
«Estoy convencido de que Juan Carlos Escotet va a llevar al Deportivo a Primera»
¿Estuvo mucho tiempo en A Coruña después del despido?
Estuve tres o cuatro días por ahí y ya porque ya me había despedido de la gente que me quería despedir. No me suele gustar quedarme en las ciudades porque todo son recuerdos. Todo son momentos de mucha emoción, de mucha pena, de mucho dolor, de un poquito de rabia. Y gestionar esas emociones es mejor hacerlo en soledad que con la gente alrededor, al menos para mí. El que te quiere siente pena. Vas a comer o vas a cenar, te das un abrazo. Es lo que tiene esta vida nuestra. Hay gente a la que has cogido mucho cariño y que seguramente te va a costar verla o incluso alguna no la vas a volver a ver más en tu vida. Esa parte siempre es difícil.
¿Se ha sentido querido?
Yo me quedo con el cariño, recibí mucho. El ascenso es el punto álgido de todo, pero en todo momento a mí la gente me ha respetado. El año pasado toda la segunda vuelta con La Piña, cambió mucho la gente. Fue muy bonito y solo puedo agradecerles. Evidentemente en el puesto que tengo siempre recibo críticas, pero he recibido mucho más cariño que otra cosa en A Coruña, sin duda.

El técnico vasco departe con Balenziaga en la banda de Riazor. | Casteleiro / Roller Agencia
¿De qué es de lo que más orgulloso está en ese año y algo?
Del espíritu del equipo. Hemos hecho un equipo con identidad propia, con una idea de juego y también con una idea de comportamiento en el día a día. Se ve que hay mucho equipo ahí y luego cumplimos con los objetivos. Apostamos por la cantera, sacamos chavales que algunos están consolidados. El trabajo que hemos hecho ha sido el que había que hacer y ha estado bien hecho. El día a día de los jugadores, el de la gente de Abegondo, los hábitos profesionales están muy bien construidos y me siento parte de eso. Una pequeña parte, pero parte de ello. Costó construirlo, pero una vez que lo conseguimos, se ha quedado ahí para siempre; estoy seguro.
¿Algo de lo que se arrepienta o que haría hoy de otra forma?
Ha habido sitios en los que le he dado muchas vueltas, aquí también, pero cuando te echan en la víspera de jugar contra el colista... Ante el Cartagena salió (con Gilsanz) el equipo que había jugado la semana anterior, menos un jugador, me parece. Hice apuestas, como Mella en la derecha, como Yeremay, como Lucas de enganche. Cuando llegó Mario Soriano este año, nos quedaba encontrarle sitio, que era mi obsesión. Creo que también se lo encontramos. Tengo la tranquilidad de que he tomado decisiones importantes y han quedado ahí. ¿Arrepentirme? Si hubiera sabido que me jugaba la cabeza el día del Racing, pues habría arriesgado igual poniendo a Yeremay. Pero siempre que he tomado decisiones, he pensado en lo mejor para el equipo y aquel día hice lo mismo. He pensado en el medio plazo y largo plazo. Si hubiera pensado en mí, habría tomado otras. Tengo la conciencia tranquila, más allá de los errores que, como entrenador, cometemos todos y muchos.
El vestuario le entendía. ¿Cómo fue la despedida tras la decisión?
Fue bonita porque habíamos creado una unión grande, demasiado, y eso no se pasa de la noche a la mañana. Lo que vivimos juntos la temporada pasada... Cómo el equipo se levantó de una primera vuelta tan difícil, se unió, se juntó y, entre todos, lo sacamos adelante. Ahí había un espíritu colectivo de respetarnos, de apoyarnos unos a otros. Cuando a un entrenador le echan, pues uno entiende. A veces la afición está en tu contra, a veces la prensa está en tu contra, a veces el vestuario no está contigo. Eso pasa y a todos nos ha pasado. A mí también. Pero es que en este caso, la verdad es que no. Lo que había de puertas para adentro era unidad. Forma parte de la vida y ahora los jugadores hacen lo que tienen que hacer. Entonces estaban unos más tristes, otros menos, hay que seguir adelante.
En su comunicado de despedida obvia a Fernando Soriano y Massimo Benassi. Es consciente, ¿no?
Yo agradecí a todo el mundo que quise agradecer. Me olvidé incluso de alguno. Luego, a los días, dije, "pues Nacho Lourido, por ejemplo, que es un tío al que tengo aprecio y respeto. Tampoco lo nombré". Evidentemente, esas dos personas que comenta no cabían en una despedida de agradecimiento porque entendía que no tenían lugar ahí.
¿No se sintió respaldado?
Sobre todo. Desde noviembre del año pasado tengo la sensación de que han estado esperando a que perdiera tres partidos para echarme. Y los hechos así lo han dejado claro.
Sí tuvo en ese adiós un reconocimiento para Juan Carlos Escotet...
Estoy convencido de que va a conseguir el objetivo de llevar al Dépor a Primera. Lo va a hacer porque la apuesta suya es evidente y está poniendo su dinero para conseguirlo. Por supuesto que también ha sido parte de la decisión de cesarme. Si él no hubiera querido, no me habría ido y seguiría en el Dépor. Y claro que me siento ahí decepcionado. La idea era que estuviera mucho tiempo con ellos y... Eso no quita que, como aficionado que soy del Dépor, le agradezca todo lo que está haciendo.
¿Ese día se le veía incrédulo?
Es que no me lo quería creer, es que dos semanas antes me habían transmitido confianza. Encima las sensaciones del día del Racing fueron buenas. El equipo acabó casi avasallando. Y venía el Cartagena. Entendía que si realmente tenían la mínima intención y ganas de que yo siguiera, me darían ese partido después de lo que había ocurrido y por la temporada pasada sobre todo. Vi las informaciones y fui a la mañana siguiente a Abegondo con la duda de qué iba a pasar y, enseguida, me encontré con el despido.
Siempre tuvo un cariño hacia Gilsanz. ¿Ha hablado con él?
Le tengo un gran aprecio. Es un gran tipo y un gran deportivista, llevaba años haciendo un trabajo muy bueno en la cantera. No he hablado con él porque cuando me llamó, no le pude coger. Yo le devolví la llamada y él no pudo. Y luego, al día siguiente, le dieron el cargo y ya, evidentemente, yo no le quise molestar. Él sabe que si hubiera necesitado algo, me habría tenido ahí porque le tengo aprecio y respeto y ojalá le siga yendo así de bien o mejor.
¿Qué se le viene a la cabeza si habla del 12 de mayo de 2024?
El ascenso y esa celebración que no se acababa nunca. Es que luego hubo más a las dos semanas. Todo. Es que cada segundo, desde el camino en el autobús, desde el hotel al campo el día de Barcelona, hasta después del Real Unión, hasta incluso la eliminatoria con el Castellón. Fueron tres semanas casi cuatro mágicas. Con toda la gente, ver la ilusión que provocábamos, la alegría de tanto deportivista, de los abuelos, de los niños, de los padres. No tiene precio. Todo lo que hacemos nosotros que tiene mucho sacrificio y queda compensado con experiencias como esa. Para los que lo vivimos nos ha quedado para siempre.
Hasta le hicieron disfrazarse de piña y teñirse el pelo...
Sí, nos lo pasamos muy bien. Hace poco he visto alguna foto y las vamos a disfrutar en un tiempo más todavía porque fueron momentos muy bonitos. El día de la Ponferradina en casa, en enero, sentí que habíamos dado con la tecla. Eso que los entrenadores necesitamos: sentir que lo hemos encontrado.. Al principio de liga, en Lugo, también sentí algo parecido, pero luego empezaron las desgracias
¿Cómo ve a Mella y a Yeremay?
Todos sabemos que van a ser buenos, ya lo son, y que van a ser mejores y les vamos a ver triunfar. Es muy difícil llegar a un club y tener dos joyas así. También es bonito haberles podido acompañar. Estar por allí, como digo yo, que me tocara. Ya me lo pasaba bien cuando les entrenaba y ahora también. Es inevitable no reírte cuando cogen el balón, porque sabes que va a pasar algo grande. En Lugo a Mella lo saqué por Yeremay y yo le daba vueltas: "¿Cómo consigo que jueguen juntos?". Nadie lo veía en la derecha pero yo tenía ese pálpito. Son maravillosos.
¿A qué aspira el equipo?
El primer año, nada más subir, puedes coger una dinámica y con la inercia... Pero lo lógico es que el primer año sea para consolidarse y, luego, a partir de la temporada siguiente, si el club apuesta y estoy convencido de que Escotet lo hará, el objetivo tiene que ser ascender.
¿Y su objetivo es volver a ilusionarse con entrenar?
Sí, ya he tenido dos ofertas del extranjero, pero no me veo capacitado ahora, no me veo capaz de... Ha sido tan fuerte lo del Dépor que voy a necesitar tiempo para poder encontrar algo que realmente me haga ilusión. Yo soñaba con ser el entrenador del Dépor en Primera. Llegué a soñar y eso es muy peligroso para los entrenadores, es inevitable a veces, ¿no? Me quedé un poco vacío y yo, por cómo soy, necesito esa energía para trabajar. Y si no me veo con la que debo tener... Seguro que en unos meses ojalá que pueda encontrarla.
Suscríbete para seguir leyendo
- Almudena Cid ya habla de su embarazo tras comenzar una nueva vida con su pareja: 'Estoy bien, tranquila, súper bien
- 19 detenidos en la provincia de A Coruña por estafar 500.000 euros en Tenerife mediante el 'timo del sicario
- Pichis, director de Marina Coruña: «Prefiero cien niños que aman el mar antes que un campeón que deja la vela»
- Un buey de 2.000 kilos de Lugo a Riazor
- Un piso de tres habitaciones en O Ventorrillo se vende por 140.000 euros
- ‘Punto negro’ de multas en el nuevo San Andrés
- Encuentran desorientado en Zamora a un vecino de A Coruña que llevaba cuatro días desaparecido
- Ni Combarro ni Allariz: este es el pueblo medieval que tienes que visitar en Galicia