0-4 | El Deportivo naufraga ante un Mirandés excepcional

Resumen, goles y highlights del Dépor 0-4 Mirandés de la jornada 21 de LaLiga Hypermotion

Xane Silveira

Xane Silveira

El Deportivo sucumbió ante un Mirandés sobresaliente que todo lo hizo bien. Después de un inicio de partido igualado, el cuadro coruñés se deshizo en un manojo de nervios e impotencia que aprovechó el equipo jabato. Urko Izeta abrió la veda. Una cacería salvaje. El cuadro coruñés fue borrado del mapa y acabó con diez jugadores tras la expulsión de Diego Villares.

Blanquiazules y jabatos regalaron una exhibición táctica durante media hora que quedó interrumpida por una crisis de la que los coruñeses no se supieron levantar después de que Fuentes Molina señalase los once metros. Joel Roca, quien terminaría por poner patas arriba Riazor, encontró un hueco en la defensa local para sacar un disparo que impactó en las manos de Mario Soriano. No lo dudó el colegiado valenciano y Urko Izeta fue el encargado de ejecutar la pena máxima. Helton Leite acertó la dirección del balón, que entró llorando con un toque de fortuna. Aquello cambió el duelo.

Deportivo - Mirandés

Deportivo - Mirandés / Carlos Pardellas

Hasta el momento la igualdad había sido máxima entre ambas escuadras. Como una función pactada previamente, Dépor y Mirandés replicaron sus planes y chocaron fuerzas hasta que una parte se electrocutó. Gilsanz, que recuperó a Lucas y Obrador para un once con solo dos cambios respecto al equipo que ganó al Castellón, apostó por una presión alta a la que Alessio Lisci respondió con otra igual de avanzada y agresiva. Así, a un lado, Gorrotxategi pasaba de área a área con la agilidad de un acróbata que domina la escena. En la batalla de pizarras, el ex de la Real Sociedad iba un paso por delante del resto. 

El Dépor aceptó el duelo, los emparejamientos y las persecuciones. Durante media hora miró a los ojos a la revelación de la categoría, impecable en todas las fases del juego. Tan humilde como trabajada, el Mirandés presentó en Riazor sus mejores galas, sus mejores gestos. Martínez y Helton volvieron a buscar en largo a Barbero, como viene siendo habitual en las últimas semanas cuando los primeros pases se atascan, aunque el conjunto local sumó también combinaciones en corto. A los 20 minutos, Yeremay envió un disparo demasiado alto precedido de una disputa que ganó Barbero. Era la más clara tras un par de acercamientos jabatos y un disparo a balón parado de Lucas que no encontró portería. Poco después, Joel Roca dio el primer susto de cabeza.

Fue un aviso de que el partido se empezaba a romper. Respondió Obrador con un centro que no encontró rematador. Y después, Mella, tras caracolear de derecha al centro y sacar un disparo centrado. Pero, en el minuto 34, el penalti quebrantó al equipo. El Dépor se quedó en shock y los de Anduva lo aprovecharon. Minutos después del tanto de Izeta, un centro de Hugo Rincón sin gran peligro derivó en el segundo. Pablo Vázquez despejó hacia su propia área y el Mirandés conectó hasta tres contactos dentro de la caja grande. Reina, Izeta y, finalmente, Joel Roca. El joven cedido por el Girona cazó un zurriagazo imposible para Helton. 0-2 y el Dépor a la lona.

El paso por los vestuarios debería haber servido para vivir un importante lavado de mentalidad tras un final de primer tiempo en el que el conjunto coruñés mezcló nervios e impotencia. Pero la realidad fue muy distinta. El cuadro coruñés saltó al segundo tiempo precipitado, descoordinado y sin un plan más claro que buscar en largo a sus jugadores de ataque. El Mirandés se aprovechó del caos coruñés, que lo quería todo y no llegó a nada. 

Con las prisas de anotar el segundo antes que el primero, el equipo jabato encontró el tercero. La línea defensiva blanquiazul se descoordinó con un balón suelto en el centro del campo y con demasiado espacio que abarcar. Izeta rompió a la espalda de Pablo Martínez y se midió con Vázquez, que quebraba la línea. En el mano a mano el ariete guipuzcoano no erró ante un Helton que nada pudo hacer. 

El tercero dejó perplejo a Riazor y hundido al Dépor, que intentó tirar de orgullo en un día que se pondría todavía más complicado unos minutos más tarde. Hugo Rincón ganó línea de fondo y sacó un centro que tocó en el central galo, quien había llegado a la ayuda tras la subida del carrilero rival. Urko Izeta, medido por Pablo Vázquez en el área, se anticipó para rematar con la espinilla y superar a Helton. Al Mirandés le salía todo en ataque. Atrás, una máquina perfectamente engrasada. 

El partido murió paulatinamente, condicionado por la extraña expulsión de Diego Villares. Tras una disputa que Fuentes Molina señaló en falta, el colegiado fue señalado por López Toca, quien advirtió de la altura de la plancha del centrocampista. Su pie iba de arriba hacia abajo e impactó en el gemelo del rival. Tras revisar la acción en el VAR, Fuentes Molina expulsó al pulpo. Con diez, el objetivo fue hacer correr el tiempo y marcharse pronto a casa.

El Dépor cerró el año de la peor forma posible. Con una derrota tan cruda como real. Lección de un Mirandés excelente que rozó la perfección y se irá al parón en puestos de ascenso directo. La alegría de Castellón servirá de poco en unas navidades que se harán largas. Carbón para todos.

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