Manu Berrocal vuelve a empezar en Castellón: "En el Dépor me pidieron perdón"

Manu Berrocal (Sada, 2005) fue uno de los canteranos más prometedores del Deportivo. El lateral izquierdo del primer equipo parecía reservado para un joven que aterrizó en Abegondo en edad benjamín y que durante varias temporadas compartió banda en las categorías inferiores con David Mella. Algo, sin embargo, se torció la campaña pasada con su salto al Fabril todavía en su último año como juvenil. Ahora busca relanzar su carrera en el filial del Castellón, en Tercera RFEF, después de una década en el Dépor. «He recuperado mi nivel, las buenas sensaciones y la confianza en mí mismo», afirma sobre su nueva etapa.

Hace aproximadamente un año Manu Berrocal se entrenaba con la primera plantilla a las órdenes de Imanol Idiakez tras la victoria del equipo ante la Ponferradina. Fue una de las pequeñas alegrías para él durante un curso amargo en el que apenas tuvo protagonismo en el Fabril a las órdenes de Óscar Gilsanz. Todavía hoy no encuentra una explicación a lo que sucedió con su salto al filial después de destacar en las categorías inferiores.

«Realmente no puedo decir qué pasó porque no lo entiendo del todo», lamenta. «No llegó la oportunidad por parte del entrenador, no me veía, pero no creo que nadie pueda decir nada malo de mí, siempre di lo máximo en los entrenamientos. A día de hoy no le encuentro sentido. Ojalá supiera el motivo y poder decir: ‘Fue por esto’. Pero no lo sé realmente», añade sobre su misterioso estancamiento la temporada pasada en el Fabril.

Manu Berrocal, el lateral predestinado a jugar en Riazor

Manu Berrocal había sido hasta ese momento una de las más firmes promesas del vivero de Abegondo y fue uno de los últimos jugadores de la cantera convocados por la selección española sub 18, pero su proyección se cortó de golpe. Era consciente de que con el salto al filial tenía por delante una dura competencia en el lateral izquierdo por la presencia de Iano Simão, ahora cedido en el Arenteiro. «Sabía que iba a contar con muy pocos minutos porque estaba un jugador muy bueno en mi posición, pero contaba con ir ganando confianza poco a poco. Él sube en invierno al primer equipo, cuentas con la oportunidad y resulta que se le da antes al que viene de fuera que a ti. Es duro», recuerda sobre el fichaje de Baladía.

En lugar de mejorar con la promoción de Iano a la primera plantilla, la situación de Berrocal empeoró hasta el punto de que se hizo complicada de sobrellevar «mentalmente». «Si no llega a ser por la gente cercana a mí, familiares, amigos, pareja... no habría sido posible. Hubo momentos de la temporada muy duros», reconoce.

Con la llegada del verano, el canterano decidió sentarse con el club para buscar una solución. Rescindió el año de contrato que le quedaba y puso punto y final a más de una década en Abegondo —había llegado en 2013— para probar suerte en otro lugar. «Era lo mejor para mí, pensaba que mi etapa allí había terminado. Rescindimos contrato de mutuo acuerdo y el club me pidió perdón al final de temporada porque creían las cosas no se habían hecho de la mejor forma posible», desvela.

Aunque la suya no es una historia con final feliz en la cantera, el joven defensa sí cree que en esta etapa reciente en el club se ha producido un cambio de visión con respecto a los jugadores formados en sus categorías inferiores. «Estos últimos años sí que se ha visto una apuesta real, están los casos de Yeremay, de Mella, de Barcia... Gente que venía de abajo y que están en el primer equipo y además siendo importantes», subraya.

Atrás quedan más de diez años en el Deportivo, pero el canterano prefiere centrarse en una nueva etapa sin mirar al pasado. «El Castellón quiso darme la confianza después de un año difícil. Estoy muy agradecido por eso», afirma. «Me han ayudado muchísimo para recuperar mis buenas sensaciones. Estoy muy contento», subraya Berrocal.