0-0 | El Fabril resiste con uno menos más de una hora y salva un punto en casa

El Fabril salvó un empate ante el Valladolid Promesas (0-0) tras aguantar más de una hora de juego con un futbolista menos. La expulsión del central Aarón Sánchez en el primer tiempo condicionó el encuentro, pero entonces emergió la figura de un salvador Alberto Sánchez respaldado por un excelente ejercicio defensivo por parte de todo el filial blanquiazul.

Tras una serie de malos resultados, el equipo de Manuel Pablo se jugaba mucho en Abegondo. Con una liga tan apretada, el Fabril necesita sacar lo máximo de sus encuentros como local, pero ayer el encuentro se empezó a torcer pronto. Los locales entraron fríos al primer tiempo con un once en el que se cayeron Carreira y Kevin Sánchez, este último citado con el primer equipo. El técnico canario buscó en Manu Ferreiro la figura del 10 que le falta tras las lesiones de Noé y Luisao.

Sin embargo, el encuentro, sin mucho ritmo ni profundidad, estaba más cerca de lo que buscaba el Valladolid Promesas, que contó con las mejores ocasiones, en especial en la primera mitad. Pero ante todas las acometidas, algunas muy claras, emergió la figura de Alberto Sánchez, que a los 17 minutos salvó el primer mano a mano ante Arnu. El meta se volvería a citar más veces con el delantero blanquivioleta, muy activo entre Marotías y Aarón.

Pero el encuentro se puso muy cuesta arriba cuando a la media hora de juego Aarón Sánchez fue expulsado. El zaguero frenó por detrás a Delgado, mediapunta rival, que ya encaraba a Alberto. El central derribó al atacante en la frontal, no hubo dudas, pues era el último hombre. Manuel Pablo sacó a Guerrero para meter a Damián Canedo y al Fabril le tocó restir durante más de una hora.

Al filo del descanso, de nuevo Alberto sacó un paradón a un disparo a bocajarro de Arnu. El meta plasentino daba vida a su equipo. Manuel Pablo añadió en el descanso a Pablo García para adelantar a Mardones y sumar más trabajo defensivo. El plan de los blanquiazules era claro: sin balón, se juntó en un bloque muy sólido que intentaba no acularse demasiado y que requirieron de un trabajo muy coral. Con balón, si se podía, intentaban activar rápidamente a Bil Nsongo para tratar de rascar un gol que era prácticamente un milagro. El dominio del encuentro fue blanquivioleta, aunque sus ocasiones tardaron en llegar hasta el final del duelo.

Pese a la inferioridad numérica, el Fabril contó con dos buenas oportunidades que pusieron el miedo en el cuerpo al filial pucelano. Estuvieron cerca Marotías, en un libre directo desviado y, sobre todo, Mardones, con un remate franco de cabeza tras un córner.

Los minutos finales fueron de claro agobio. Debutó Mané, que acompañó a Germil para sumar piernas frescas . El Promesas se volcó con todo y buscó una y otra vez el área con centros laterales. Sergi Esteban y Verde rozaron el tanto en el descuento, pero el Fabril sobrevivió y en el último suspiro Alberto bloqueó el intento final del Valladolid, salvando así un punto que sabe a oro tras una hora con un jugador menos.