Entrevista |

Àlex Corredera: «Tenía el talento, pero no la perseverancia y la mentalidad necesaria para llegar al Dépor»

Ex del Fabril y del Tenerife, repasa su carrera y su actual momento en el Khimki ruso antes del cruce entre dos de sus exequipos

Àlex Corredera durante un entrenamiento

Àlex Corredera durante un entrenamiento / Khimki

Xane Silveira

Xane Silveira

Àlex Corredera (Sant Joan de les Abadesses, 1996) busca en el Khimki hacerse un hueco después de cambiar Tenerife por Moscú en septiembre tras tres años y medio en las islas. Ex del Fabril, recuerda con cariño su paso por A Coruña, adonde llegó muy joven procedente de la cantera del Barcelona. Desde Turquía, en plena pretemporada invernal hasta que en marzo regrese la competición, hace balance de su paso por ambas escuadras.

¿Cómo ha llegado hasta el Khimki?

Uno de los motivos principales fue porque tuve al entrenador [Franc Artiga] en el Barcelona de pequeño. En verano aparecieron varias opciones y no se dio ninguna. Esta llegó con el mercado ya cerrado en España, al Tenerife le parecía viable la venta, lo hablamos y tomé la decisión de salir. Creía que era el momento, llevaba mucho tiempo, había sido feliz y había disfrutado mucho. Emprender un nuevo camino, en otro fútbol, en una Primera División, en una liga que además tiene mucho nivel.

Llegó con la temporada empezada. ¿Le ha costado adaptarse?

Totalmente. Han sido meses complicados porque yo llegué a mitad de septiembre, con ocho jornadas disputadas y el equipo había hecho ya tres meses de trabajo. Fue complicado porque el equipo ya tenía una estructura, unos jugadores… me costó entrar y adaptarme. A nivel vida lo he disfrutado menos. . Me fui con mi mujer embarazada casi de nueve meses. Volví para el nacimiento del peque. Hemos estado trampeando, viajando mucho en los parones de selecciones. Siempre que tenía libre salía de Moscú para ir hasta Barcelona o Tenerife, y son viajes largos con varias escalas.

Àlex Corredera durante un entrenamiento en Abegondo con el primer equipo; de fondo, Bruno Gama

Àlex Corredera durante un entrenamiento en Abegondo con el primer equipo; de fondo, Bruno Gama / LCO

¿Cómo lleva el idioma?

Tenemos un grupo bastante amplio de latinos y un español. Ahí no hay problema. En el día a día sí es cierto que tú llegas a la base, donde se junta el equipo, y tenemos desayunos, comidas y una habitación para descansar o concentrarse. El míster habla español o inglés y los traductores lo van cambiando al ruso. El lenguaje del fútbol es fácil, te acabas entendiendo, pero lo más complicado es entre jugadores. En el campo no hay traductor y estás un poco más a la deriva, además son jugadores con bastante carácter. Intentamos remar todos en la misma dirección para salvar la categoría.

¿Ha sufrido ya el frío? ¿Cómo lo hacen para entrenar?

Es verdad que el frío fuerte en Moscú lo tocamos dos o tres semanas, sobre todo antes del parón. Pero cuando te toca entrenar a -5 grados, o nevando, sueles hacer todo lo que puedes dentro. Y cuando sales fuera las tareas muy dinámicas. En España puedes estar en el campo más de una hora y media. Aquí no, entrenamientos como mucho de una hora y si hace mucho frío de 45 o 35 minutos. Lo justo para trabajar.

"En España puedes estar en el campo más de una hora y media. Aquí no, entrenamientos como mucho de una hora y si hace mucho frío de 45 o 35 minutos. Lo justo para trabajar"

Àlex Corredera

Llegó al Dépor de la mano de Albert Gil. ¿Que recuerda de su paso?

Fue mi primera experiencia lejos de mi familia y lo recuerdo con muchísimo cariño. En aquel momento el Dépor estaba en Primera y el Fabril peleaba por ascender a Segunda División B. No tuve la oportunidad. Yo era muy joven, tenía el talento, pero no sé si tuve la perseverancia que hay que tener y la mentalidad que se necesita par allegar. Además, no es tarea fácil con el equipo en Primera. Me quedó la espinita, ahora que ya sabes cómo funciona el fútbol y entiendes muchas cosas que cuando eres joven crees que sabes, pero en realidad no. Me queda esa espina de no haber podido hacer más por jugar y debutar. Pero sí tengo un cariño enrome al club y a la ciudad. Es un equipo especial. Tiene ese aura y lo sigue manteniendo. Es un sitio exigente que querrá pelear por más cosas pronto. El club así lo ha valido siempre. Pero es normal esa exigencia y entendible. También es recíproco por el cariño que recibes y por cómo se vuelca la gente. Es un sitio donde la gente es del Deportivo de verdad y no de boquita. Es un sitio que me encantó. Tengo un gran cariño y un gran recuerdo. 

¿Qué cosas cree que podría haber hecho mejor?

Es algo que le pasa a muchos jóvenes. Sales de una cantera muy importante y crees que mereces mucho más de lo que tienes, que tienes muchísimo fútbol, y sí, es cierto, lo tienes, pero al final el embudo del fútbol es muy pequeño y hacen falta muchísimas cosas para llegar. Hace falta muchísimo trabajo, no vale con un partido bueno, no vale con una semana buena o creerse bueno. Tienes que competir muy bien y muchas veces el talento joven no entiende eso o no es perseverante en eso. Creo que dejé muchas muestras de mi talento pero no fui suficientemente constante y perseverante. 

¿Alguna vez hubo opción de regresar? ¿Esa ventana todavía está abierta para el Dépor?

En los últimos años no ha habido ningún contacto que yo sepa. Obviamente es un club enorme, al que le tengo un cariño muy grande. ¿Por qué no? Ya se verá. Si tiene que ser, será. En A Coruña fui muy feliz.

"Sales de una cantera muy importante y crees que mereces mucho más de lo que tienes, que tienes muchísimo fútbol, y sí, es cierto, lo tienes, pero al final el embudo del fútbol es muy pequeño y hacen falta muchísimas cosas para llegar"

Con el Tenerife cumplió 118 partidos. Ya desde la distancia, ¿cómo ve la situación que viven?

Es muy duro. Le tengo un cariño enorme al Tenerife. Ha sido mi casa durante tres años y medio. Estuvimos a punto de tocar el cielo subiendo a primera División. Jugué un montón de partidos y me sentí súper identificado con el club, con la isla… renové con el objetivo de estar mucho tiempo. Allí conocí a la madre de mi hijo, que es tinerfeño. ¿Cómo lo voy a vivir? Con esta pena y con ganas de que salga bien. Pero es complicado. Cuando estás abajo y en un sitio así que es exigente no es fácil darle la vuelta a las situaciones. He estado ahí, los quiero muchísimo y veo que sufren. Hasta el final se puede. En Segunda se han visto cosas increíbles. Hasta que haya vida hay esperanza y eso pasa por encadenar dos o tres victorias. Lo último que va a hacer el equipo es rendirse.

Tracking Pixel Contents