Yeremay y Carracedo, duelo de rebeldes en Riazor

Dicen los nostálgicos que el fútbol ha perdido la esencia de la calle. Que ya no se regatea tanto como antes. También que los entrenadores han acotado las funciones de los futbolistas hasta el punto que por el camino ha desaparecido el talento natural individual. Quizá tengan razón. Aunque, en Segunda División, hay dos jugadores cuyo estilo traslada al aficionado al parque en un suspiro. Yeremay Hernández y Cristian Carracedo son los reyes del regate y este viernes (21.00, Riazor) se verán las caras. Son los dos futbolistas que más han bailado a sus rivales tras 29 jornadas en la categoría de plata.

Deportivo y Córdoba guardan muchas historias en común. Hace dos temporadas se vieron las caras en Primera RFEF cuando ambos eran contendientes al ascenso, pero necesitaron un curso más para regresar a Segunda División. El peso del novato ha contrastado con la masa social de dos entidades que aspiran a volver a la élite en el futuro. Son, además, dos escuadras que también han compartido trazas de su fútbol, aunque en los últimos meses Gilsanz ha variado la fórmula mientras que Iván Ania la ha reforzado.

Los ojos de los espectadores estarán pendientes de dos figuras muy relevantes en cada escuadra. Yeremay Hernández es el líder indiscutible del regate en Segunda. El canario ha intentado 180 regates esta temporada, completando de manera exitosa 90 de ellos. Un 50% de efectividad que le sitúa, actualmente, con una media de 3.5 regates por partido.

Por detrás le persigue el futbolista nacido en L’Hospitalet de Llobregat . Suma 68 regates satisfactorios después de 115 intentos (Gerard Valentín lleva 116, pero exitosos 52). Promedia 2.4 por duelo. El extremo diestro del Córdoba juega habitualmente en banda derecha, desde donde genera especial peligro por su velocidad de conducción y su capacidad para asistir desde la cal. Es el futbolista que más balones centra (203), de los cuales 48 encontraron rematador, según datos de Sofascore y Wyscout.

El extremo catalán suma tres goles y siete asistencias esta temporada. Yeremay, por su parte, nueve tantos y tres pases de gol. Cada uno en su estilo, son dos piezas clave para sus respectivos equipos. El del Córdoba, no obstante, llega tras tres partidos sin ser titular. Cumplió sanción por acumulación de tarjetas amarillas contra el Tenerife y entró desde el banquillo ante el Racing de Ferrol y contra el Granada. En su último partido, en el que su equipo ganó 5-0, anotó un gol y dio una asistencia. Su celebración generó polémica ya que se llevó la mano a la boca para mandar callar. «No ha sido ni para cuerpo técnico, ni afición, ni compañeros. La gente para la que fue se dará por aludida. Quería aclararlo porque estoy muy feliz en el Córdoba», recalcó en Cope posteriormente. La lesión de su compañero Adilson podría abrirle de nuevo las puertas a la titularidad en Riazor.

El viernes se vivirá un partido emocionante y abierto entre dos equipos ofensivos. A un lado estará el canario y al otro el catalán, los dos rebeldes que se niegan a dar la razón a aquellos que no confían en el fútbol de la calle.