Entrevista | Ex entrenador del Fabril y técnico del Compostela, rival este miércoles del filial coruñés

Luisito: «Mellita es como un hijo, sabía que llegaría, pero el mérito de Yeremay es incalculable»

Pocos entrenadores conocen mejor el fútbol gallego que José Luis Míguez Iglesias, Luisito (Teo, 1966). Ex del Fabril, aborda uno de los retos más complicados y bonitos tras coger al Compostela, el club de su vida. Este miércoles recibe al filial coruñés y recuerda cómo las promesas que ahora son realidad ya hacían ruido

Luisito, técnico del Compostela, el día de su presentación en el Vero Boquete. |  ECG

Luisito, técnico del Compostela, el día de su presentación en el Vero Boquete. | ECG

Xane Silveira

Xane Silveira

A Coruña

¿Necesitó mucho tiempo para pensar la llamada del Compostela?

No. Todo el mundo que me conoce sabe que el equipo de mi vida fue el Compostela. Estuve diez años, gran parte de lo que soy se lo debo al club. Me hacía una ilusión tremenda. Voy a pelear hasta el último momento. ¿Está difícil? Por supuesto. Pero imposible no. Quedan 24 puntos para nosotros, 21 para otros. Eso da para mucho.

¿Dónde sitúa este reto en su carrera? Tienen poco margen.

No soy tonto, sé que de nueve puntos hicimos uno, pero si analizas los partidos, el equipo en cuanto a juego, ritmo e intensidad, mejoró. Pero contar esto, si no ganas, es una milonga. Espero que los futbolistas tengan el premio del esfuerzo porque están entrenando muy bien.

Estuvo temporada y media en el Fabril. ¿Cómo lo recuerda?

Al Dépor le tengo un cariño enorme. Todo el mundo sabe lo que pasó. Estoy agradecido a Tino y a Carmelo que fueron los que me llevaron. Me sirvió para ver lo que yo intuía y pensaba que era un filial de un equipo tan poderoso como el Deportivo.

Entonces su segundo entrenador era Manuel Pablo.

Me alegro una barbaridad que le dieran la oportunidad en el filial porque hay muy pocos de su categoría. Un tío internacional, una persona que lo fue todo, con una proyección de ser el mejor lateral de Europa hasta su lesión. Como persona es un diez. No es nada interesado. Es un ejemplo para todos los entrenadores de cantera. No mira para él, solo para el club. Entrena, se preocupaba por aprender y los chicos.

Imagen

La Pelota no se mancha

Una mirada pausada, un repaso a la semana en clave Deportivo y deporte coruñés

Me apunto

¿Le ha sorprendido Villares?

Diego estaba en el Villalbés cedido. Yo lo conocía ya mucho, quería firmarlo para el Pontevedra. Yo hablé con Carmelo y con Becerra, pero el chaval estaba cedido. A mí me gustaba mucho y yo me alegro por él. No me sorprende. Si de mí dependiera, iba a estar. Cuando yo llegué, lo mandaron para el Racing. No es un diez en nada, pero es un 7 en casi todo y eso se valora mucho.

¿Sigue en contacto con Mujaid?

Sí, nos escribimos bastantes veces. Cuando yo llegué, a ese chico no lo querían. Estaba apartado. Me dijeron que hiciera lo que yo viera. Poco a poco, mira. Conmigo debutó ante el filial de Las Palmas. No entendía nada. Era estratosférico. Yo decía: ‘lo metes en 200 metros vallas y es campeón de Europa’, porque era un atleta descomunal. Era un niño travieso, pero fui capaz de traerlo hacia mí y hacerle ver que estaba equivocado. Y mira dónde está, yo me alegro una barbaridad.

¿En su momento se hablaba ya de las generaciones que ahora han irrumpido en el primer equipo?

Mellita es casi como un hijo mío. Lo conozco desde que nació y me alegro mucho. Ahí había generaciones muy buenas. Hay que ponerlos. Si no lo haces, no van para arriba. El Dépor está haciendo cosas buenas. El ejemplo más grande para los niños es Yeremay. Yo sabía fijo que David iba a llegar porque lo conozco. Pero Yeremay tuvo muchísimas dificultades para llegar a donde llegó porque tuvo muchos problemas en la vida. Tiene un mérito incalculable. Tuvo la capacidad de rearmarse y volver a ser estratosférico. Muchos jugadores se pierden por el camino, pero él se dio cuenta que por ahí no iba y fue capaz de dar un cambio a su vida. Ahora mira qué jugador es. Es muy difícil siendo tan joven.

Tracking Pixel Contents