Óscar Gilsanz: «La expulsión condiciona el partido, no se puede reprochar nada al equipo»

Óscar Gilsanz en la banda de Riazor. |  Casteleiro/Roller Agencia

Óscar Gilsanz en la banda de Riazor. | Casteleiro/Roller Agencia

REDACCIÓN

A Coruña

«Un punto puede parecer poco, pero los jugadores se vaciaron y no se les puede reprochar nada». Óscar Gilsanz valora de ese modo el empate del Deportivo frente al Cartagena. Su equipo se quedó con un hombre menos a los cinco minutos, tras la expulsión de Ximo Navarro. El entrenador blanquiazul reconoce que el lateral deportivista «eleva la pierna» a la altura del hombro de su rival, pero considera que es más «mala suerte» que «brusquedad» del andaluz. «Puede que sea expulsión, pero en el minuto cinco y siendo una acción involuntaria, condiciona totalmente el partido», lamenta el técnico.

Los diez futbolistas restantes tuvieron que hacer un esfuerzo extra para suplir la ausencia de Navarro. «Los jugadores estaban fundidos en el vestuario», confiesa Gilsanz, que recalca el mérito de los suyos durante los 90 minutos restante: «Hay que valorar más el trabajo que el punto, porque se lo han dejado todo. Jugar con uno menos se nota mucho, sobre todo en los kilómetros que hay que recorrer. Llegamos al final del partido mejor que el rival».

El Cartagena se adelantó hasta en dos ocasiones en el marcador, pero el equipo coruñés logró igualar en ambas oportunidades. Gilsanz admitió que el combinado murciano llegó a Riazor «con una racha negativa», pero se mostró satisfecho porque su equipo «se repuso bien» a todas las adversidades que tuvo que afrontar. «Estuvimos cerca de hacer el 3-2 al final, hubiera sido un premio para acabar», admitió.

Riazor sigue siendo territorio infértil para el Dépor este curso. El conjunto blanquiazul solo ha ganado cuatro encuentros en casa en lo que va de campaña. El técnico prefirió no hablar de meigas y achachar el problema a algo más humano, al aspecto emocional. «Parece que siempre nos pasa algo, pero debemos estar preparados para todo», indica el de Betanzos. Gilsanz reconoce que la grada los «llevó a remontar», aunque también comprende que haya deportivistas insatisfechos con el punto: «Por la racha del rival podía parecer propicio [el triunfo], pero en el fútbol eso no existe, porque los partidos se pueden torcer y hay que remar mucho para puntuar».

El técnico resalta el papel de Diego Villares, reconvertido a lateral izquierdo tras la expulsión de Ximo y autor del primer tanto: «Hizo un buen partido y un buen gol, siempre se adapta a las circunstancias». También explicó que la suplencia de David Mella se debió a que tuvo «molestias» durante la semana y que «él quería jugar», pero el staff y los servicios médicos prefirieron «cuidarlo». Diego Gómez entró en el once en su lugar: «Está preparado para ser titular. Con la expulsión varió su rol, pero hizo un buen trabajo».

Fue su vigésimo partido en el banquillo del Deportivo, con un balance de 8 triunfos, 8 empates y 4 derrotas: «Hubiese preferido más victorias, pero habría firmado perder solo 4 partidos».

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