Deportivo
Remeseiro: «No todos llegan, si pierdes el tiempo con esa presión se acaba tu carrera»
El Bergantiños llegará a Abegondo tras seis victorias y un empate

Marcos Remeseiro / Bergantiños

Marcos Remeseiro (A Coruña, 1993) se reencontrará con el Fabril tras una década del frustrado ascenso a Segunda B, en el que fue una de las figuras dentro de un equipo lleno de talento. Con el Bergantiños, donde cumple seis temporadas, aspira a asaltar la plaza blanquiazul de ‘play off’ de ascenso.
¿Cómo se pasa de una racha mala a una tan buena?
Yo sabía que no era normal perder cinco partidos seguidos. No estábamos haciendo las cosas tan mal. El cambio pasaba por ganar un partido. Lo difícil era salir de una dinámica mala. En cuanto sales y ganas el partido, ahí cambia todo. Lo que tampoco pensaba es que echaríamos tanto ganando.
¿Los años dan más tranquilidad en momentos malos y en otros tan buenos?
La experiencia está claro que se nota. Lo sufro igualmente, pero intento llevarlo y transmitirle al grupo un poco de tranquilidad porque es necesaria. Si te vuelves loco haces las cosas peor. En una dinámica mala, todo lo que puedas aportar ayuda mucho.
¿La categoría, con tantos descensos y el play off de ascenso, da mucho dolor de cabeza?
Tiene su parte buena porque siempre compites por algo. Pero el tema de poner cinco descensos y el sexto de playo ut me parece una barbaridad. Pueden descender seis de 18, es una barbaridad. Tiene lo bueno de que estás casi todo el año compitiendo. Pero esa parte mala de que si te despistas lo pagas.
¿Qué se juega ahora el Bergantiños? Tienen el play off muy cerca.
Nosotros somos conscientes de que al 98% por decir algo estamos salvados. Lógicamente competimos por jugar la Copa del Rey y el play off. Es lo que queremos. Ahora no tenemos presión, simplemente a disfrutar, pero somos ambiciosos. Hemos conseguido el objetivo salvo debacle, miramos para arriba.
"Ahora no tenemos presión, simplemente a disfrutar, pero somos ambiciosos. Hemos conseguido el objetivo salvo debacle, miramos para arriba"
Regresa a Abegondo. ¿Le genera nostalgia?
Me encanta volver. Estuve muy a gusto. Cada vez queda menos gente de aquellos años, pero le tengo mucho cariño. Siempre me vienen muchos recuerdos a la cabeza.
¿Qué recuerda de su equipo?
Creo que teníamos un equipazo, pero lo fuerte era el grupo. Éramos una piña. En los filiales a veces eso es difícil porque los chavales son muy buenos y suele haber bastante ego. Cuando eres capaz de encontrar un grupo que hace buen ambiente se nota. Es un año que guardo con mucho cariño, pero a la vez con pena, porque si hubiéramos ascendido muchos de los que nos fuimos nos hubiéramos quedado un poquito más.
¿Qué le faltó a aquel equipo para subir a Segunda División B?
Más allá de la vuelta, la gente no recuerda lo que nos pasó en la ida. El día antes, el avión que nos llevaba se estropeó. Tuvimos que ir a Vigo, pero no podíamos salir desde allí porque justo no había vuelo y tuvimos que ir a un aeropuerto de al lado. Nos dormimos a las dos o tres de la mañana y sin cenar. A las 12.00 teníamos que jugar a 40 grados. Lo mejor de todo aquello fue el resultado, que fue un 1-0. Me acuerdo además de cinco o seis jugadores que jugaron sin dormir un minuto porque no fueron capaces de coger el sueño.
¿Le sorprendió que algún compañero de aquel entonces no se asentara en el primer equipo?
Muchos tenían nivel para haber jugado más arriba, pero así es el fútbol, es una criba, no todos llegamos, es imposible. Róber, Cardoso, Sam… me hubiera gustado verlos triunfar en el Dépor porque creo que tenían nivel para tener la oportunidad. Pero pasa siempre.
Ahora han subido varios de golpe, algo poco habitual.
No, claro, pero habría que verlo cómo hubiera sido si el equipo estuviese en Primera. Yo el último año hice la pretemporada y entrenaba habitualmente con el primer equipo. Pero en la plantilla había 30 jugadores. Además, ese año no iban las cosas bien. Mella, Yeremay… tienen un nivel muy alto, pero les vino bien la situación.
¿El momento es clave?
Yo jugué contra el Málaga en Riazor en la ida de Copa. Cuando toca la vuelta tienes la ilusión de volver. Pero para que yo entrase igual tenía que dejar a 10 del primer equipo que estaban en condiciones y que no estaban jugando en Liga. Es muy complicado. El fútbol es un poquito de suerte también. Tienes que estar preparado, pero la suerte influye bastante.
Y dejar espacio para la cantera.
El club tiene que dejar hueco para que por los menos los jugadores puedan tener la oportunidad de demostrar si valen o no. Si no, de nada te vale. Ahora se ve que están invirtiendo, lo que está muy bien. También, yo soy el primero que cree que los canteranos se tienen que ganar esa oportunidad.
¿Del Fabril le ha impresionado algún jugador?
Kevin. Es un chico que compite muy bien. No es un jugador que solo quiera atacar, es muy completo. Hay otros como Guerrero, Alfaro… son todos muy buenos. Pero Kevin compite muy bien, que es muy importante. Nos ha pasado a todos, es bonito jugar en Abegondo o Riazor, pero cuando llegas a As Eiroas tienes que competir. Cuando vino Kevin lo hizo. Siempre se esfuerza y no deja pasar las oportunidades.
" Kevin compite muy bien, que es muy importante. Siempre se esfuerza y no deja pasar las oportunidades"
¿Qué consejo le darías a los chavales que están en ese camino?
Yo le doy mucha importancia a la cabeza. Tienes que trabajar lo máximo posible y luego tener la mentalidad para ser conscientes de que si te va bien no eres el mejor y no venirte abajo cuando las cosas van mal. Pero lo más importante es que disfruten. Uno saca su mejor rendimiento cuando lo hace. Hay que ser conscientes de que no todos van a llegar, si pierdes el tiempo con esa presión se te acaba la carrera. Lo importante es el camino y haberlo disfrutado.
Cumple seis años en el Bergantiños. ¿Qué ha provocado que se asiente así en un club?
Es un poco de todo. Yo cuando salgo del Compos tengo la oportunidad de venir aquí. De volver a estar cerca de casa. Ese año empecé a trabajar [en una gestoría familiar]. He estado muy bien desde que llegué, quitando el primer año que fue complicado con el tema del Covid. En Tercera era puntero, en Segunda RFEF quitando el año del descenso fue bien. Dentro de que no era un club profesional, te paga al día, te pone medios… me he encontrado a gusto. Nunca me cerré a volver a salir de Galicia, pero mi intención era quedarme aquí. Le he cogido cariño al club, me he sentido siempre valorado, y no he visto nunca la necesidad. Pensé serían un año o dos, pero sigo muy feliz.
¿Ha habido algún jugador que le sorprendiese de manera especial?
Sin contar al Dépor de Primera, yo jugué con Lucas Vázquez, que tiene un año más que yo. Era delantero centro, te podía meter cinco o seis goles por partido. Lo veías y decías: ‘este tío es otra cosa’. Era una auténtica barbaridad. Creo que ha sido lo que más me ha impactado.
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