Fútbol | Deportivo

El Deportivo: primero, la salvación; después, el entrenador

Tomará decisiones y se moverá de manera definitiva cuando certifique su permanencia un año más en Segunda | El club valora el trabajo y la trayectoria de Gilsanz | La renovación de Ximo perfila la planificación interna

Óscar Gilsanz atiende a una pregunta en el día de su presentación como entrenador del primer equipo hasta final de temporada. |  I. L.

Óscar Gilsanz atiende a una pregunta en el día de su presentación como entrenador del primer equipo hasta final de temporada. | I. L.

Carlos Miranda

Carlos Miranda

A Coruña

La renovación de Ximo Navarro ha dejado al Deportivo con gran parte de los deberes hechos en la planificación deportiva interna de la próxima temporada. Ya llegará el momento de gestionar las salidas y los fichajes para la campaña 2025-26 y de lidiar con un verano que se aguarda movido en torno a Yeremay Hernández. Pero, en realidad, la Dirección de Fútbol tiene gran parte de las tareas resueltas, la columna vertebral está atada más allá del 30 de junio. Solo falta por saber quién será el ocupante del banquillo del primer equipo. Gilsanz oposita a prolongar su estancia en el cargo con su trayectoria desde el mes de noviembre, aunque aún no sea el momento de dar pasos decisivos, a juicio del club coruñés. Lo primero es la permanencia en Segunda División, después de llegará el momento de afrontar movimientos estratégicos.

Los nueve puntos que tiene de ventaja con los equipos en descenso y la cercanía de esa barrera de los 50 puntos hacen pensar que el club coruñés está virtualmente salvado. No es ni mucho menos un objetivo menor, aunque ahora el grupo esté más cerca el play off de ascenso a Primera División en puntos que de la zona de la quema. Aun así, desde la entidad no se quiere dejar nada al azar y desean trabajar en el entrenador sobre seguridades, que una mala racha no convierta una decisión en precipitada o que un paso en falso innecesario suponga un coste para el Deportivo, ya sea económico o de otro tipo de desgaste.

Óscar Gilsanz ha llevado al Deportivo a ser uno de los mejores equipos de Segunda desde que se sentó en el banquillo. En el club se valora su trabajo, la trayectoria del equipo, ese buen rumbo firme hacia el objetivo y el progreso evidente del grupo en aspectos del juego y del trabajo. Es una opción que pueda continuar. El entrenador de Betanzos ya ha mostrado de manera pública su predisposición total para estampar su firma en una nueva vinculación, aunque él ha reconocido que en su carrera deportiva siempre ha negociado con objetivos cumplidos y que no le incomoda en exceso la incertidumbre de las últimas semanas y la que aún le acompañará durante un tiempo. Acepta las circunstancias. En el Deportivo entienden que esa sintonía reafirma la idea de no precipitar los acontecimientos.

El club coruñés, en ese sentido, gana cintura respecto a otras temporadas en las que estaba atado a un contrato en el banquillo. Idiakez tenía asegurada la continuidad tras el ascenso y nada varió en la apuesta hasta que se precipitaron los acontecimientos en noviembre. Algo parecido ocurrió un año antes, cuando Rubén de la Barrera no pudo ascender al equipo en Castellón, pero tenía atado su continuidad. El Dépor decidió cortar por lo sano y entregarle una carta de despido. Este verano, en cambio, tiene las manos libres para tomar decisiones sin el condicionante de ningún contrato.

Sería histórico

Si Óscar Gilsanz fuese finalmente el elegido y ampliase su contrato con el Deportivo al menos hasta 2026, atravesaría un umbral imposible en décadas que le emparentaría con Arsenio Iglesias. Sería el primer técnico de la casa, desde que lo hiciera el arteixán en la Navidad de 1970, que sube al primer equipo, acaba la temporada y sigue más allá del 30 de junio. Más de uno fue solución de emergencia en todo ese tiempo, como José Manuel Corral o el propio Luis Rodríguez Vaz, entre otros, pero acabaron teniendo una fecha de caducidad cercana, como mucho hasta el final de la temporada en la que asumieron sus cargos de urgencia. Pronto llegará el momento de tomar decisiones y de moverse en el banquillo del Dépor, solo hay que esperar.

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