Jesús Ares: «Siempre había rifirrafes sanos por haber cambiado del Celta al Dépor»

Los caminos en la carrera de un futbolista no siempre tienen líneas rectas. El de Jesús Ares, desde luego, no las ha tenido en los últimos años. El atacante nacido en Boiro se formó en la cantera del Celta hasta llegar al juvenil A. Durante años se enfrentó en cada derbi a una la camada de Diego Gómez, Rubén López, Mario Nájera o Jairo Noriega. Sin hueco para subir al Celta B, cambió el celeste por el blanquiazul para contribuir, a las órdenes de Óscar Gilsanz, al ascenso del Fabril a Segunda RFEF en 2023. Él se quedó en Tercera, en las filas de la UD Ourense, antes de dar el salto definitivo esta temporada, en las filas del Salamanca UDS. Este sábado (17.00 horas), Ares vuelve a Abegondo para recordar que lo importante es labrarse un camino, sin importar las curvas que tenga.

«Ir al Fabril me ayudó a abrirme nuevas metas y a quemar etapas como futbolista», reconoce Jesús Ares a pocos días de enfrentarse al filial deportivista. Él integró en el Celta la generación de Miguel Rodríguez, Hugo Sotelo, Hugo Álvarez o Damián Rodríguez. Su ascenso se truncó en el juvenil. Sin opción de subir al Celta B o al Gran Peña. «Dejé la rivalidad en un segundo plano e intenté buscar nuevos retos que cumplir. El Dépor me los ofreció y no tuve ninguna duda», defiende.

Ares desembarcó en un Fabril que «estaba hecho para ascender» a Segunda RFEF. Compartió vestuario con Mella, Barcia, Brais Val, Nájera, Jairo y muchos otros. A algunos ya los conocía de categorías inferiores. «Jugué demasiadas veces contra ellos», recuerda con una sonrisa. Valora con cariño cómo le acogieron. «Siempre había rifirrafes sanos por haber cambiado del Celta al Dépor. Para mí fueron un gran apoyo para mejorar como persona y como futbolista», reconoce Jesús Ares.

El boirense tuvo que asumir un rol secundario. «Yo jugaba de extremo y mis rivales por el puesto eran Diego Gómez y Tim Caroutas», rememora, consciente del nivel que ya demostraban ambos. Ahora dice sentirse orgulloso por ver a varios de aquellos compañeros con los que logró el ascenso a Segunda RFEF brillar con el primer equipo en la categoría de plata. El denominador común fue Óscar Gilsanz. «Con él aprendí a enfocarme hacia delante, a ir más al espacio y a explotar mis cualidades», explica.

La aventura en Abegondo duro poco, tan solo un año. Tras el ascenso, se quedó en Tercera RFEF. Fichó por la UD Ourense, donde le marcó coincidir al final de la temporada pasada con el exdeportivista Borja Fernández, ahora técnico del club ourensán. Este año hizo las maletas hacia Salamanca para jugar en el Helmántico. «Jugar en este estadio es el mayor logro de mi carrera», asegura con orgullo. Con 22 años recién cumplidos, regresa a Abegondo, la primera parada de un camino en el mundo del fútbol que quizá no es recto, pero aún tiene pasos por recorrer. Los próximos pretende que sean a costa de un Fabril al que quieren rascarle puntos este sábado.

El Fabril se enfrenta a sus propios nervios

El Fabril afronta este sábado (17.00 horas) ante el Salamanca UDS la antepenúltima jornada de liga en Segunda RFEF. El filial blanquiazul está obligado a ganar para mantenerse firme en la quinta posición, que da acceso al play off de ascenso y que tanto codician sus inmediatos perseguidores. Manuel Pablo recupera para la causa a Kevin, Alfaro y Damián Canedo, mientras que suma las bajas por sanción de Marotías y Carreira, expulsado la semana pasada contra el Llanera.

«No nos podemos poner nerviosos», apremió el técnico canario en la previa del encuentro. El técnico de Fabril quiere mantener alta la confianza de su vestuario en un tramo final de liga exigente por la presión que ponen el Rayo Cantabria, el Langreo y el Bergantiños, contendientes a arrebatarle al filial deportivista la plaza de play off de ascenso. El Fabril depende de sí mismo para conservar los tres puntos de renta y afronta ante el Salamanca UDS, quizá, su duelo más complicado de los tres que le quedan. Luego llegarán los partidos contra Laredo, ya descendido, y Gimnástica de Torrelavega, que puede caer esta jornada.

El conjunto salmantino llega a Abegondo con entrenador nuevo, Jorge García tras una crisis de resultados que les ha empujado de la lucha por el ascenso a la del descenso. Tiene dos puntos de margen sobre el play out y tres sobre la quema. La semana pasada, el nuevo técnico se estrenó con una derrota contra el Pontevedra. Ahora, busca unos puntos balsámicos ante un Fabril que sin margen para ponerse nervioso.