2-1 | El Deportivo llega tarde a la remontada

El Deportivo se quedó a medias y sin botín ante un Racing de Santander que aprovechó lo poco que generó para castigar demasiado. El equipo de Gilsanz dio un paso al frente con los cambios, que sirvieron para revitalizar, pero el 1-2 de Genreau llegó sin casi tiempo para anotar el segundo. El cuadro coruñés se queda con 50 puntos, a 10 del Eldense y nueve del Granada.

El cuadro coruñés se quedó sin premio después de un partido valiente en el que fue a más con el paso de los minutos y terminó sometiendo a un Racing de Santander vivo en la pelea por el ascenso directo. Los pupilos de Gilsanz buscaron atraer en su área la presión racinguista para trazar un puente entre Helton y Barbero, justo como hace quince días le había salido bien en Anduva. Esta vez la conexión la interrumpieron Javi Castro y Mantilla, expeditivos en cada disputa.

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En el plan de partido de ambos equipos se coló un polémico gol que cambió el curso del encuentro demasiado rápido. A los 7 minutos, tras un tramo inicial de tanteo entre ambas escuadras, Javi Castro remachó un balón suelto en el área pequeña para transformar el 1-0. En la jugada, Orellana Cid pitó inicialmente falta de Pablo Rodríguez sobre Helton Leite, pero la intervención del VAR cambió la decisión. El colegiado, tras revisarla, decretó que no había nada punible y validó el gol. 1-0 y cambio de planes.

Al Dépor le costó reaccionar. Karrikaburu perdonó el segundo, pero poco a poco los blanquiazules, ayer de amarillo, se fueron rehaciendo. En frente, a diferencia del partido de ida, cuando el Racing sometió al último equipo de Idiakez, había más nerviosismo. Más miedo. Tensión que se podía aprovechar. Los de José Alberto doblaban refuerzos en cada jugada descendiendo, por momentos, a un bloque bajo y compacto con la misión de evitar que los coruñeses pudiesen correr.

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A balón parado se fue soltando el equipo de Gilsanz, que encontró en el crecimiento de Diego Gómez, la posición de Petxarroman y el arte de Yeremay las armas a las que agarrarse ante las dificultades para progresar con balón. En una banda diestra inédita ante las bajas de Ximo y Mella, dos indiscutibles, el de Amoeiro y el vasco se juntaron para combinar alturas y espacios. Unas veces era Diego el que se movía hacia dentro para recibir a la espalda de Vencedor; otras, el ex del Arenteiro permanecía pegado a la línea de cal para que Petxa se convirtiese en un interior más. Repitiendo, por momentos, la estructura que probó Gilsanz ante el Tenerife, José Ángel se metía entre centrales y por delante Mario Soriano, Villares y Petxarroman hacían una línea de tres para avanzar.

De un centro de Diego nació la primera clara para el Dépor. Un balón al segundo palo que Martínez, en fuera de juego, cedió para un remate alto de Villares. Poco después, el de Samarugo rompió al espacio con un desmarque marca de la casa. Cedió un pase de la muerte que Iván Barbero no remató bien. Y, poco después, Gómez y Mario combinaron para encontrar a Yeremay en la frontal. El equipo coruñés se había soltado.

Un error defensivo, sin embargo, desmaquilló al equipo cuando ya se había arreglado de nuevo. Vencedor filtró un pase entre Obrador y Pablo Martínez, descolocados, desajustados. Demasiado espacio entre ambos, muy sencillo para el pasador y para un Karrikaburu que aceptó el regalo. 2-0 y al descanso.

El Deportivo mantuvo la buena inercia con el inicio del segundo tiempo y el equipo dio un paso al frente con los cambios. Primero, Herrera (derecha) y Hugo Rama (mediapunta) en lugar de José Ángel y Diego Gómez. El cuadro coruñés ganó energía ante un Racing que, poco a poco, se achicó hasta despreocuparse de las labores ofensivas para centrarse en defender la renta cosechada.

Herrera, que apenas ha contado para Gilsanz, fue uno de los hombres clave para desatascar un encuentro en el que el Dépor se chocaba una y otra vez contra el muro defensivo plantado por los de José Alberto. En el lado opuesto, Yeremay tiraba de fantasía para avanzar en un encuentro al que solo le faltó el gol. De canario a canario llegaron las mejores ocasiones del partido. Primero, una de Barbero que disparó mordida y se fue a córner. Posteriormente, ya en el minuto 78, un gol anulado por fuera de juego de Eddahchouri que asistió a Yeremay. Y, poco después, el neerlandés, esta vez en posición correcta, erró un mano a mano ante Ezkain, que metió una mano prodigiosa para evitar el primero.

El gol llegó en el minuto 85. Demasiado tarde. Herrera filtró un pase magistral para Genreau, que reventó el balón al primer palo para batir a Ezkieta. El Dépor lo tuvo en su mano, pero desperdició el descuento con demasiados balones frontales que la zaga santanderina defendió sin problemas. A falta de un minuto, un error provocó un contragolpe en el que Genreau fue expulsado. El francés, frustrado, no se lo creía. Se perderá el próximo duelo.

El Deportivo se quedó con la boca seca y ganas de más. Llegó tarde a un posible empate que hubiese hecho justicia a lo visto sobre el césped. El Albacete, que tiene un punto más, será el próximo rival en un tramo final con nada en juego.