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Fútbol | Deportivo

Los dos pases que definen la temporada de Petxarroman en el Deportivo

Han transcurrido ocho meses entre el ‘regalo’ al Burgos y su asistencia a Barbero, un tiempo en el que se ha rehecho y ha dado un paso al frente

Petxarroman, este pasado fin de semana ante el Albacete. |  Casteleiro/Roller Agencia

Petxarroman, este pasado fin de semana ante el Albacete. | Casteleiro/Roller Agencia

Carlos Miranda

Carlos Miranda

A Coruña

Con uno se le vino el mundo encima, con el otro paladeó un triunfo macerado durante 225 días. Pasaron algo menos de ocho meses desde que Álex Petxarroman le regaló, sin querer, el primer el gol al Burgos el 21 de pasado septiembre hasta le dio una asistencia a Iván Barbero en el quinto gol del Dépor al Albacete. Mismo lugar, diferentes sensaciones. Son dos pases que definen su temporada de estreno como blanquiazul , que marcan su punto más alto y más bajo del que es el gran salto de su carrera. De la cantera de la Real y del Andorra que se va a Primera RFEF a su reenganche en un histórico como el Dépor para ser el relevo a medio plazo de una institución como Ximo Navarro.

«Desde su lesión me ha tocado participar más. A medida que han pasado los duelos, me he sentido más cómodo. Puede ser que haya sido uno de mis mejores partidos», razonaba el propio jugador en la zona mixta de Riazor del partido del pasado fin de semana, donde se reveló como uno de los mejores defensores blanquiazules ante los manchegos.

Petxarroman llegó al Dépor el pasado verano como uno de los primeros fichajes para cubrir la vacante dejada por Paris Adot, sin apenas protagonismo y una de las bajas del curso pasado. El club coruñés afrontó el pago de un traspaso para que la entidad del Principado le dejase marchar. Fue una de las apuestas más fuertes, junto a Bouldini y Eddahchouri, ya que exigió de un desembolso económico al club de origen. Sus inicios, sin espacio por el peso y el buen momento de Ximo Navarro, fueron titubeantes. Tenía pocos minutos o partidos sueltos, no los aprovechaba de la manera que deseaba.

La oportunidad real y la que ha conseguido que de verdad se asiente y dé un paso al frente llegó tras el minuto siete del Dépor-Cartagena. Ya ese día había salido de inicio en la banda derecha y el mallorquín, en la izquierda, pero con esa roja y la posterior lesión supo que sería titular en su sitio y sin la presión de un competidor real hasta final de temporada. Desde entonces siete partidos seguidos en el once, donde el crecimiento ha sido gradual, donde ha ganado seguridad atrás y donde ha demostrado su capacidad para ocupar pasillos interiores. El domingo llegó la segunda asistencia (la primera en Miranda), esta en Riazor. Ahora quiere más.

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