Reencuentro con el pasado para cerrar la salvación del Dépor Abanca

El Deportivo Abanca saltará el domingo al césped de Riazor con la calculadora en la mano y el transistor en la oreja. El conjunto de Fran Alonso recibe al Sevilla en la penúltima jornada de la Liga F (12.00 horas, DAZN) con el objetivo de hacer oficial su continuidad en la máxima categoría del fútbol femenino español. Las deportivistas dependen de sí mismas para lograrlo, pero vivirán el encuentro pendientes de lo que haga el Betis frente al FC Barcelona —que será campeón si gana— y el Valencia en el campo del Levante Badalona.

Hay tres escenarios posibles en función de lo que ocurra en el feudo coruñés. Si el Dépor gana, garantizaría su continuidad en la élite sin depender de nadie más. Si las blanquiazules empatasen frente a las andaluzas, necesitarían que el Betis no venciese al Barça para mantenerse. Y, en caso de derrota, se salvarían si pierden las béticas y el Valencia no gana su partido.

Lo que está claro es que la emoción y la tensión están garantizadas en un Riazor que abrirá sus puertas al femenino por última vez este curso. Los números del Dépor como local no son para tirar cohetes —3 triunfos, 5 empates y 6 derrotas en catorce partidos—, pero tanto las jugadoras como la afición han gozado del mejor fútbol del país en un escenario a la altura de las circunstancias.

El invitado al baile de fin de curso será un Sevilla que evoca a la nostalgia. Entre las filas hispalenses destacan los nombres de Iris Arnáiz y Esther Sullastres, referentes y líderes deportivistas en la anterior etapa blanquiazul en Primera División. Iris y Sulli fueron dos de las piezas clave de una generación dorada que enamoró a España y afianzó las bases del Deportivo Abanca que este curso ha regresado a lo más alto. Dos iconos que se ganaron el afecto de A Coruña por méritos propios y que volverán a pisar la que un día fue su casa por primera vez desde su salida del club en el verano de 2021.

El equipo andaluz llega a Riazor con los deberes hechos y, pese a que se esperaba un mejor rendimiento colectivo por el potencial de su plantilla, certificaron su permanencia con relativa tranquilidad para afrontar el tramo final sin agobios ni presiones. En el partido de la primera vuelta, el Deportivo cayó en la Ciudad Deportiva Jesús Navas por 2-1, en un choque en el que el combinado coruñés pagó muy cara la expulsión de Inês Pereira. Las blanquiazules encajaron dos goles de los que nunca llegaron a reponerse, pese a que Altuve recortó diferencias en el descuento. Fue el debut de Martina, meta del filial, en Liga F y también el último duelo que dirigió Irene Ferreras.

Hoy el contexto es totalmente distinto. Un equipo se juega la vida ante otro al que solo le mueve el honor de ganar y esa diferencia debe reflejarse sobre el terreno de juego. Alonso recupera para la causa a Lucía Martínez, una de sus futbolistas insignia, tras cumplir la sanción por acumulación de tarjetas amarillas. El deportivismo contiene el aliento y templa los nervios ante la cita más importante de la temporada.