Diego Gómez: "Me costó un poco al principio porque el Dépor es un transatlántico"

"Ojalá que esté muchos años", apunta ante la dilación en la decisión sobre Gilsanz será entrenador del Dépor la próxima temporada

Diego Gómez le roba el balón a Cote en el duelo contra el Sporting en El Molinón. |  LOF | LOF

Diego Gómez le roba el balón a Cote en el duelo contra el Sporting en El Molinón. | LOF | LOF

Diego Gómez fue uno de los nombres propios positivos del Dépor ante el Sporting, más allá de que el partido acabase con la desilusión de la derrota. Fue el asistente de Barbero en el 2-1 y se le vio con más confianza para medirse a un veterano de nivel como Cote. Era otro Diego Gómez, no aquel al que le estaba costando el salto y que contrastaba con ese zurdo al que, en la formación e incluso en el Arenteiro, nunca le había podido la presión y la exigencia. El de Amoeiro admite que no fue sencillo el proceso de subirse en marcha a este proyecto y convertirse a todos los efectos en jugador del primer equipo: "En Primera RFEF no hay tanta masa social, somos más como una familia. Y pasar al Dépor, que es un trasatlántico de categoría, en Segunda, donde hay presión, la verdad es que cuesta un poco al principio. Sobre todo también pasar de jugar todo a tener un rol más secundario cuesta un poco parala cabeza de un futbolista. Me apoyé en el psicólogo y con el míster, que me dio mucha confianza, y así mejorando y ahora estoy muy contento", razona un futbolista que vivió una fase de adaptación y que tuvo que apoyarse en un técnico conocido y en Joaquín Sorribas. Aun así, esa exigencia nunca se convirtió ni se convertirá en miedo o en atenazamiento: "Miedo ninguno, cuando el míster te saca al campo es una oportunidad y hay que aprovechar todos los minutos porque cualquier partido puede ser decisivo y hay que hacerlo lo mejor posible", cuenta un futbolista con cinco años más de contrato, aunque tampoco tiene claro lo que será de él a partir del 30 de junio: "Estoy muy tranquilo, tengo un contrato de larga duración hasta 2030. No me rompe nada eso (quedarse o no) la cabeza, estoy donde quiero estar y el club me demostró que quería que estuviese, confianza plena".

Con este paso adelante que se certificó en Gijón, a Diego Gómez se le va a hacer corta una temporada a la que le quedan tres partidos: "No tengo ganas de vacaciones, ojalá durase un poco más la liga y tuviésemos opciones de engancharnos ahí arriba. Físicamente vengo de jugar toda una primera vuelta, ahora estoy incluso fresco, porque no tuve así una gran cantidad de minutos", cuenta quien le gustaría encontrarse a Gilsanz como el responsable técnico de Abegondo en la próxima pretemporada: "¿Que se quede? Por mi parte ojalá, está haciendo un gran trabajo. Con Óscar tengo una buena relación y yo pienso que lo está haciendo bien. Ojalá esté muchos años más".

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