DIEZ AÑOS DE LA SALVACIÓN DEL CAMP NOU

Álex Bergantiños: «Saco una pelota bajo palos que habría sido el 3-0, eso era liquidarnos»

Álex Bergantiños, quien declinó hablar de su salida y de su última etapa en el Dépor, recuerda aquel 2-2 catárquico del que este viernes se cumplen diez años. Analiza cómo fue aquella temporada, el desenlace y lo que vino después

Álex Bergantiños, unos meses después, en otro Barça-Dépor en el que marcó. |  LOF

Álex Bergantiños, unos meses después, en otro Barça-Dépor en el que marcó. | LOF

Carlos Miranda

Carlos Miranda

A Coruña

¿Alguna vez vivió un partido con tanta tensión?

Por suerte o por desgracia me tocaron muchos muy intensos (se ríe), ascensos y descensos, pero ese es el de los más simbólicos por todo. No solo por ese partido, sino el año entero. Era una liga en la que se hacían pocos puntos. Ganamos 5 o 6 partidos, había más desigualdad incluso que ahora. Recuerdo también el partido de Bilbao, que fue el que nos dio el punto que nos mantenía vivos con el gol de Lopo. Mucha tensión social. De los peores dentro de lo que es vivir, como coruñés y en primera persona, esos años tan raros que tuvimos. Tensión, nervios. Recuerdo que perdimos en Elche 4-0 y nos vino la afición a Abegondo. Hubo momentos muy complicados y fue muy duro, pero nos quedó el sabor de boca del final feliz ahí con ese empate que nos dio la salvación. Por suerte tuvo ese desenlace.

¿Se vieron perdidos con el 2-0?

Sí, tengo el recuerdo de una jugada de Pedro que la saco yo bajo palos, que era el 3-0 y ahí ya sí que habríamos estado liquidados. Nos empezamos a echar para arriba, ya de vernos perdidos. El Barça no tenía esa tensión e hicieron cambios. Yo empecé de mediocentro y pasé a lateral derecho por la lesión de Canella. Las dos ocasiones que tuvimos, acertamos, contra esos equipos es lo que te puede salvar. Fueron golazos de Lucas y Salomão.

Fue casi todo sufrimiento...

Sí, porque creo que en el gol de Lucas fue la primera vez que pasé del medio del campo. Ahí empiezas a creer más, porque con un gol nos llegaba. Viene esa falta en la frontal y ahí en el rechace la engancha a Salomão. Primero amaga con la derecha, que creo que en su vida había tirado a portería con la derecha. Son las cosas que tiene el fútbol. De hecho, nos metíamos con él porque no lo usaba para nada . Cierra los ojos y, como le viene, le sale a la escuadra con la zurda.

La celebración de gol fue una locura. ¿Qué le viene a la cabeza?

Yo creo que me quedé de rodillas parado, fuimos al banquillo porque también preguntábamos cuánto quedaba. Un poco descontrol. Volvimos en chárter esa noche y el recibimiento de la gente en Alvedro celebrando la permanencia. Fue importantísimo porque eso en esos años, sobre todo el primer año, era fundamental para luego mantenerte más tiempo. Estuvimos tres o cuatro seguidos en Primera, era estabilizar al club después de esos descensos y la situación en la que estábamos de impagos. Fue un balón de oxígeno en Primera, que es donde siempre queremos que esté el Dépor, donde es su lugar.

¿Hubo mucho trabajo psicológico para que los jugadores del Barcelona levantasen el pie?

Sí, sí, estábamos todo el partido intentando hacerles ver a ellos, que ‘venga, que vosotros tenéis partidos más importantes y tal’, pero son jugadores de primer nivel y algunos querían mostrarse para las dos finales que les faltaban por jugar. Ganaron el triplete, aunque es cierto que podían estar un poco más despistados en un balón dividido, en no arriesgar como un partido en el que te la juegas. Barcelona y Real Madrid, esos equipos siempre quieren lucir y es muy difícil, por la repercusión que tienen, que cualquier jugador no sea determinante por pocos minutos que tenga. Tenían dos partidos importantísimos y había jugadores que se querían mostrarse para ser alternativa y estar ahí.

¿Fue el mérito de aquel equipo no caerse nunca?

Sí, alguna base se mantuvo de Segunda que habíamos ascendido con Fernando Vázquez con muy pocos puntos en una categoría. Aquella temporada habíamos empezado con doce profesionales, veníamos del Concurso, con los embargos y demás, y fue un ascenso de mucho mérito. Mantuvimos un poco la base con Juan Domínguez, Manuel Pablo, Luisinho o yo y se intentó fichar lo que se pudo con las diferencias económicas que había. Teníamos esa mentalidad fuerte. Hicimos una primera vuelta buena, pero la segunda sacamos muchos partidos con sufrimiento, porque no teníamos el nivel ni la calidad para imponernos. Teníamos que sobrevivir, sacar empates y estar vivos hasta el final.

Meses después y en el mismo escenario llegó otro empate con goles suyo y de Lucas. El panorama ya era muy diferente, ¿no?

Sí. El Barça, con su manera de jugar, con la defensa en el medio campo, siempre te acaba concediendo. Si tú resistes e intentas salir, siempre te concede opciones y fue coincidencia también que, justo unos meses después, volvimos allí con un equipo que ya tenía bastante más nivel. De hecho, hicimos una primera vuelta de Europa. Ese partido fue especial porque marcamos tanto Lucas como yo. Fue un orgullo meter gol dos coruñeses con el Depor en el Camp Nou y que sirviese para puntuar. Es de los recuerdos más bonitos de mi vida, al que le tengo un especial cariño, más allá de que el Barça se nos diera bien y a mí en especial. Siempre cuento la historia de que hice cuatro goles en Primera División y tres fueron al Barcelona (se ríe).

Había fotos, se hicieron hasta camisetas. ¿Las guarda?

Sí, tengo un poco de todo, tengo fotos, la camiseta también que se hizo, que la hizo el club. Tengo muy buenos recuerdos de ese día.

Tracking Pixel Contents