Riazor señala a Fernando Soriano y más arriba

Cánticos contra el Director de Fútbol y, en menor medida, la directiva | Muchos aficionados se fueron al descanso

Aficionados del Deportivo en la grada de Riazor

Aficionados del Deportivo en la grada de Riazor / Casteleiro | Roller Agencia

Carlos Miranda

Carlos Miranda

A Coruña

Hace tiempo que el estadio de Riazor tuerce el gesto por decisiones deportivas cuestionadas y por acciones del club que le alejan de su gente y no fomentan el arraigo. Este domingo ese malestar ya mutó en enfado palpable. Hace dos semanas, ante el Granada, hubo cánticos en contra de la gestión de Massimo Benassi y Fernando Soriano, el consejero delegado y el director de fútbol del Deportivo. Tras el 0-3 marcado por Germán Varela, arrancaron y se recrudecieron esos gritos en contra del Director de Fútbol y, menor medida, la directiva. Del «vete ya» para el aragonés hasta el «directiva dimisión» y el «diles que se vayan» que resonaron en la parte final de la primera parte en varias fases y de manera clara. Un mensaje al que, en esta oportunidad, se sumaron también los Riazor Blues que en el último encuentro ante el Granada se habían marchado al no dejarle La Liga exhibir una pancarta en el Día das Letras Galegas. Música de viento cuando el colegiado señalaba el camino de los vestuarios.

En la segunda parte bajaron los decibelios y la asistencia, que también es el paso previo a la desafección. Y es que más de un aficionado se marchó al descanso ante lo que estaba presenciando en el terreno de juego. Ya era uno de las peores entradas de la temporada, inflada por los 2.000 de Elche, y fue a menos. Ni siquiera los que pudieron ser los últimos minutos de Yeremay Hernández con la camiseta del Dépor les empujaron a quedarse.

El Deportivo bajó el telón, pero hay rasguños que quedan y que se dejan sentir en temporadas posteriores. Hay una parte de su grada que está descontenta con el rumbo del club y dejó constancia.

Tracking Pixel Contents