Fútbol | Deportivo

El Deportivo confirma la salida de Gilsanz y le ofrece coordinar la escuela de entrenadores

El técnico sopesa la oferta tras conocer desde la semana pasada que no será el entrenador del primer equipo la próxima temporada | Antonio Hidalgo apunta a tomar las riendas del banquillo blanquiazul

Óscar Gilsanz y Fernando Soriano, en la presentación del betanceiro como técnico del primer equipo del Deportivo.

Óscar Gilsanz y Fernando Soriano, en la presentación del betanceiro como técnico del primer equipo del Deportivo. / Iago López

A Coruña

Óscar Gilsanz no será el entrenador del Deportivo la próxima temporada. El club confirmó ayer en un comunicado que el técnico de Betanzos dejará de dirigir al primer equipo tras asumir el mando el noviembre y lograr la permanencia hace un mes, con varias jornadas de antelación. La entidad le comunicó antes del pasado fin de semana la decisión de prescindir de sus servicios al frente de la primera plantilla. Sin embargo, el club le planteó la posibilidad de seguir vinculado a la entidad. Le ofreció el puesto de coordinador de la escuela de entrenadores. El técnico está valorando esta oferta y tendrá que dar una respuesta en los próximos días. Sin embargo, en sus últimas comparecencias de prensa reiteró que se siente «entrenador», por lo que su carrera podría continuar lejos de Abegondo. Su relevo en el banquillo, salvo un giro inesperado de los acontecimientos, será el catalán Antonio Hidalgo.

La marcha del técnico de Betanzos era un secreto a voces tras amarrar la salvación y concluir la temporada. Tras varios días en los que el club ya barajó otras opciones para el banquillo, le trasladó antes de este pasado fin de semana la decisión de optar prescindir de sus servicios como entrenador del primer equipo.

«El Deportivo le trasladó (a Gilsanz) la propuesta de asumir la coordinación de la escuela de entrenadores y de los proyectos formativos», señala el comunicado del club, que llega un mes después de que el equipo que dirigió Gilsanz durante 30 jornadas consiguiese la salvación matemática en Segunda División. El betanceiro sopesa la oferta para seguir en el club, al que llegó hace cinco años y en el que escaló desde el banquillo del Juvenil A hasta el del primer equipo, pasando por el Fabril. Deberá dar una respuesta en los próximos días, aunque manifestó en varias ocasiones que su intención es continuar ligado a los banquillos. Si así lo desea, su futuro estará fuera del club.

Siete meses en el cargo

Óscar Gilsanz asumió el mando del primer con la perspectiva de conducirlo durante apenas unos entrenamientos y la experiencia se alargó durante siete meses y 30 partidos. El técnico betanceiro cogió el mando al ascender desde el Fabril para dirigir las sesiones del primer equipo tras el despido de Imanol Idiakez. La marcha del entrenador vasco y la falta de un reemplazo en el mercado permitieron a Gilsanz estrenarse en el banquillo del primer equipo en Cartagena. La goleada (1-5) a costa de, a la postre, colista de la liga dejó una muy buena impresión del preparador betanceiro, que acabó quedándose con el puesto. Su ascenso propició un movimiento en cadena en la base. Manuel Pablo subió al Fabril y Miguel Figueira se hizo cargo del banquillo del Juvenil A.

Cuando se estrenó en el banquillo de Cartagonova, el Deportivo marchaba vigésimo, en puestos de descenso tras doce jornadas en las que había sumado diez puntos. El equipo despegó con cuatro victorias antes de Navidad y logró salir de la zona roja para no volver a pisarla en el resto de la temporada. Once victorias, diez empates y nueve derrotas, a las que se podría sumar una más si se tiene en cuenta la eliminación contra el Ourense CF en la Copa del Rey, redondean la etapa de Óscar Gilsanz en el banquillo deportivista. Sumó 43 puntos, 1,43 por partido, y el equipo, bajo su mando, anotó 45 goles y encajó 39 en contra. Las cifras, sin embargo, se vieron empañadas en el tramo final de la liga, con el objetivo la salvación ya en el bolsillo. El equipo perdió cinco de los últimos seis partidos, con la única excepción del triunfo contra el Albacete en Riazor que certificó matemáticamente la permanencia en Segunda División.

Hidalgo apunta al banquillo

Con el adiós de Gilsanz, todos los caminos conducen a Antonio Hidalgo hacia el banquillo de Riazor. El actual entrenador del Huesca, que ya se despidió del equipo altoaragonés hace unas semanas, se convertirá en el nuevo entrenador del Deportivo salvo que ocurra un giro inesperado de los acontecimientos. El catalán tuvo en las últimas semanas una oferta para dirigir a Osasuna en Primera, pero el equipo navarro desestimó esta opción y se decantó por otro técnico para dirigir a su equipo en la próxima temporada. De esta manera, el Deportivo y Antonio Hidalgo parecen encaminados a unir sus caminos en el proyecto de la segunda campaña consecutiva de los blanquiazules en su regreso a la categoría de plata del fútbol español.

En su búsqueda de candidatos para el banquillo, el Deportivo sondeó otras opciones como exjugador blanquiazul Sergio González, Luis Carrión, técnico con experiencia en Las Palmas y Real Oviedo entre otros, y Davide Ancelotti. El hijo y ayudante de Carlo Ancelotti estuvo a punto de dirigir al Glasgow Rangers, pero finalmente acompañará a su padre en la selección de Brasil. Finalmente, el elegido será Hidalgo. El barcelonés llegará al Dépor tras una gran campaña en el Huesca, donde estuvo a punto de clasificarse para el play off de ascenso. Antes, se labró un nombre en los banquillos del Sabadell, equipo del que fue jugador, y del Sevilla Atlético. También ejerció como ayudante de Imanol Idiakez en el AEK Larnaca chipriota.

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